La parroquia complutense bajo la advocación de Santo Tomás de Villanueva —cuya fiesta celebra la Iglesia universal el 10 de octubre— ha desarrollado una magnífica catequesis para niños sobre la vida del santo basada en pequeños textos y el desarrollo de un cómic. Padres y catequistas pueden darle un buen uso en sus dinámicas… con explicaciones, incluso trabajando con los niños para colorear las ilustraciones.
* *
*
1) Santo Tomás nació en el año 1488. Vivió en Villanueva de los Infantes donde aprendió de sus padres a amar a Dios y a las personas.
2) De pequeño acudía al campo de sus padres para llevar el almuerzo a los braceros pero se detenía primero para ofrecer pan y queso a los pobres que andaban tras los segadores recogiendo espigas olvidadas.
3) Se desprendía de su ropa para dársela a los niños pobres.
4) En una ocasión cuando los pobres fueron a pedir limosna a su casa y la despensa estaba cerrada, al ver que no podía darles comida cogió unos pollos del corral y se los dió.
5) Tomás llega en 1504 a Alcalá de Henares. Estudió en la universidad donde se graduó como Maestro en Artes y Licenciado en Teología. Se le conocía como un joven humilde y pacífico, buen estudiante y con un gran amor por la verdad.
6) En aquella época se entregaba a la oración y a la caridad y pedía a Dios que le mostrara como debía servirle mejor, si como clérigo o como religioso.
7) Guiado de Dios, Tomás decidió dedicarle su vida como religioso Agustino. Se entregó a las obras de misericordia: daba de comer y lavaba a los enfermos.
8) A la edad de 32 años fue ordenado sacerdote y cantó su primera misa el día primero de Navidad, conmoviendo a los presentes con su prédica.
9) En 1544 fue nombrado Arzobispo de Valencia. Allá llegó Santo Tomás sin más equipaje que la Biblia. Al verle tan pobre, los sacerdotes le regalaron cuatro mil ducados, que él entregó al hospital de la ciudad.
10) En Valencia le llamaron “padre de los pobres” por su gran caridad para con los necesitados. Todos los días se repartía en su casa una escudilla de potaje y pan. Un día a la semana entregaba limosna a los pobres censados por parroquias según sus necesidades. A los que conocían oficio les ayuda para que pudieran valerse por sí mismos. Les ayudaba con la dote a las muchachas pobres que querían casarse. A las puertas de su casa llevaban las mujeres pobres a sus hijos que no podían atender, y él les procuraba amas de cría y les daba techo y sustento. Se ocupaba además de educarlos.
11) Antes de morir, reunió todo el dinero que aún no había distribuido y lo repartió entre los pobres de la ciudad. Luego llamó junto a su cama a todos los empleados y les fue dando sus pocas pertenencias. Se quedó sin sillas y sin mesas. Faltaba un empleado, y él lo mandó llamar. Le dijo: “Hijo mío, todo ha sido repartido ya. Pero aún me queda una cosa: la cama donde estoy. Te la entrego. Ahora es tuya ¿me la prestas por favor para morir?” Así, Santo Tomás se desprendió de todo con alegría, y pasó al gozo de su Señor en el año 1555.