La Biblia más infantil: Abraham e Isaac
En una ciudad llamada Ur, vivía Abraham, un hombre muy bueno. Dios le escogió para formar un pueblo que fuese suyo, el Pueblo de Dios. Un día dijo Dios a Abraham: «¡Abraham!, deja tu tierra y camina hacia otra que yo te enseñaré».
«Dios también me habla a mí»
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Dios hace una promesa a Abraham
Abraham, obedeciendo a Dios, llamó a su esposa y, con todo lo que tenía, se dirigieron a Canaán, la tierra que Dios les había señalad. Allí, Dios le dijo: «Abraham, en esta tierra te voy a bendecir, tendrás un hijo. Tu familia crecerá y vivirá aquí». Dios cumplió su promesa. Sara y Abraham tuvieron un hijo llamado Isaac.
«Con el Señor a mi lado, todo me irá bien»
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Abraham e Isaac suben al monte
Abraham y su familia eran muy felices. Un día Dios, para saber si Abraham le quería más que a todas las cosas, le dijo: «coge a tu hijo Isaac, sube a ese monte y dámelo haciendo un sacrificio».
Abraham, aunque le costó mucho, subió al monte con Isaac.
«Señor, que te quiera sobre todas las cosas»
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El sacrificio de Isaac
Abraham, muy triste, porque iba a perder a su hijo, obedeció a Dios, pero cuando se lo iba a entregar, apareció un ángel que le dijo:«¡Abraham!, no le hagas nada al niño, pues Dios ya sabe cuánto le quieres y que lo harías todo por obedecerle». El ángel entonces le dio un cordero para el sacrificio.
Abraham e Isaac se fueron muy contentos a su casa.
«Dios mío, ayúdame para que sea muy obediente»
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De La Biblia más infantil, Casals, 1999. Páginas 20 a 23
Coordinador: Pedro de la Herrán
Texto: Miguel Álvarez y Sagrario Fernández Díaz
Dibujos: José Ramón Sánchez y Javier Jerez
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