Como en otros días, ha de ser hoy el Rosario arma poderosa, para vencer en nuestra lucha interior, y para ayudar a todas las almas. Ensalza con tu lengua a Santa María: reparación te pide el Señor, y alabanzas de tu boca. Ojalá sepas y quieras tú sembrar en todo el mundo la paz y la alegría, con esta admirable devoción mariana y con tu caridad vigilante.
Roma, octubre de 1968
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Segundo Misterio Glorioso: La Ascensión del Señor
Segundo Misterio Glorioso: texto original
Adoctrina ahora el Maestro a sus discípulos: les ha abierto la inteligencia, para que entiendan las Escrituras y les toma por testigos de su vida y de sus milagros, de su pasión y muerte, y de la gloria de su resurrección. (Luc., XXIV, 45 y 48.)
Después los lleva camino de Betania, levanta las manos y los bendice. —Y, mientras, se va separando de ellos y se eleva al cielo (Luc., XXIV, 50), hasta que le ocultó una nube. (Act., I, 9.)
Se fue Jesús con el Padre. —Dos Angeles de blancas vestiduras se aproximan a nosotros y nos dicen: Varones de Galilea, ¿qué hacéis mirando al cielo? (Act., I, 11.)
Pedro y los demás vuelven a Jerusalén —cum gaudio magno— con gran alegría. (Luc., XXIV, 52.) —Es justo que la Santa Humanidad de Cristo reciba el homenaje, la aclamación y adoración de todas las jerarquías de los Angeles y de todas las legiones de los bienaventurados de la Gloria.
Pero, tú y yo sentimos la orfandad: estamos tristes, y vamos a consolarnos con María.
Fuente original: Página web de las obras del fundador del Opus Dei
Agradecimientos
A la Fundación Studium, titular de los derechos de autor de esta obra, por la cesión de uso de la obra para esta producción audiovisual.
A Ediciones Rialp, editora de Santo Rosario en formato impreso y digital.
A www.escrivaobras.org página de las obras del fundador del Opus Dei, editores de la obra en internet.
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