Como en otros días, ha de ser hoy el Rosario arma poderosa, para vencer en nuestra lucha interior, y para ayudar a todas las almas. Ensalza con tu lengua a Santa María: reparación te pide el Señor, y alabanzas de tu boca. Ojalá sepas y quieras tú sembrar en todo el mundo la paz y la alegría, con esta admirable devoción mariana y con tu caridad vigilante.
Roma, octubre de 1968
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Quinto Misterio Doloroso: La Muerte de Jesús
Quinto Misterio Doloroso: texto original
Jesús Nazareno, Rey de los judíos, tiene dispuesto el trono triunfador. Tú y yo no lo vemos retorcerse, al ser enclavado: sufriendo cuanto se pueda sufrir, extiende sus brazos con gesto de Sacerdote Eterno.
Los soldados toman las santas vestiduras y hacen cuatro partes. —Por no dividir la túnica, la sortean para ver de quién será. —Y así, una vez más, se cumple la Escritura que dice: Partieron entre sí mis vestidos, y sobre ellos echaron suertes. (Joann., XIX, 23 y 24.)
Ya está en lo alto… —Y, junto a su Hijo, al pie de la Cruz, Santa María… y María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Y Juan, el discípulo que El amaba. Ecce mater tua! —¡Ahí tienes a tu madre!: nos da a su Madre por Madre nuestra.
Le ofrecen antes vino mezclado con hiel, y habiéndolo gustado, no lo tomó. (Math., XXVII, 34.)
Ahora tiene sed… de amor, de almas.
Consummatum est. —Todo está consumado. (Joann., XIX, 30.)
Niño bobo, mira: todo esto…, todo lo ha sufrido por ti… y por mí. —¿No lloras?
Fuente original: Página web de las obras del fundador del Opus Dei
Agradecimientos
A la Fundación Studium, titular de los derechos de autor de esta obra, por la cesión de uso de la obra para esta producción audiovisual.
A Ediciones Rialp, editora de Santo Rosario en formato impreso y digital.
A www.escrivaobras.org página de las obras del fundador del Opus Dei, editores de la obra en internet.
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