Guía para vivir el Año Santo de la Misericordia junto al Papa Francisco: Junio 2016

Guía para vivir el Año Santo de la Misericordia junto al Papa Francisco: Junio 2016

La palabra del perdón pueda llegar a todos y la llamada a experimentar la misericordia no deje a ninguno indiferente. Mi invitación a la conversión se dirige con mayor insistencia a aquellas personas que se encuentran lejanas de la gracia de Dios debido a su conducta de vida… Por vuestro bien, os pido cambiar de vida. Os lo pido en el nombre del Hijo de Dios que si bien combate el pecado nunca rechaza a ningún pecador. No caigáis en la terrible trampa de pensar que la vida depende del dinero y que ante él todo el resto se vuelve carente de valor y dignidad. Es solo una ilusión. No llevamos el dinero con nosotros al más allá. El dinero no nos da la verdadera felicidad. La violencia usada para amasar fortunas que escurren sangre no convierte a nadie en poderoso ni inmortal. Para todos, tarde o temprano, llega el juicio de Dios al cual ninguno puede escapar.

firmafrancisco

(Misericordiae Vultus, 9)

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El llamado a la conversión o cambio de vida

Escuchamos al Papa Francisco

La palabra del perdón pueda llegar a todos y la llamada a experimentar la misericordia no deje a ninguno indiferente. Mi invitación a la conversión se dirige con mayor insistencia a aquellas personas que se encuentran lejanas de la gracia de Dios debido a su conducta de vida… Por vuestro bien, os pido cambiar de vida. Os lo pido en el nombre del Hijo de Dios que si bien combate el pecado nunca rechaza a ningún pecador. No caigáis en la terrible trampa de pensar que la vida depende del dinero y que ante él todo el resto se vuelve carente de valor y dignidad. Es solo una ilusión. No llevamos el dinero con nosotros al más allá. El dinero no nos da la verdadera felicidad. La violencia usada para amasar fortunas que escurren sangre no convierte a nadie en poderoso ni inmortal. Para todos, tarde o temprano, llega el juicio de Dios al cual ninguno puede escapar.

La misma llamada llegue también a todas las personas promotoras o cómplices de corrupción… La corrupción es una obstinación en el pecado, que pretende sustituir a Dios con la ilusión del dinero como forma de poder. Para erradicarla de la vida personal y social son necesarias prudencia, vigilancia, lealtad, transparencia, unidas al coraje de la denuncia. Si no se la combate abiertamente, tarde o temprano busca cómplices y destruye la existencia… ¡Este es el tiempo oportuno para cambiar de vida! Este es el tiempo para dejarse tocar el corazón!

Misericordiae Vultus, 9

zaqueo2

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Escuchamos la Palabra de Dios

Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad. Allí vivía un hombre muy rico llamado Zaqueo, que era el jefe de los publicanos. Él quería ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, porque era de baja estatura. Entonces se adelantó y subió a un sicomoro para poder verlo, porque iba a pasar por allí. Al llegar a ese lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa. Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: Se ha ido a alojar en casa de un pecador. Pero Zaqueo dijo resueltamente al Señor: Señor, voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres, y si he perjudicado a alguien, le daré cuatro veces más. Y Jesús le dijo: Hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que también este hombre es un hijo de Abraham, porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido.

Evangelio según san Lucas 19, 1-10

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Un salmo para alabar

A cada estrofa del salmo repetimos:

Espera en Dios, y yo volveré a darle gracias, a él, que es mi salvador y mi Dios.

¿Cuándo iré a contemplar el rostro de Dios?

Júzgame, oh Dios,

y defiende mi causa

contra la gente sin piedad;

líbrame del hombre falso y perverso.

 

Si tú eres mi Dios y mi fortaleza,

¿por qué me rechazas?

¿Por qué tendré que estar triste,

oprimido por mi enemigo?

 

Envíame tu luz y tu verdad:

que ellas me encaminen

y me guíen a tu santa Montaña,

hasta el lugar donde habitas.

 

Y llegaré al altar de Dios,

el Dios que es la alegría de mi vida;

y te daré gracias con la cítara,

Señor, Dios mío.

 

¿Por qué te deprimes, alma mía?

¿Por qué te inquietas?

Espera en Dios, y yo volveré a darle gracias,

a él, que es mi salvador y mi Dios.

Salmo 43

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Para reflexionar y/o compartir en grupo

  1. Pensamos en aquellos que nos sentimos alejados, por diferentes circunstancias.  

  2.   ¿Nos dejamos tocar el corazón por el amor misericordioso de Jesús?

  3. ¿Qué nos sugiere la frase de Francisco: “este es el tiempo oportuno para cambiar de vida…”

  4. ¿Qué actitudes serían necesarias de nuestra parte?  Escribimos una pequeña lista de actitudes y las colocamos en el corazón de Jesús.  Oramos por el otro.

  5. ¿Somos capaces de tomar la iniciativa, como Jesús, para reconstruir el vínculo? 

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Intenciones

A cada intención respondemos: : ¡Ayúdanos a cambiar de vida y a convertir nuestro corazón!

  • Te rogamos que protejas y acompañes al Papa Francisco para que siga denunciando con firmeza las injusticias y desigualdades de este mundo.  Oremos…

  • Haz que podamos cambiar, con nuestras actitudes de vida, todo sistema que conduce a la insensibilidad social.  Oremos…

  • Ayúdanos a ser cada día más comprometidos, denunciando toda clase de opresión y esclavitud, sometimiento y corrupción.  Oremos…

  • Te pedimos por los que más tienen, para que toques su corazón y los hagas sensibles frente a las necesidades de los más pobres.  Oremos…

  • Ayúdanos a tomar conciencia y liberarnos de todo sistema corrupto, que destruye nuestras vidas y la de nuestros hermanos.  Oremos…

  • Para que la Iglesia siga siendo fiel a su misión profética de denunciar todo aquello que atente contra la vida humana.  Oremos…

Agregamos nuestras intenciones personales y comunitarias…

Rezamos un Padrenuestro, un Avemaría y el Gloria.

Repetimos con convicción la advocación: ¡Jesús, en vos confío!  ¡Jesús, en vos confío!  ¡Jesús, en vos confío!

Oración: Señor de la fortaleza y el perdón. Te pedimos que vengas en nuestro auxilio y nos orientes cuando estamos perdidos, alejados de Ti y de nuestros hermanos. Haz que podamos acercarnos a Ti con un corazón contrito y arrepentido y que por los méritos de la preciosa sangre de tu Hijo, Jesucristo, nuestros pecados sean perdonados y podamos alcanzar la felicidad y la vida en plenitud. ¡Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor! ¡Amén! ¡Aleluya!

Señal de la Cruz

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Compromiso personal del mes

Este mes de junio voy a hacer una confesión general ante un sacerdote u otro compromiso similar. También podré enseñar al que no sabe y corregir, con caridad, al que yerra u otro compromiso similar.

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Para memorizar y rezar durante el mes 

¡María de Guadalupe, ayúdanos a cambiar de vida y ser misericordiosos con nuestros hermanos!

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La misericordia en los santos

San Ignacio de LoyolaSan Ignacio de Loyola (1491-1556).

Un ministerio entre enfermos y pobres.

Luego de su gran conversión, desarrolló frecuentemente su ministerio entre los enfermos incurables en varios hospitales. En Roma abrió una casa para ex-prostitutas, otra para jóvenes sometidas a explotación y un orfanato. También importante, como Superior General de la recién nacida Compañía de Jesús, fue su insistencia en que todos los novicios debían hacer algún tipo de experiencia en un ministerio que se desarrollase entre enfermos y pobres. Sus ejercicios espirituales han abierto los ojos de muchos hombres y mujeres sobre el papel de Dios en sus vidas, y han inflamado su corazón para que pudieran dedicar su vida a las obras de caridad.

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Un cuento para pensar

Cambiar a los demás

Hace mucho tiempo en la China, una joven llamada Li-Li se casó y fue a vivir con el marido y la suegra.  Después de algunos días, no se entendía con ella.  Sus personalidades eran muy diferentes y Li-Li fue irritándose con los hábitos de la suegra, que frecuentemente la criticaba.  Los meses pasaron, Li-Li y su suegra cada vez discutían y peleaban más.  De acuerdo con una antigua tradición china, la nuera tiene que cuidar a la suegra y obedecerla en todo.

Li-Li, no soportando más vivir con la suegra, tomó la decisión de envenenar a su suegra.  Para ello, fue a visitar al Sr. Huang, un antiguo amigo de su padre.

Después de oírla, él tomó un paquete de hierbas y le dijo:

-No deberás usarlas de una sola vez para liberarte de tu suegra, porque ello causaría sospechas.  Deberás darle varias hierbas que irán lentamente envenenando su cuerpo.  Cada dos días pondrás un poco de estas hierbas en su comida.  Ahora, para tener certeza de que cuando ella muera nadie sospechará de ti, deberás tener mucho cuidado y actuar de manera muy amigable.  No discutas, ayúdala a resolver sus problemas.  Recuerda tienes que escucharme y seguir todas mis instrucciones.

Li-Li respondió: –Sí, maestro Huang, haré todo lo que usted me diga.

Li-Li agradeció al maestro Huang y regresó diligente para comenzar con el proyecto de asesinar a su suegra.  Fueron pasando las semanas y cada dos días –según le había indicado el señor Huang- Li-Li servía una comida especialmente preparada para su suegra.  Siempre recordaba lo que el maestro le había recomendado para evitar sospechas: controlaba  su temperamento, obedecía a su suegra y la trataba como si fuese su propia madre.  Después de seis meses, la casa entera estaba completamente cambiada.

Li-Li había controlado su temperamento y ya no aborrecía a su suegra.  En esos meses, no había tenido ni una discusión con ella, que ahora parecía mucho más amable y más fácil de lidiar con ella.  Las actitudes de la suegra también cambiaron y ambas pasaron a tratarse como madre e hija.  Desesperada, Li-Li fue nuevamente en procura del maestro Huang, para pedirle ayuda y le dijo:

–Querido Sr. Huang, por favor ayúdeme a evitar que el veneno mate a mi suegra.  Ella se ha transformado en una mujer agradable y la amo como si fuese mi propia madre.  No quiero que ella muera por causa del veneno que le di.

El Sr. Huang sonrió y señaló con la cabeza:

–Li-Li no tienes por qué preocuparte. Tú suegra no ha cambiado, la que cambió fuiste tú.  Las hierbas que te di, eran vitaminas para mejorar su salud.  El veneno estaba en su mente, en su actitud, pero fue echado fuera y sustituido por el amor que pasaste a darle a ella.

Adaptación de leyenda tradicional china – Autor desconocido

Para disfrutar del buen cine 


·   TÍTULO EN CASTELLANO

ORIGEN

DIRECTOR

PROTAGONISTAS

Título Original / Otro Título

AÑO

DURACIÓN

GÉNERO

CALIFICACIÓN

Alguien tiene que ceder

USA

Nancy Meyers

J. Nicholson / D. Keaton/  K. Reeves

Something’s Gotta Giv
 (Cuando menos los esperas)

2003

128 min

comedia

atp

Mis tardes con Margueritte

francia

Jean Becker

G. Depardieu / G. Casadesus

La tête en friche

2010

82 min

com / dram

sam 13

Alguien tiene que ceder. Harry Sanborn (Jack Nicholson) es un solterón adinerado y cascarrabias que sólo sale con mujeres mucho más jóvenes que él. Él y Marin (Amanda Peet), su última conquista, han planeado un romántico fin de semana en la casa de la playa de la madre de ella, Erica Barry (Diane Keaton), una famosa guionista divorciada. Harry sufre un infarto y Erica acepta a regañadientes cuidarlo hasta que se reponga. Harry, asombrado, se da cuenta de que se siente atraído por ella. Pero a Erica también la corteja un joven médico (K. Reeves). Una vez recuperado, Harry a sus viejos hábitos. Sin embargo, la relación con Erica ha alterado su vida y sus sentimientos. Esta deliciosa comedia nos habla de los cambios que pueden suceder en nuestras vidas cuando el amor nos sorprende.

Mis tardes con Margueritte. Germain Chazes (Gérard Depardieu) es un hombre obeso, y simple, que vive en una casa rodante, en el jardín de su recalcitrante madre. Su vida transcurre entre el café y darle de comer a las palomas de la plaza del pueblo. Los demás lo consideran un imbécil, hasta que Margueritte (Gisèle Casadesus), una anciana muy culta, compañera de simpatía por las palomas, le descubre el universo de los libros y las palabras. Desde entonces, su relación con los demás y consigo mismo cambiará sensiblemente; mostrando que lo importante en la vida es la relación que nos une con nuestro prójimo o próximo.

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    Mayo 2016    <<    Índice general    >>    Julio 2016    

*  *  *

·   CADENA DE FAVORES

USA

Mimi Leder

H. Hunt/ K. Spacey/H. Osment

Pay it forward

2000

124 min

COMEDIA

ATP

·   LAS LLAVES DEL REINO

USA

John M. Stahl

Gregory Peck / Vincent Price

The Keys of the Kingdom

1944

147 min

DRAMA

SAM 14

Guía para vivir el Año Santo de la Misericordia junto al Papa Francisco: Junio 2016

Guía para vivir el Año Santo de la Misericordia junto al Papa Francisco: Mayo 2016

Jesús de Nazaret con su palabra, con sus gestos y con toda su persona revela la misericordia de Dios… Con la mirada fija en Jesús y en su rostro misericordioso podemos percibir el amor de la Santísima Trinidad. La misión que Jesús ha recibido del Padre ha sido la de revelar el misterio del amor divino en plenitud. “Dios es amor” (1 Jn 4,8.16), afirma por la primera y única vez en toda la Sagrada Escritura el evangelista Juan. Este amor se ha hecho ahora visible y tangible en toda la vida de Jesús. Su persona no es otra cosa sino amor. Un amor que se dona y ofrece gratuitamente. Sus relaciones con las personas que se le acercan dejan ver algo único e irrepetible. Los signos que realiza, sobre todo hacia los pecadores, hacia las personas pobres, excluidas, enfermas y sufrientes llevan consigo el distintivo de la misericordia. En él todo habla de misericordia. Nada en Él es falto de compasión. Lo que movía a Jesús en todas las circunstancias no era sino la misericordia, con la cual leía el corazón de los interlocutores y respondía a sus necesidades más reales.

firmafrancisco

(Misericordiae Vultus, 1 y 8)

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Jesucristo es el rostro de la misericordia

Escuchamos al Papa Francisco

Jesús de Nazaret con su palabra, con sus gestos y con toda su persona revela la misericordia de Dios… Con la mirada fija en Jesús y en su rostro misericordioso podemos percibir el amor de la Santísima Trinidad. La misión que Jesús ha recibido del Padre ha sido la de revelar el misterio del amor divino en plenitud. “Dios es amor” (1 Jn 4,8.16), afirma por la primera y única vez en toda la Sagrada Escritura el evangelista Juan. Este amor se ha hecho ahora visible y tangible en toda la vida de Jesús. Su persona no es otra cosa sino amor. Un amor que se dona y ofrece gratuitamente. Sus relaciones con las personas que se le acercan dejan ver algo único e irrepetible. Los signos que realiza, sobre todo hacia los pecadores, hacia las personas pobres, excluidas, enfermas y sufrientes llevan consigo el distintivo de la misericordia. En él todo habla de misericordia. Nada en Él es falto de compasión. Lo que movía a Jesús en todas las circunstancias no era sino la misericordia, con la cual leía el corazón de los interlocutores y respondía a sus necesidades más reales.

Misericordiae Vultus, 1 y 8

Jesucristo es el rostro de la misericordia

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Escuchamos la Palabra de Dios

Pero Dios, que es rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, precisamente cuando estábamos muertos a causa de nuestros pecados, nos hizo revivir con Cristo –¡ustedes han sido salvados gratuitamente!– y con Cristo Jesús nos resucitó y nos hizo reinar con él en el cielo. Así, Dios ha querido demostrar a los tiempos futuros la inmensa riqueza de su gracia por el amor que nos tiene en Cristo Jesús. Porque ustedes han sido salvados por su gracia, mediante la fe. Esto no proviene de ustedes, sino que es un don de Dios; y no es el resultado de las obras, para que nadie se gloríe. Nosotros somos creación suya: fuimos creados en Cristo Jesús, a fin de realizar aquellas buenas obras, que Dios preparó de antemano para que las practicáramos.

Carta de san Pablo a los Efesios 2, 4-10

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Un salmo para alabar

A cada estrofa del salmo repetimos:

Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente:

¿Cuándo iré a contemplar el rostro de Dios?

Como la cierva sedienta
busca las corrientes de agua,
así mi alma suspira
por ti, mi Dios.

Las lágrimas son mi único pan
de día y de noche,
mientras me preguntan sin cesar:
«Dónde está tu Dios?»

¿Por qué te deprimes, alma mía?
¿Por qué te inquietas?
Espera en Dios, y yo volveré a darle gracias,
a él, que es mi salvador y mi Dios

De día, el Señor me dará su gracia;
y de noche, cantaré mi alabanza
al Dios de mi vida.

Salmo 42

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Para reflexionar y/o compartir en grupo

  1. ¿Somos capaces de leer en el corazón de los demás su situación de vida?
  2. ¿Qué cosas nos impiden acercarnos a los demás? Realizar un listado.
  3. ¿Qué actitudes nuestras facilitan el encuentro con el otro? Realizar un listado.
  4. Comparar ambos listados y contrastarlos con el actuar de Jesús.
  5. ¿Los demás perciben en nosotros el rostro misericordioso de Jesús? ¿De qué manera? ¿En qué ocasiones?

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Intenciones

A cada intención respondemos: : ¡Ayúdanos a ser compasivos y misericordiosos como Jesús!

  • Acompaña al Papa Francisco en su misión de anunciar y revelar el misterio del amor, proclamado por Jesús. Oremos…
  • Ilumina a la Iglesia para que cada día demuestre, con su actuar, la riqueza del amor, manifestado en Cristo Jesús. Oremos…
  • Haz que podamos descubrir en nuestros hermanos el rostro sufriente de Jesús. Oremos…
  • Te pedimos que nos ayudes a ser compasivos con nuestros hermanos que sufren, están desamparados y son excluidos de las riquezas de este mundo. Oremos…
  • Ayúdanos a enfrentar, con paciencia y fortaleza, el camino de la enfermedad que nos doblega el espíritu y el cuerpo, cuando afecta nuestras vidas. Oremos…
  • Enséñanos a ser solidarios con todos nuestros hermanos que están pasando por momentos de dolor; convierte nuestra indiferencia, que es otra cara silenciosa de la violencia. Oremos…

Agregamos nuestras intenciones personales y comunitarias…

Rezamos un Padrenuestro, un Avemaría y el Gloria.

Repetimos con convicción la advocación: ¡Jesús, en vos confío!  ¡Jesús, en vos confío!  ¡Jesús, en vos confío!

Oración: Señor del Perdón, que nos enviaste a tu Hijo único, Jesús, para que conozcamos el Camino, la Verdad y la Vida, te pedimos que nunca nos apartemos de la senda que nos conduce a tu divina misericordia. Haz que por sus méritos podamos alcanzar la felicidad y la vida eterna, junto a todos tus hijos en el Reino de los Cielos. A ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. ¡Amén! ¡Aleluya!

Señal de la Cruz

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Compromiso personal del mes

Este mes de mayo voy a perdonar una deuda que tiene pendiente conmigo tal persona. También podré acoger al forastero ayudar en alguna institución católica que colabora con los inmigrantes u otro compromiso similar.

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Para memorizar y rezar durante el mes 

¡María de Guadalupe, ayúdanos a reflejar el rostro misericordioso de Jesús a nuestros hermanos!

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La misericordia en los santos

Cura BrocheroBeato José Gabriel Brochero, el cura gaucho (1840-1914).

Peor que la lepra… En cierta ocasión un hombre le dijo al cura Brochero, luego de que este visitara a un enfermo de lepra.

-Señor Cura, no se exponga tanto a enfermarse… mire que vale más su vida que la de ese hombre. Ya lo ha confesado, déjelo que muera en paz.

-¡Caray, que habías sido bárbaro! Si la lepra no vale nada… La lepra hedionda es la de adentro, y esa no se pega, esa se lava con la caridad…

Al final de su vida, ya estando ciego y leproso, el cura Brochero decía:

-“Aquí me la paso desgranando rosarios…”

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Un cuento para pensar

El pan de Cristo

Víctor, al cabo de unos meses de encontrarse sin trabajo, se vio obligado a recurrir a la mendicidad para sobrevivir, cosa que detestaba profundamente. Una fría tarde de invierno se encontraba en las inmediaciones de un club privado, cuando observó a un hombre y su esposa que entraban al mismo. Víctor le pidió al hombre unas monedas para poder comprarse algo de comer.

–Lo siento, amigo, pero no tengo nada de cambio –replicó éste.

La mujer, que oyó la conversación, preguntó: –¿Qué quería ese pobre hombre?

–Dinero para una comida. Dijo que tenía hambre –respondió su marido.

–Lorenzo, no podemos entrar a comer una comida suntuosa que no necesitamos y ¡dejar a un hombre hambriento aquí afuera!

– ¡Hoy en día hay un mendigo en cada esquina! Seguro que quiere el dinero para beber alcohol.

– ¡Yo tengo un poco de cambio! Le daré algo –replicó la mujer.

Aunque Víctor estaba de espaldas a ellos, oyó todo lo que dijeron. Avergonzado, quería alejarse corriendo de allí, pero en ese momento oyó la voz amable de la mujer que le decía:

–Aquí tiene unas monedas. Consígase algo de comer. Aunque la situación está difícil, no pierda las esperanzas. En alguna parte hay un empleo para usted. Espero que pronto lo encuentre.

–¡Muchas gracias, señora! Me ha ayudado a recobrar ánimo y a comenzar de nuevo. Jamás olvidaré su gentileza.

–Estará usted comiendo el pan de Cristo. Compártalo –dijo ella con una cálida sonrisa –dirigida más bien a un hombre y no a un mendigo.

El hombre encontró un lugar barato donde comer, gastó la mitad de lo que la señora le había dado y resolvió guardar lo que le sobraba para otro día. Comería el pan de Cristo dos días. Víctor sintió como si una descarga eléctrica corría por su interior. ¡El pan de Cristo! En ese preciso instante pensó: “no puedo guardarme el pan de Cristo solamente para mí mismo”. Justo pasaba un anciano. Quizás ese pobre anciano tenga hambre, pensó. Tengo que compartir el pan de Cristo.

–¡Oiga! –exclamó Víctor. ¿Le gustaría entrar y comerse una buena comida? El viejo se dio vuelta y lo miró con descreimiento.

–¿Habla usted en serio, amigo? El hombre no daba crédito a su buena fortuna hasta que se sentó a la mesa, cubierta con un hule y le pusieron delante un plato de guiso caliente. Durante la cena, Víctor notó que el hombre envolvía un pedazo de pan en su servilleta de papel.

–¿Está guardando un poco para mañana? –le preguntó.

–¡No, no…! Es que hay un chico que conozco por donde suelo frecuentar. La ha pasado mal últimamente y estaba llorando cuando lo dejé. Tenía hambre. Le voy a llevar el pan.

¡El pan de Cristo! -recordó nuevamente las palabras de la mujer- y tuvo la extraña sensación de que había un tercer convidado sentado en aquella mesa. A lo lejos, las campanas de una iglesia parecían entonar un viejo himno que había aprendido en la escuela dominical cuando era niño. Los dos hombres llevaron el pan al niño hambriento, que comenzó a engullírselo. De golpe se detuvo y llamó a un perro, un perro perdido y asustado.

–Aquí tienes, perrito. Te doy la mitad –dijo el niño. El pan de Cristo alcanzará también para el hermano cuadrúpedo. El niño había cambiado totalmente de semblante. Se puso de pie y comenzó a vender el periódico con entusiasmo.

–¡Hasta luego! –dijo Víctor al viejo. En alguna parte hay un empleo para usted. Pronto dará con él. No desespere. ¿Sabe? –Su voz se tornó en un susurro- esto que hemos comido, es el pan de Cristo; una señora me lo dijo, cuando me dio aquellas monedas para comprarlo. ¡El futuro nos deparará algo bueno!

Al alejarse el viejo, Víctor se dio vuelta y se encontró con el perro que le olfateaba la pierna. Se agachó para acariciarlo y descubrió que tenía un collar que llevaba grabado la dirección del dueño. Víctor recorrió el largo camino hasta la lujosa casa del dueño y llamó a la puerta. Al salir éste y ver que había encontrado a su perro, se puso contentísimo. De golpe, la expresión de su rostro se tornó seria. Estaba por reprocharle a Víctor -que seguramente había robado el perro para cobrar la recompensa- pero no lo hizo. Víctor ostentaba un cierto aire de dignidad que lo detuvo. En cambio dijo:

–En el periódico vespertino de ayer ofrecí una recompensa. ¡Aquí tiene!

Víctor miró el billete medio aturdido. –No puedo aceptarlo –dijo quedamente-. Sólo quería hacerle un bien al perro y a usted.

–¡Téngalo! Para mí, lo que usted hizo vale mucho más que eso. ¿Le interesaría un empleo? Venga a mi oficina mañana. Me hace mucha falta una persona íntegra como usted. Al volver a emprender Víctor la caminata por la avenida, aquel viejo himno que recordaba de su niñez volvió a sonarle en el alma. Se titulaba “Parte y comparte el Pan de Cristo…”

Adaptación – Autor desconocido

Para disfrutar del buen cine

 

TÍTULO EN CASTELLANO

ORIGEN

DIRECTOR

PROTAGONISTAS

Título Original / Otro Título

AÑO

DURACIÓN

GÉNERO

CALIFICACIÓN

CADENA DE FAVORES

USA

Mimi Leder

H. Hunt/ K. Spacey/H. Osment

Pay it forward

2000

124 min

COMEDIA

ATP

LAS LLAVES DEL REINO

USA

John M. Stahl

Gregory Peck / Vincent Price

The Keys of the Kingdom

1944

147 min

DRAMA

SAM 14

 

Cadena de favores.  Un niño (H. Joel Osment) imagina un curioso sistema para mejorar el mundo; hacer favores desinteresadamente. Su profesor (Kevin Spacey) lo alienta en este cometido y su madre (Helen Hunt) lo va acompañando en su cometido. Para sorpresa de todos, la generosa propuesta causa furor entre la gente. De alguna manera, el film nos está mostrando que cada vez que hacemos algo por los demás, todo alrededor nuestro cambia y nos vamos sintiendo cada día más humanos. Pensando en el mensaje cristiano, las obras de misericordia son el distintivo que debiera caracterizarnos.

Las llaves del Reino.  Este clásico del cine nos muestra al Padre Francis Chisholm (Gregory Peck), un misionero de origen escocés que se encuentra trabajando en la China de los años treinta, donde la pobreza extrema y despotismo de sus gobernantes son moneda corriente. El Padre Francis, rodeado de un ambiente hostil a la religión católica, va enfrentándose a las dificultades y logra, a través de su bondad y amor al prójimo, ganarse el corazón de sus parroquianos. La película muestra cómo la misericordia es un lenguaje universal que llega a todos los hombres y mujeres de todos los tiempos.

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·   CADENA DE FAVORES

USA

Mimi Leder

H. Hunt/ K. Spacey/H. Osment

Pay it forward

2000

124 min

COMEDIA

ATP

·   LAS LLAVES DEL REINO

USA

John M. Stahl

Gregory Peck / Vincent Price

The Keys of the Kingdom

1944

147 min

DRAMA

SAM 14

Guía para vivir el Año Santo de la Misericordia junto al Papa Francisco: Junio 2016

Guía para vivir el Año Santo de la Misericordia junto al Papa Francisco: Abril 2016

Nos será inútil en este contexto recordar la relación existente entre justicia y misericordia. No son dos momentos contrastantes entre sí, sino un solo momento que se desarrolla progresivamente hasta alcanzar su ápice en la plenitud del amor… La misericordia no es contraria a la justicia sino que expresa el comportamiento de Dios hacia el pecador, ofreciéndole una ulterior posibilidad para examinarse, convertirse y creer… 

firmafrancisco

(Misericordiae Vultus, 20)

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Dios va más allá de la justicia, con la misericordia y el perdón

Escuchamos al Papa Francisco

Nos será inútil en este contexto recordar la relación existente entre justicia y misericordia. No son dos momentos contrastantes entre sí, sino un solo momento que se desarrolla progresivamente hasta alcanzar su ápice en la plenitud del amor… La misericordia no es contraria a la justicia sino que expresa el comportamiento de Dios hacia el pecador, ofreciéndole una ulterior posibilidad para examinarse, convertirse y creer… Si Dios se detuviera en la justicia, dejaría de ser Dios; sería como todos los hombres que invocan respeto por la ley. La justicia por sí misma no basta, y la experiencia enseña que apelando solamente a ella se corre el riesgo de destruirla. Por esto, Dios va más allá de la justicia con la misericordia y el perdón. Esto no significa restarle valor a la justicia o hacerla superflua, al contrario. Quien se equivoca deberá expiar la pena. Solo que este no es el fin, sino el inicio de la conversión, porque se experimenta la ternura del perdón. Dios no rechaza la justicia. Él la engloba y la supera en un evento superior donde se experimenta el amor que está a la base de una verdadera justicia… Esta justicia de Dios es la misericordia concedida a todos como gracia en razón de la muerte y resurrección de Jesucristo. La Cruz de Cristo, entonces, es el juicio de Dios sobre todos nosotros y sobre el mundo, porque nos ofrece la certeza del amor y de la vida nueva.

Misericordiae Vultus, 20

¡Qué grandes son tus obras, Señor, qué profundos tus designios!

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Escuchamos la Palabra de Dios

Cuando Israel era niño, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo. Pero cuanto más los llamaba, más se alejaban de mí; ofrecían sacrificios a los Baales y quemaban incienso a los ídolos. ¡Y yo había enseñado a caminar a Efraím, lo tomaba por los brazos! Pero ellos no reconocieron que yo los cuidaba. Yo los atraía con lazos humanos, con ataduras de amor; era para ellos como los que alzan a una criatura contra sus mejillas, me inclinaba hacia él y le daba de comer. Efraím volverá a Egipto y Asiria será su rey, porque rehusaron volver a mí. La espada hará estragos en sus ciudades, destrozará los barrotes de sus puertas y los devorará a causa de sus intrigas. Mi pueblo está aferrado a su apostasía: se los llama hacia lo alto, pero ni uno solo se levanta. ¿Cómo voy a abandonarte, Efraím? ¿Cómo voy a entregarte, Israel? ¿Cómo voy a tratarte como a Admá o a dejarte igual que Seboím? Mi corazón se convulsiona dentro de mí, y al mismo tiempo se estremecen mis entrañas. No daré curso al furor de mi cólera, no volveré a destruir a Efraín, porque soy Dios, no un hombre; el Santo en medio de ti y no es mi deseo aniquilar…

Oseas 11, 1-9

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Un salmo para alabar

A cada estrofa del salmo repetimos:

¡Qué grandes son tus obras, Señor, qué profundos tus designios!

Es bueno dar gracias al Señor,
y cantar, Dios Altísimo, a tu Nombre;
proclamar tu amor de madrugada,
y tu fidelidad en las vigilias de la noche,
con el arpa de diez cuerdas y la lira,
con música de cítara.

Tú me alegras, Señor, con tus acciones,
cantaré jubiloso por la obra de tus manos.
El hombre insensato no conoce
y el necio no entiende estas cosas.

El justo florecerá como la palmera,
crecerá como los cedros del Líbano:
trasplantado en la Casa del Señor,
florecerá en los atrios de nuestro Dios.

En la vejez seguirá dando frutos,
se mantendrá fresco y frondoso,
para proclamar qué justo es el Señor, mi Roca,
en quien no existe la maldad.

Salmo 92

*  *  *

Para reflexionar y/o compartir en grupo

  1. Pensamos en situaciones en nuestras vidas en las que reclamamos justicia o que percibimos que fueron muy injustos con nosotros. ¿Qué sentimos en dichos momentos? Realizamos una pequeña lista. La compartimos en grupos de a cuatro.
  2. ¿En qué situaciones consideramos que el perdón sería superador de la justicia? Pensemos ejemplos concretos. 
  3. Compartimos lo que nos sugiere la frase del Papa Francisco: “La justicia de Dios es su perdón”.
  4. ¿Creemos que es posible compatibilizar justicia con misericordia? ¿De qué manera? 
  5. ¿Qué nos enseñó Jesús al respecto? ¿En qué episodios evangélicos Jesús nos mostró que es posible entender que la misericordia va más allá de la justicia?

*  *  *

Intenciones

A cada intención respondemos: ¡Señor de la Paciencia, te rogamos que conviertas nuestro corazón de piedra en un corazón sensible!

  • Protege al el Papa Francisco y haz que su testimonio valiente de la Misericordia de Dios sirva de unión entre todos los pueblos. Oremos… 
  • Te pedimos que la misericordia sea la regla de vida de todos los discípulos de Jesús, reunidos en su Iglesia. Oremos… 
  • Enséñanos a ser justos, pero sobre todo, ayúdanos a ser misericordiosos con nuestros hermanos. Oremos… 
  • Padre, te suplicamos que salves nuestras almas, liberándolas de todas nuestras limitaciones, para que los frutos de nuestras obras sean manifestaciones de tu amor. Oremos… 
  • Te pedimos que cambies nuestras decisiones egoístas, nuestra arrogancia, nuestra tristeza y toda huella negativa que se encuentre en nuestro interior. Oremos… 
  • Te pedimos perdón por todos los aquellos a quienes hemos herido, para que por la intercesión de Jesús Misericordioso, nos ayudes a reconciliarnos con ellos y sanar sus heridas. Oremos…

Agregamos nuestras intenciones personales y comunitarias…

Rezamos un Padrenuestro, un Avemaría y el Gloria.

Repetimos con convicción la advocación: ¡Jesús, en vos confío!  ¡Jesús, en vos confío!  ¡Jesús, en vos confío!

Oración: : Señor de la Paciencia, por el don de tu gracia, abres las puertas de nuestro corazón, para que podamos experimentar tu consuelo y perdón. Te rogamos que nos ayudes a ser misericordiosos con nuestros hermanos y que, por el don de la fe en Jesús, nos traigas la Salvación. ¡Por tu gran misericordia, perdona nuestras faltas y ayúdanos a vivir conforme a tu Palabra! Te lo pedimos a Ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. ¡Amén! ¡Aleluya!

Señal de la Cruz

*  *  *

Compromiso personal del mes

Este mes de abril voy a reconciliarme con aquel familiar o amigo que hace tiempo que estoy distanciado. También podré consolar a aquel prójimo que está triste, angustiado o deprimido u otro compromiso similar…

*  *  *

Para memorizar y rezar durante el mes 

¡María de Guadalupe, ayúdanos a ir más allá de la justicia, con la misericordia y el perdón!

*  *  *

La misericordia en los santos

Senta Teresita del Niño JesúsSanta Teresita del Niño Jesús (1873-1897). Jesús hace dulce hasta lo más amargo.

Cuenta la misma Santa Teresita: “Un día, en la recreación, me dijo con aire muy satisfecho más o menos estas palabras:-¿Querría decirme, hermana Teresa del Niño Jesús, qué es lo que la atrae tanto en mí? Siempre que me mira, la veo sonreír. ¡Ay!, lo que me atraía era Jesús, escondido en el fondo de su alma… Jesús, que hace dulce hasta lo más amargo… Le respondí que sonreía porque me alegraba verla (por supuesto que no añadí que era bajo un punto de vista espiritual).”

*  *  *

Un cuento para pensar

El herido y el capellán

Cuentan que un capellán, se aproximó a un herido en medio del fragor de la batalla y le preguntó:

–¿Quieres que te lea la Biblia?

–Primero dame agua que tengo sed, dijo el herido.

El capellán le convidó el último trago de su cantimplora, aunque sabía que no había más agua en kilómetros a la redonda.

–¿Ahora? –preguntó nuevamente el capellán.

–Primero dame de comer, suplicó el herido.

El capellán le dio el último mendrugo de pan que atesoraba en su mochila.

–Tengo frío, fue el siguiente clamor, y el hombre de Dios se despojó de su abrigo de campaña, pese al frío que calaba los huesos y cubrió al lesionado.

–Ahora sí –le dijo al capellán.  Háblame de ese Dios que te hizo darme tu último sorbo de agua, tu último mendrugo y tu único abrigo.  ¡Quiero conocerlo en su bondad…!

Adaptación – Autor desconocido

Para disfrutar del buen cine


TÍTULO EN CASTELLANO

ORIGEN

DIRECTOR

PROTAGONISTAS

Título Original / Otro Título

AÑO

DURACIÓN

GÉNERO

CALIFICACIÓN

ROMERO

USA

John Duigan

Richard Jordan / Raul Juliá

Romero, el santo del pueblo

1989

100 min

Testimonial

SAM 14

Sonata para un hombre bueno

alemania

F. Gallenberger

Ulrich Tukur / Daniel Brühl

John Rabe

2009

134 min

draM BIOGRAF

SAM 13

Romero.  Narra la vida de Mons. Oscar Romero (Raul Juliá), arzobispo del Salvador, que se dedicó trabajar por los más pobres, a criticar la desigualdad social y a la defensa de los derechos humanos.  Mons. Romero murió asesinado, en el año 1980; precisamente, en el momento que celebraba Misa del Domingo de Ramos, como un signo preclaro de quienes entregan sus vidas a los demás y a la causa del Evangelio.

Sonata para un hombre bueno.  Basada en hechos reales, durante la invasión japonesa a China (1937-1938).  John Rabe (Ulrich Tukur) era un empresario alemán exitoso radicado en China.  Tras la invasión de China, arriesgando su vida, sus posesiones y su prestigio, libró de la muerte a más de 200.000 chinos durante la masacre de Nanking.  Su acción decidida en defensa de toda vida humana, nos muestra cómo podemos alcanzar la justicia y el perdón a través de la misericordia.

*  *  *

    Marzo 2016    <<    Índice general    >>    Mayo 2016    

*  *  *

Guía para vivir el Año Santo de la Misericordia junto al Papa Francisco: Junio 2016

Guía para vivir el Año Santo de la Misericordia junto al Papa Francisco: Abril 2016

Es propio de Dios usar misericordia y especialmente en esto se manifiesta su omnipotencia”. Estas palabras de santo Tomás de Aquino muestran cuánto la misericordia divina no es en absoluto un signo de debilidad, sino más bien la cualidad de la omnipotencia de Dios. Es por esto que la liturgia, en una de las colectas más antiguas, invita a orar diciendo: ¡Oh, Dios, que revelas tu omnipotencia sobre todo en la misericordia y el perdón! Dios será siempre para la humanidad como Aquél que está presente, cercano, providente, santo y misericordioso.

«Paciente y misericordioso» es el binomio que a menudo aparece en el Antiguo Testamento para describir la naturaleza de Dios. Su ser misericordioso se constata concretamente en tantas acciones de la historia de la salvación donde su bondad prevalece por encima del castigo y la destrucción. Así pues, la misericordia de Dios no es una idea abstracta, sino una realidad concreta con la cual Él revela su amor, que es como el de un padre o una madre que se conmueven en lo más profundo de sus entrañas por el propio hijo. Vale decir que se trata realmente de un amor “visceral”. Proviene desde lo más íntimo como un sentimiento profundo, natural, hecho de ternura y compasión, de indulgencia y de perdón.

firmafrancisco

(Misericordiae Vultus, 6)

*  *  *

Dios va más alla de la justicia, con la misericordia y el perdón

Escuchamos al Papa Francisco

ABRIL 2016

Dios va más allá de la justicia,

con la misericordia y el perdón

 Escuchamos al Papa Francisco

“Nos será inútil en este contexto recordar la relación existente entre justicia y misericordia. No son dos momentos contrastantes entre sí, sino un solo momento que se desarrolla progresivamente hasta alcanzar su ápice en la plenitud del amor…   La misericordia no es contraria a la justicia sino que expresa el comportamiento de Dios hacia el pecador, ofreciéndole una ulterior posibilidad para examinarse, convertirse y creer…  Si Dios se detuviera en la justicia, dejaría de ser Dios; sería como todos los hombres que invocan respeto por la ley.  La justicia por sí misma no basta, y la experiencia enseña que apelando solamente a ella se corre el riesgo de destruirla.  Por esto, Dios va más allá de la justicia con la misericordia y el perdón. Esto no significa restarle valor a la justicia o hacerla superflua, al contrario. Quien se equivoca deberá expiar la pena. Solo que este no es el fin, sino el inicio de la conversión, porque se experimenta la ternura del perdón. Dios no rechaza la justicia.  Él la engloba y la supera en un evento superior donde se experimenta el amor que está a la base de una verdadera justicia…  Esta justicia de Dios es la misericordia concedida a todos como gracia en razón de la muerte y resurrección de Jesucristo.  La Cruz de Cristo, entonces, es el juicio de Dios sobre todos nosotros y sobre el mundo, porque nos ofrece la certeza del amor y de la vida nueva.”

Misericordiae Vultus, 20

  Escuchamos la Palabra de Dios

“Cuando Israel era niño, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo.  Pero cuanto más los llamaba, más se alejaban de mí; ofrecían sacrificios a los Baales y quemaban incienso a los ídolos.  ¡Y yo había enseñado a caminar a Efraím, lo tomaba por los brazos!  Pero ellos no reconocieron que yo los cuidaba.  Yo los atraía con lazos humanos, con ataduras de amor; era para ellos como los que alzan a una criatura contra sus mejillas, me inclinaba hacia él y le daba de comer.  Efraím volverá a Egipto y Asiria será su rey, porque rehusaron volver a mí.  La espada hará estragos en sus ciudades, destrozará los barrotes de sus puertas y los devorará a causa de sus intrigas.  Mi pueblo está aferrado a su apostasía: se los llama hacia lo alto, pero ni uno solo se levanta.  ¿Cómo voy a abandonarte, Efraím? ¿Cómo voy a entregarte, Israel? ¿Cómo voy a tratarte como a Admá o a dejarte igual que Seboím?  Mi corazón se convulsiona dentro de mí, y al mismo tiempo se estremecen mis entrañas. No daré curso al furor de mi cólera, no volveré a destruir a Efraín, porque soy Dios, no un hombre; el Santo en medio de ti y no es mi deseo aniquilar…”

Libro del Profeta Oseas 11, 1-9

Un salmo para alabar.  A cada estrofa del salmo repetimos:

¡Qué grandes son tus obras, Señor,

qué profundos tus designios!

Es bueno dar gracias al Señor,

y cantar, Dios Altísimo, a tu Nombre;

proclamar tu amor de madrugada,

y tu fidelidad en las vigilias de la noche,

con el arpa de diez cuerdas y la lira,

con música de cítara.

Tú me alegras, Señor, con tus acciones,

cantaré jubiloso por la obra de tus manos.

El hombre insensato no conoce

y el necio no entiende estas cosas.

El justo florecerá como la palmera,

crecerá como los cedros del Líbano:

trasplantado en la Casa del Señor,

florecerá en los atrios de nuestro Dios.

En la vejez seguirá dando frutos,

se mantendrá fresco y frondoso,

para proclamar qué justo es el Señor,

mi Roca, en quien no existe la maldad.

Salmo 92

Para reflexionar y/o compartir en grupo

  1. Pensamos en situaciones en nuestras vidas en las que reclamamos justicia o que percibimos que fueron muy injustos con nosotros.  ¿Qué sentimos en dichos momentos?  Realizamos una pequeña lista.  La compartimos en grupos de a cuatro.
  2. ¿En qué situaciones consideramos que el perdón sería superador de la justicia?  Pensemos ejemplos concretos. 
  3. Compartimos lo que nos sugiere la frase del Papa Francisco: “La justicia de Dios es su perdón”.
  4. ¿Creemos que es posible compatibilizar justicia con misericordia?  ¿De qué manera? 
  5. ¿Qué nos enseñó Jesús al respecto?  ¿En qué episodios evangélicos Jesús nos mostró que es posible entender que la misericordia va más allá de la justicia?

 

Intenciones.  A cada intención respondemos: ¡Señor de la Paciencia, te rogamos que conviertas nuestro corazón de piedra en un corazón sensible!

–        Protege al el Papa Francisco y haz que su testimonio valiente de la Misericordia de Dios sirva de unión entre todos los pueblos.  Oremos…

–        Te pedimos que la misericordia sea la regla de vida de todos los discípulos de Jesús, reunidos en su Iglesia.  Oremos…

–        Enséñanos a ser justos, pero sobre todo, ayúdanos a ser misericordiosos con nuestros hermanos. Oremos…

–        Padre, te suplicamos que salves nuestras almas, liberándolas de todas nuestras limitaciones, para que los frutos de nuestras obras sean manifestaciones de tu amor.  Oremos…

–        Te pedimos que cambies nuestras decisiones egoístas, nuestra arrogancia, nuestra tristeza y toda huella negativa que se encuentre en nuestro interior.  Oremos…

–        Te pedimos perdón por todos los aquellos a quienes hemos herido, para que por la intercesión de Jesús Misericordioso, nos ayudes a reconciliarnos con ellos y sanar sus heridas.  Oremos…

Agregamos nuestras intenciones personales y comunitarias…

 

Rezamos un Padrenuestro, un Avemaría y el Gloria.

 

Repetimos con convicción la advocación: ¡Jesús, en vos confío!  ¡Jesús, en vos confío!  ¡Jesús, en vos confío!

 

Oración: Señor de la Paciencia, por el don de tu gracia, abres las puertas de nuestro corazón, para que podamos experimentar tu consuelo y perdón.  Te rogamos que nos ayudes a ser misericordiosos con nuestros hermanos y que, por el don de la fe en Jesús, nos traigas la Salvación.  ¡Por tu gran misericordia, perdona nuestras faltas y ayúdanos a vivir conforme a tu Palabra!  Te lo pedimos a Ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos.  ¡Amén!  ¡Aleluya!

… Señal de la Cruz

Compromiso personal del mes.  Este mes de abril voy a reconciliarme con aquel familiar o amigo que hace tiempo que estoy distanciado.  También podré consolar a aquel prójimo que está triste, angustiado o deprimido u otro compromiso similar…

 

Para memorizar y rezar durante el mes: ¡María de Guadalupe, ayúdanos a ir más allá de la justicia, con la misericordia y el perdón!

 

La misericordia en los santos

 

Santa Teresita del Niño Jesús (1873-1897).  Jesús hace dulce hasta lo más amargo. Cuenta la misma Santa Teresita: “Un día, en la recreación, me dijo con aire muy satisfecho más o menos estas palabras:-¿Querría decirme, hermana Teresa del Niño Jesús, qué es lo que la atrae tanto en mí? Siempre que me mira, la veo sonreír.  ¡Ay!, lo que me atraía era Jesús, escondido en el fondo de su alma… Jesús, que hace dulce hasta lo más amargo… Le respondí que sonreía porque me alegraba verla (por supuesto que no añadí que era bajo un punto de vista espiritual).”

Un cuento para rumiar

 

EL HERIDO Y EL CAPELLÁN

Cuentan que un capellán, se aproximó a un herido en medio del fragor de la batalla y le preguntó:

–¿Quieres que te lea la Biblia?

–Primero dame agua que tengo sed, dijo el herido.

El capellán le convidó el último trago de su cantimplora, aunque sabía que no había más agua en kilómetros a la redonda.

–¿Ahora? –preguntó nuevamente el capellán.

–Primero dame de comer, suplicó el herido.

El capellán le dio el último mendrugo de pan que atesoraba en su mochila.

–Tengo frío, fue el siguiente clamor, y el hombre de Dios se despojó de su abrigo de campaña, pese al frío que calaba los huesos y cubrió al lesionado.

–Ahora sí –le dijo al capellán.  Háblame de ese Dios que te hizo darme tu último sorbo de agua, tu último mendrugo y tu único abrigo.  ¡Quiero conocerlo en su bondad…!

Adaptación – Autor desconocido

Para disfrutar del buen cine


  • TÍTULO EN CASTELLANO

ORIGEN

DIRECTOR

PROTAGONISTAS

Título Original / Otro Título

AÑO

DURACIÓN

GÉNERO

CALIFICACIÓN

  • ROMERO

USA

John Duigan

Richard Jordan / Raul Juliá

Romero, el santo del pueblo

1989

100 min

Testimonial

SAM 14

  • Sonata para un hombre bueno

alemania

F. Gallenberger

Ulrich Tukur / Daniel Brühl

John Rabe

2009

134 min

draM BIOGRAF

SAM 13

Romero.  Narra la vida de Mons. Oscar Romero (Raul Juliá), arzobispo del Salvador, que se dedicó trabajar por los más pobres, a criticar la desigualdad social y a la defensa de los derechos humanos.  Mons. Romero murió asesinado, en el año 1980; precisamente, en el momento que celebraba Misa del Domingo de Ramos, como un signo preclaro de quienes entregan sus vidas a los demás y a la causa del Evangelio.

Sonata para un hombre bueno.  Basada en hechos reales, durante la invasión japonesa a China (1937-1938).  John Rabe (Ulrich Tukur) era un empresario alemán exitoso radicado en China.  Tras la invasión de China, arriesgando su vida, sus posesiones y su prestigio, libró de la muerte a más de 200.000 chinos durante la masacre de Nanking.  Su acción decidida en defensa de toda vida humana, nos muestra cómo podemos alcanzar la justicia y el perdón a través de la misericordia.

Guía para vivir el Año Santo de la Misericordia junto al Papa Francisco: Junio 2016

Guía para vivir el Año Santo de la Misericordia junto al Papa Francisco: Marzo 2016

Es propio de Dios usar misericordia y especialmente en esto se manifiesta su omnipotencia”. Estas palabras de santo Tomás de Aquino muestran cuánto la misericordia divina no es en absoluto un signo de debilidad, sino más bien la cualidad de la omnipotencia de Dios. Es por esto que la liturgia, en una de las colectas más antiguas, invita a orar diciendo: ¡Oh, Dios, que revelas tu omnipotencia sobre todo en la misericordia y el perdón! Dios será siempre para la humanidad como Aquél que está presente, cercano, providente, santo y misericordioso.

«Paciente y misericordioso» es el binomio que a menudo aparece en el Antiguo Testamento para describir la naturaleza de Dios. Su ser misericordioso se constata concretamente en tantas acciones de la historia de la salvación donde su bondad prevalece por encima del castigo y la destrucción. Así pues, la misericordia de Dios no es una idea abstracta, sino una realidad concreta con la cual Él revela su amor, que es como el de un padre o una madre que se conmueven en lo más profundo de sus entrañas por el propio hijo. Vale decir que se trata realmente de un amor “visceral”. Proviene desde lo más íntimo como un sentimiento profundo, natural, hecho de ternura y compasión, de indulgencia y de perdón.

firmafrancisco

(Misericordiae Vultus, 6)

*  *  *

Dios es más omnipotente cuando muestra misericordia

Escuchamos al Papa Francisco

Es propio de Dios usar misericordia y especialmente en esto se manifiesta su omnipotencia”.  Estas palabras de santo Tomás de Aquino muestran cuánto la misericordia divina no es en absoluto un signo de debilidad, sino más bien la cualidad de la omnipotencia de Dios.  Es por esto que la liturgia, en una de las colectas más antiguas, invita a orar diciendo: ¡Oh, Dios, que revelas tu omnipotencia sobre todo en la misericordia y el perdón!  Dios será siempre para la humanidad como Aquél que está presente, cercano, providente, santo y misericordioso.

“Paciente y misericordioso” es el binomio que a menudo aparece en el Antiguo Testamento para describir la naturaleza de Dios.  Su ser misericordioso se constata concretamente en tantas acciones de la historia de la salvación donde su bondad prevalece por encima del castigo y la destrucción.  Así pues, la misericordia de Dios no es una idea abstracta, sino una realidad concreta con la cual Él revela su amor, que es como el de un padre o una madre que se conmueven en lo más profundo de sus entrañas por el propio hijo.  Vale decir que se trata realmente de un amor “visceral”.  Proviene desde lo más íntimo como un sentimiento profundo, natural, hecho de ternura y compasión, de indulgencia y de perdón.”

Misericordiae Vultus, 6

salmo145

*  *  *

Escuchamos la Palabra de Dios

El Señor pasó delante de Moisés y exclamó: «El Señor es un Dios compasivo y bondadoso, lento para enojarse, y pródigo en amor y fidelidad.  Él mantiene su amor a lo largo de mil generaciones y perdona la culpa, la rebeldía y el pecado…

Éxodo 34, 6-7

Tan cierto como que estoy vivo, palabra de Yavé, que no deseo la muerte del malvado, sino que renuncie a su mala conducta y viva…

Ezequiel 33, 11

*  *  *

Un salmo para alabar

A cada estrofa del salmo repetimos:

¡Piedad, Señor, pecamos contra ti!

Crea en mí, Dios mío, un corazón puro,

y renueva la firmeza de mi espíritu.

No me arrojes lejos de tu presencia

ni retires de mí tu santo espíritu.

Devuélveme la alegría de tu salvación,

que tu espíritu generoso me sostenga:

yo enseñaré tu camino a los impíos

y los pecadores volverán a ti.

¡Líbrame de la muerte, Dios, salvador mío,

y mi lengua anunciará tu justicia!

Abre mis labios, Señor,

y mi boca proclamará tu alabanza.

Los sacrificios no te satisfacen;

si ofrezco un holocausto, no lo aceptas:

mi sacrificio es un espíritu contrito,

tú no desprecias el corazón contrito y humillado.

Salmo 51, 12-21

*  *  *

Para reflexionar y/o compartir en grupo

  1. Pensemos en situaciones concretas de nuestras vidas en que pudimos tener misericordia con los demás.  ¿Qué sentimos en esos momentos?
  2. ¿La omnipotencia y la misericordia son conceptos contrapuestos?  Justifiquemos y compartamos nuestras respuestas.
  3. En el ambiente que nos movemos todos los días: nuestra familia, el estudio, el trabajo, nuestro grupo de pertenencia, entre otros próximos, ¿con quiénes creemos que tendríamos que ser más pacientes y misericordiosos?
  4. ¿Qué podemos hacer concretamente para acercarnos a aquellos que están sufriendo alrededor nuestro?
  5. En grupo, pensar cinco acciones concretas para aliviar el sufrimiento de nuestro prójimo.  Concretar y definir a quiénes, cómo, cuándo, con qué recursos, en qué momento, por cuánto tiempo…  Plasmarlo en un afiche.

*  *  *

Intenciones

A cada intención respondemos: ¡Señor de la Misericordia, te pedimos que habites en nuestro corazón!

Te pedimos por el Papa Francisco para que pueda seguir proclamando a todo el mundo el rostro misericordioso de Dios Padre.  Oremos…

Haz que tu Iglesia pueda expresar tu amor misericordioso, de manera visible y tangible para el mundo.  Oremos…

Ayúdanos a hacer de tu misericordia nuestra experiencia de vida.  Oremos…

Te rogamos que nos permitas descubrir que lo importante en la vida es amar a nuestros hermanos como lo hizo Jesús.  Oremos…

Enséñanos a ser pacientes y misericordiosos con nuestros hermanos.  Oremos…

Ayúdanos a construir una patria más justa, fraterna y solidaria; de manera que  podamos descubrir tu grandeza a través de tu misericordia divina.  Oremos…

Agregamos nuestras intenciones personales y comunitarias…

Rezamos un Padrenuestro, un Avemaría y el Gloria.

Repetimos con convicción la advocación: ¡Jesús, en vos confío!  ¡Jesús, en vos confío!  ¡Jesús, en vos confío!

Oración: Padre, que tu amor Divino venga en nuestro auxilio y nos haga cada día más misericordiosos.  Atraviésanos con tu Misericordia y haz de nuestras vidas un lugar de luz, para nosotros, nuestras familias, nuestra patria y todos aquellos que nos rodean y necesitan.  ¡Te lo pedimos a través de Jesús Misericordioso!  ¡Amén! 

Señal de la Cruz

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Compromiso personal del mes

Este mes de marzo voy a perdonar de corazón a alguien que me hizo un mal sin haberse dado cuenta.  También podré dar consejo y apoyo al que lo necesita  u otro compromiso similar…

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Para memorizar y rezar durante el mes 

¡María de Guadalupe, ayúdanos a manifestar la misericordia de Dios a nuestros hermanos!

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La misericordia en los santos

San Francisco de AsísSan Francisco de Asís (1182-1226).  Por el amor de Dios.  Un día, estando Francisco en la tienda donde solía vender telas, y enfrascado en reflexiones relativas a su comercio, se le presentó un mendigo pidiéndole limosna por el amor de Dios. Absorto en sus afanes de lucro y en las preocupaciones de su negocio, lo echó, negándole la limosna. Pero después que el pobre se fue, Francisco, movido por la gracia divina, empezó a reprocharse su falta de cortesía, diciéndose: “Si este mendigo te hubiera pedido algo en nombre de algún noble o persona importante, le hubieras dado cuanto te pedía. ¡Con mayor razón debiste hacerlo cuando te pedía algo en nombre del Rey de reyes y Señor de todos!”  A partir de ese momento se comprometió a nunca negarle nada a quien le pidiera ayuda en el nombre del Señor. Y, llamando al mendigo, le dio una abundante limosna.

*  *  *

Un cuento para pensar

LA SILLA VACÍA

Analía, angustiada, se acercó a la parroquia para pedirle al Padre Martín que fuera a su casa para realizar una oración por su padre, Roberto, que estaba muy enfermo. Cuando el sacerdote llegó a la habitación de Roberto, encontró a este hombre en su cama con la cabeza alzada por un par de almohadas. Había una silla al lado de su cama, por lo que el sacerdote pensó que el hombre sabía que vendría a verlo.

—¡Supongo, que me estaba esperando! —le dijo.

—¡No! ¿Quién es usted? —contestó Roberto.

—Soy el sacerdote que su hija llamó para realizar una oración; cuando vi la silla vacía al lado de su cama, sospeché que usted sabía que yo vendría a visitarlo.

—¡Oh, sí!  ¡La silla…! —exclamó el enfermo.

—¿Le importaría cerrar la puerta?

El Padre Martín, sorprendido, la cerró.

—Nunca le he dicho esto a nadie, pero toda mi vida la he pasado sin saber cómo orar.  Cuando he estado en la iglesia, siempre escuché que se debía orar y los beneficios que de esta actitud se desprenden; pero, la verdad es que esto de la oración me entró por un oído y salió por otro, pues nunca tuve idea de cómo hacerlo.  Entonces, hace mucho tiempo abandoné por completo la oración.  Esto ha sido así hasta hace unos cuatro años, cuando conversando con mi mejor amigo me dijo:

—Roberto, esto de la oración es simplemente tener una conversación con Jesús. Así es como te sugiero que lo hagas: te sientas en una silla y colocas otra silla vacía, enfrente tuyo.  Luego, con fe, miras a Jesús sentado delante de ti.  No es algo alocado el hacerlo, pues Él nos dijo: “Yo estaré siempre con ustedes”. Por lo tanto, le hablas y lo escuchas, de la misma manera como lo estás haciendo conmigo ahora.

—La cuestión es que lo hice una vez y, ¡me gustó tanto, que lo he seguido haciendo unas dos horas diarias, desde entonces!  Siempre tengo mucho cuidado que no me vaya a ver mi hija, pues me internaría en un asilo para ancianos.

El Padre Martín sintió una gran emoción al escuchar esto y le dijo a Roberto que era muy bueno lo que había estado haciendo, y que no cesara de hacerlo. Luego hizo una oración con él, le dio una bendición y volvió a su parroquia.

Dos días después, la hija de Roberto llamó al sacerdote para decirle que su padre había fallecido.  El sacerdote le preguntó:

—¿Falleció en paz?

—¡Sí!  Cuando salía de casa, a eso de las dos de la tarde, me llamó y fui a verlo.  Me dijo lo mucho que me quería y me dio un beso.  Cuando regresé de hacer compras, una hora más tarde, ya lo encontré muerto.  Pero, hay algo extraño con respecto a su muerte.  Aparentemente, justo antes de morir, se acercó a la silla que estaba al lado de su cama y recostó su cabeza en ella, pues así lo encontré.

—¿Qué cree, usted, que pueda significar esto?

El Padre Martín, se secó las lágrimas de emoción y le respondió:

—¡Ojalá, que todos nos pudiésemos ir de la misma manera…!

Autor desconocido

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Para disfrutar del buen cine


TÍTULO EN CASTELLANO

ORIGEN

DIRECTOR

PROTAGONISTAS

Título Original / Otro Título

AÑO

DURACIÓN

GÉNERO

CALIFICACIÓN

Ben-Hur

usa

William Wyler

Charlton Heston / Jack Hawkins

1959

212 min

Épico / relig

ATP

Madre Teresa

ITALIA

Fabrizio Costa

Olivia Hussey / S. Somma

2003

180 min

BIOGRAFÍA

  • atp

Ben-Hur.  En la Antigua Roma, del siglo I, Judá Ben-Hur (Charlton Heston), hijo de una familia noble de Jerusalén y Mesala (Stephen Boyd), tribuno romano, eran amigos desde la infancia.  Un accidente los transforma en enemigos irreconciliables: Ben-Hur es acusado de atentar contra la vida del gobernador romano y Mesala manda encarcelarlo a él y a su familia. Mientras Ben-Hur es trasladado a las galeras para cumplir su condena, un hombre, llamado Jesús de Nazaret, se apiada de él y le da de beber.  Este encuentro fortuito, lleno de amor y con la mirada misericordiosa de Jesús va cambiando la vida de Ben-Hur.  Finalmente es liberado y sale en busca de su madre y su hermana; a quienes encuentra, precisamente, durante los hechos de la pasión, muerte y resurrección de Jesús.  Esta obra del cine clásico, nos habla de la confianza en Jesús Resucitado y de la misericordia, como característica distintiva de los primeros cristianos.

Madre Teresa.  Hacia la mitad del siglo XX, la ciudad de Calcuta recibe el triste mote de “la cloaca del mundo”.  Desheredados, enfermos, moribundos yacen desesperados por doquier y abandonados a su suerte.  En medio de todo este sufrimiento surge una monja, la Madre Teresa (Olivia Hussey) que funda una congregación de religiosas que se dedica en cuerpo y alma a ayudar a los pobres, a curar a los leprosos que mueren en las calles, a cuidar a los huérfanos y niños abandonados, a acompañar a los moribundos hacia su muerte…  El camino de la Madre Teresa no está exento de problemas, pero nos muestra que la fe en Dios y la abnegación en la entrega al prójimo, sin recibir nada a cambio, es el camino de quienes siguen a Jesús.

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    Febrero 2016    <<    Índice general    >>    Abril 2016    

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Guía para vivir el Año Santo de la Misericordia junto al Papa Francisco: Junio 2016

Guía para vivir el Año Santo de la Misericordia junto al Papa Francisco: Febrero 2016

La peregrinación es un signo peculiar en el Año Santo, porque es imagen del camino que cada persona realiza en su existencia. La vida es una peregrinación y el ser humano es viator, un peregrino que recorre su camino hasta alcanzar la meta anhelada. También para llegar a la Puerta Santa en Roma y en cualquier otro lugar, cada uno deberá realizar, de acuerdo con las propias fuerzas, una peregrinación. Esto será un signo del hecho que también la misericordia es una meta por alcanzar y que requiere compromiso y sacrificio. La peregrinación, entonces, sea estímulo para la conversión: atravesando la Puerta Santa nos dejaremos abrazar por la misericordia de Dios y nos comprometeremos a ser misericordiosos con los demás como el Padre lo es con nosotros.

En el texto de Lucas, el Señor Jesús indica las etapas de la peregrinación mediante la cual es posible alcanzar esta meta. Dice, ante todo, no juzgar y no condenar. Si no se quiere incurrir en el juicio de Dios, nadie puede convertirse en el juez del propio hermano. Los hombres ciertamente con sus juicios se detienen en la superficie, mientras el Padre mira el interior. ¡Cuánto mal hacen las palabras cuando están motivadas por sentimientos de celos y envidia! Hablar mal del propio hermano en su ausencia equivale a exponerlo al descrédito, a comprometer su reputación y a dejarlo a merced del chisme. No juzgar y no condenar significa, en positivo, saber percibir lo que de bueno hay en cada persona y no permitir que deba sufrir por nuestro juicio parcial y por nuestra presunción de saberlo todo. Sin embargo, esto no es todavía suficiente para manifestar la misericordia. Jesús pide también perdonar y dar. Ser instrumentos del perdón, porque hemos sido los primeros en haberlo recibido de Dios. Ser generosos con todos sabiendo que también Dios dispensa sobre nosotros su benevolencia con magnanimidad.

firmafrancisco


(Misericordiae Vultus, 14)

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Peregrinemos juntos en este Año Santo

Escuchamos al Papa Francisco

La peregrinación es un signo peculiar en el Año Santo, porque es imagen del camino que cada persona realiza en su existencia.  La vida es una peregrinación y el ser humano es viator, un peregrino que recorre su camino hasta alcanzar la meta anhelada.  También para llegar a la Puerta Santa en Roma y en cualquier otro lugar, cada uno deberá realizar, de acuerdo con las propias fuerzas, una peregrinación.  Esto será un signo del hecho que también la misericordia es una meta por alcanzar y que requiere compromiso y sacrificio.  La peregrinación, entonces, sea estímulo para la conversión: atravesando la Puerta Santa nos dejaremos abrazar por la misericordia de Dios y nos comprometeremos a ser misericordiosos con los demás como el Padre lo es con nosotros.

En el texto de Lucas, el Señor Jesús indica las etapas de la peregrinación mediante la cual es posible alcanzar esta meta.  Dice, ante todo, no juzgar y no condenar. Si no se quiere incurrir en el juicio de Dios, nadie puede convertirse en el juez del propio hermano.  Los hombres ciertamente con sus juicios se detienen en la superficie, mientras el Padre mira el interior.  ¡Cuánto mal hacen las palabras cuando están motivadas por sentimientos de celos y envidia!  Hablar mal del propio hermano en su ausencia equivale a exponerlo al descrédito, a comprometer su reputación y a dejarlo a merced del chisme. No juzgar y no condenar significa, en positivo, saber percibir lo que de bueno hay en cada persona y no permitir que deba sufrir por nuestro juicio parcial y por nuestra presunción de saberlo todo.  Sin embargo, esto no es todavía suficiente para manifestar la misericordia. Jesús pide también perdonar y dar.  Ser instrumentos del perdón, porque hemos sido los primeros en haberlo recibido de Dios.  Ser generosos con todos sabiendo que también Dios dispensa sobre nosotros su benevolencia con magnanimidad.

Misericordiae Vultus, 14

Guía para vivir el Año Santo de la Misericordia junto al Papa Francisco: Febrero 2016

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Escuchamos la Palabra de Dios

“Pero yo les digo a ustedes que me escuchan: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian.  Bendigan a los que los maldicen, rueguen por lo que los difaman.  Al que te pegue en una mejilla, preséntale también la otra; al que te quite el manto, no le niegues la túnica.  Dale a todo el que te pida, y al que tome lo tuyo no se lo reclames.  Hagan por lo demás lo que quieren que los hombres hagan por ustedes.  Si aman a aquellos que los aman, ¿qué mérito tienen? Porque hasta los pecadores aman a aquellos que los aman.  Si hacen el bien a aquellos que se lo hacen a ustedes, ¿qué mérito tienen? Eso lo hacen también los pecadores.  Y si prestan a aquellos de quienes esperan recibir, ¿qué mérito tienen? También los pecadores prestan a los pecadores, para recibir de ellos lo mismo. Amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada en cambio.  Entonces la recompensa de ustedes será grande y serán hijos del Altísimo, porque él es bueno con los desagradecidos y los malos.  Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso.  No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados.  Den, y se les dará.  Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante. Porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes…” 

Evangelio de Lucas 6, 27-38

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Un salmo para alabar

A cada estrofa del salmo repetimos:

¡Felices los que van por un camino intachable,

los que siguen la ley del Señor!

Tu palabra, Señor, permanece para siempre,
está firme en el cielo.

Tu verdad permanece por todas las generaciones;
tú afirmaste la tierra y ella subsiste.

Todo subsiste hasta hoy conforme a tus decretos,
porque todas las cosas te están sometidas.

Si tu ley no fuera mi alegría,
ya hubiera sucumbido en mi aflicción.

Nunca me olvidaré de tus preceptos:
por medio de ellos, me has dado la vida.

Sálvame, porque yo te pertenezco
y busco tus preceptos.

Los malvados están al acecho para perderme,
pero yo estoy atento a tus prescripciones.

He comprobado que toda perfección es limitada:
¡qué amplios, en cambio, son tus mandamientos!

Salmo 119, 89-96

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Para reflexionar y/o compartir en grupo

  1. ¿Qué diferencias observamos entre “transitar al lado de” otros y “peregrinar junto con” los otros?  Enumeramos una lista con similitudes y diferencias.
  2. ¿Cuáles serán los elementos esenciales y constitutivos de nuestra peregrinación por la vida, según el Papa Francisco? 
  3. ¿Qué significará para nosotros, los cristianos, “alcanzar la meta? ¿Qué es lo importante en la vida?  ¿Qué cosas no son tan necesarias?
  4. ¿Somos instrumentos del perdón para los demás?  ¿Sabemos percibir lo bueno que hay en cada persona o vivimos juzgando y/o hablando mal de nuestros hermanos?
  5. En este Año Santo, ¿en qué situaciones de nuestra vida, personal y comunitaria, necesitamos convertirnos y dejarnos abrazar por la misericordia de Dios?  Realizamos un plenario en común, con todo lo reflexionado.

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Intenciones

A cada intención respondemos:

¡Señor de los peregrinos, ayúdanos en nuestro paso por la vida!

  • Te rogamos por nuestro querido Papa Francisco, para que le des la fuerza y serenidad necesaria para conducir a tu Iglesia por los caminos de la Misericordia Divina.  Oremos…
  • Para que aprendamos a peregrinar, junto a nuestros hermanos, como Pueblo de Dios y construyendo cada día una auténtica patria de hermanos.  Oremos…
  • Haz que vivamos con alegría y paz este Año Santo y que cada día nos encuentre más comprometidos con nuestros hermanos y compañeros de camino.  Oremos…
  • Danos paciencia y fuerza para atravesar la Puerta Santa de tu corazón. Oremos…
  • Ayúdanos asumir la Misericordia como un estilo de vida en nuestras vidas. Oremos…
  • Que en todo momento de nuestras vidas seamos capaces de transmitir y encontrarnos con la Misericordia de tu amor.  Oremos…

Agregamos nuestras intenciones personales y comunitarias…

Rezamos un Padrenuestro, un Avemaría y el Gloria

Repetimos con convicción la advocación: ¡Jesús, en vos confío!  ¡Jesús, en vos confío!  ¡Jesús, en vos confío!

Oración: Señor de los peregrinos, que nos enviaste a Jesús para darnos vida plena y mostrarnos el rostro de la misericordia, te pedimos que tu Hijo nos guíe y conduzca en nuestro peregrinar en este mundo hacia tu presencia.  Ayúdanos a ser pacientes y misericordiosos con quienes peregrinan a nuestro lado en la vida. Enséñanos a amar con un sentimiento profundo, pleno de ternura, compasión, indulgencia y perdón.  ¡Te lo pedimos a Ti, que vives y reinas, por los siglos de los siglos!  ¡Amén!

Señal de la Cruz

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Compromiso personal del mes

Este mes de febrero voy a participar, junto mis familiares y/o amigos de alguna peregrinación, de alguna ceremonia religiosa.  También podré acercarme a participar de la Misa o algún evento que me acerque más a Dios u otro compromiso similar.

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Para memorizar y rezar durante el mes

¡María de Guadalupe, ayúdanos a peregrinar juntos, como pueblo de Dios, en este Jubileo de la Misericordia!

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La misericordia en los santos

san_maximiliano_kolbeSan Maximiliano Kolbe (1894-1941). Por Jesús soy capaz de padecer aún más. En el campo de concentración de Auschwitz, Polonia, aprovechando algún descuido, un prisionero se fugó.  El terror congeló los corazones de aquellos hombres. Todos sabían el castigo: «por cada evadido, 10 de sus compañeros de trabajo, escogidos al azar, serian condenados a morir de hambre y sed en el sótano de la muerte.  Entre los condenados, exclama sollozando, el sargento Gajownieczek: ¡Adiós, adiós, mi pobre esposa!.. ¡Adiós, mis hijitos, hijitos huérfanos!  Las palabras del sargento sin duda tocan el corazón de muchos presos, pero en el corazón del padre Kolbe hacen más.   El P. Maximiliano salió de las filas y quitándose la gorra exclamó firmemente: «Soy sacerdote católico polaco; y quiero tomar su lugar, porque él tiene esposa e hijos…»  y así esperó santamente su terrible muerte.  Muchos años más tarde, el sargento Gajownieczek tuvo la gracia de asistir a la canonización de San Maximiliano Kolbe, su benefactor.

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Un cuento para rumiar

EL MONJE Y EL GURÚ

El gurú, que se hallaba meditando en su cueva del Himalaya, abrió los ojos y descubrió, sentado frente a él, a un inesperado visitante: el abad de un célebre monasterio vecino.

–¿Qué deseas? –le  preguntó el gurú.

El abad le contó una triste historia.  En otro tiempo, su monasterio había sido famoso en todo el mundo occidental, sus celdas estaban llenas de jóvenes novicios, y en su iglesia resonaba el armonioso canto de los monjes.  Pero habían llegado malos tiempos: la gente ya no acudía al monasterio a alimentar su espíritu, la avalancha de jóvenes candidatos había cesado y el templo se hallaba silencioso.  Sólo quedaban unos pocos monjes que cumplían triste y rutinariamente sus obligaciones.  Lo que el abad quería saber era lo siguiente:

–¿Hemos cometido algún pecado para que el monasterio se vea en esta situación?

–¡Sí! –respondió  el gurú: un pecado de ignorancia.

–¿Y qué pecado puede ser ése? –inquirió con curiosidad el abad.

–¡Uno de vosotros es el Mesías disfrazado, y vosotros no lo sabéis!  Y, dicho esto, el gurú cerró sus ojos y volvió a su meditación.

Durante el dificultoso viaje de regreso a su monasterio, el abad sentía cómo su corazón se desbocaba al pensar que el Mesías, ¡el mismísimo Mesías! había vuelto a la tierra y había ido a parar justamente a su monasterio.  ¿Cómo no había sido capaz de reconocerlo?  ¿Y quién podía ser?  ¿Acaso el hermano cocinero?  ¿El hermano sacristán?  ¿El hermano administrador?  ¿O sería él, el hermano prior?  ¡No, él no!  Por desgracia, él tenía demasiados defectos… Pero resulta que el gurú había hablado de un Mesías “disfrazado”  ¿No serían aquellos defectos parte de su disfraz?  Bien mirado, todos en el monasterio tenían defectos ¡y uno de ellos tenía que ser el Mesías!

Cuando llegó al monasterio, reunió a los monjes y les contó lo que había averiguado.  Los monjes se miraban incrédulos unos a otros: ¿¡el Mesías aquí!?  ¡Increíble!  Claro que, si estaba disfrazado… Entonces, tal vez…  ¿Podía ser Fulano o Mengano? ¿O, podía ser…?

Una cosa era cierta: si el Mesías estaba allí disfrazado, no era probable que pudieran reconocerlo.  De modo que, empezaron todos a tratarse con respeto y consideración.  “Nunca se sabe”, pensaba cada cual para sí cuando trataba con otro monje, “tal vez sea éste…”.  El resultado fue que el monasterio recobró su antiguo ambiente de gozo desbordante.  Pronto volvieron a acudir docenas de candidatos pidiendo ser admitidos en la Orden, y en la iglesia volvió a escucharse el jubiloso canto de los monjes, radiantes del espíritu de Amor.

Adaptación – Autor desconocido

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Para disfrutar del buen cine


TÍTULO EN CASTELLANO

ORIGEN

DIRECTOR

PROTAGONISTAS

Título Original / Otro Título

AÑO

DURACIÓN

GÉNERO

CALIFICACIÓN

LA MISIÓN

USA

Roland Joffe

Robert De Niro / Jeremy Irons

The Mission

1986

120 min

Testimonial

ATP

LA ERA DEL HIELO

USA

Chris Wedge

Ray Romano / John Leguizamo

Ice Age

2002

81 min

ANIMACIÓN

atp

La Misión. Hispanoamérica, siglo XVIII, zona de las misiones jesuitas, cercana a las cataratas de Iguazú, el padre Gabriel (Jeremy Irons) se acerca a una comunidad aborigen, sin más armas que su oboe, su gran su fe y el amor al prójimo. Es aceptado por los guaraníes y funda la misión de San Carlos. Entre sus seguidores está Rodrigo Mendoza (Robert De Niro), ex-traficante de esclavos y mercenario, quien arrepentido por haber asesinado a su hermano, se convierte e ingresa a la orden, encontrando la redención entre sus antiguas víctimas.  Después de lidiar juntos, durante años, por llevar adelante la misión, se ven obligados a defender a los nativos de los ataques de colonizadores.  Gabriel confía en el poder de la oración; Rodrigo, en la fuerza de la espada.  Es una película bella y memorable donde puede palparse el gran valor de la misericordia y el testimonio de la fe cristiana.

La Era de Hielo.  Durante la época glacial, un mamut, un perezoso gigante y un tigre encuentran un bebé, extraviado por su familia.  Esta extraña comunidad, decide cuidarlo y ponerse camino para llevarlo con su familia humana, que también están emigrando por los grandes deshielos.  Esta apasionante animación nos muestra cómo lo que verdaderamente importa para formar una comunidad no es el origen común sino el hecho de caminar con el otro, de peregrinar juntos en prosecución de un objetivo en común; que cuando hacemos las cosas guiados por el amor, las diferencias se achican y se agranda el corazón.


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¿Cómo ganar la indulgencia plenaria por el Año Santo de la Misericordia?

¿Cómo ganar la indulgencia plenaria por el Año Santo de la Misericordia?

La indulgencia jubilar se gana:

  1. Realizando una breve peregrinación, como signo de sincera conversión, para entrar por la Puerta Santa abierta en cada catedral o en las iglesias establecidas por cada obispo diocesano;
  2. Cada vez que un fiel viva personalmente una de las obras de misericordia corporales o espirituales obtendrá la indulgencia jubilar.

Condiciones generales para los fieles:

  • Estos actos deben estar unidos, ante todo, al Sacramento de la Penitencia y a la celebración de la Eucaristía, con una reflexión sobre la misericordia.
  • Será necesario también añadir la profesión de fe (el Credo) y una oración por el Papa y sus intenciones.
  • La indulgencia se puede ganar para uno mismo o para un difunto (sólo una por día).

Los que están impedidos para llegar a la Puerta Santa:

  • Los enfermos y las personas ancianas y solas que no pueden salir de casa: vivir con fe y gozosa esperanza este momento de prueba, recibiendo la Comunión o participando en la Santa Misa a través de los medios de comunicación.
  • Los presos, que experimentan la limitación de su libertad. En las capillas de las cárceles podrán ganar la indulgencia cada vez que atraviesen la puerta de su celda, invocando sinceramente la misericordia de Dios.

(Cfr. Carta del Papa al Presidente del Consejo pontificio para la promoción de la nueva evangelización, 1-IX-2015)

Guía para vivir el Año Santo de la Misericordia junto al Papa Francisco: Junio 2016

Guía para vivir el Año Santo de la Misericordia junto al Papa Francisco: Enero 2016

Queremos vivir este Año Jubilar a la luz de la palabra del Señor:  Misericordiosos como el Padre. El evangelista refiere la enseñanza de Jesús: “Sed misericordiosos, como el Padre vuestro es misericordioso”. Es un programa de vida tan comprometedor como rico de alegría y de paz. El imperativo de Jesús se dirige a cuantos escuchan su voz. Para ser capaces de misericordia, entonces, debemos en primer lugar colocarnos a la escucha de la Palabra de Dios. Esto significa recuperar el valor del silencio para meditar la Palabra que se nos dirige. De este modo es posible contemplar la misericordia de Dios y asumirla como propio estilo de vida… Así entonces, misericordiosos como el Padre es el lema del Año Santo. En la misericordia tenemos la prueba de cómo Dios ama. Él da todo sí mismo, por siempre, gratuitamente y sin pedir nada a cambio… Y su auxilio consiste en permitirnos captar su presencia y cercanía. Día tras día, tocados por su compasión, también nosotros llegaremos a ser compasivos con todos; “misericordiosos como el Padre…

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(Misericordiae Vultus, 11 y 13)

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Misericordiosos como el Padre

misericordiososEscuchamos al Papa Francisco

Queremos vivir este Año Jubilar a la luz de la palabra del Señor: Misericordiosos como el Padre. El evangelista refiere la enseñanza de Jesús: “Sed misericordiosos, como el Padre vuestro es misericordioso”.   Es un programa de vida tan comprometedor como rico de alegría y de paz. El imperativo de Jesús se dirige a cuantos escuchan su voz.  Para ser capaces de misericordia, entonces, debemos en primer lugar colocarnos a la escucha de la Palabra de Dios. Esto significa recuperar el valor del silencio para meditar la Palabra que se nos dirige. De este modo es posible contemplar la misericordia de Dios y asumirla como propio estilo de vida…  Así entonces, misericordiosos como el Padre es el lema del Año Santo. En la misericordia tenemos la prueba de cómo Dios ama.  Él da todo sí mismo, por siempre, gratuitamente y sin pedir nada a cambio… Y su auxilio consiste en permitirnos captar su presencia y cercanía.  Día tras día, tocados por su compasión, también nosotros llegaremos a ser compasivos con todos; “misericordiosos como el Padre…

Misericordiae Vultus, 11 y 13.

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Escuchamos la Palabra de Dios

Amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada en cambio. Entonces la recompensa de ustedes será grande y serán hijos del Altísimo, porque él es bueno con los desagradecidos y los malos.  Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso.   No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados.  Den, y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante. Porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes.

Evangelio de Lucas 6,36-38

Un salmo para alabar  

A cada estrofa del salmo repetimos:

Bendice al Señor, alma mía,

que todo mi ser bendiga a su santo Nombre.

Bendice al Señor, alma mía,

y nunca olvides sus beneficios.

Él perdona todas tus culpas

y cura todas tus dolencias;

rescata tu vida del sepulcro,

te corona de amor y de ternura;

Él colma tu vida de bienes,

y tu juventud se renueva como el águila.

El Señor hace obras de justicia

y otorga el derecho a los oprimidos;

Él mostró sus caminos a Moisés

y sus proezas al pueblo de Israel.

El Señor es bondadoso y compasivo,

lento para enojarse y de gran misericordia;

no acusa de manera inapelable

ni guarda rencor eternamente;

no nos trata según nuestros pecados

ni nos paga conforme a nuestras culpas.

Cuanto se alza el cielo sobre la tierra,

así de inmenso es su amor por os que lo temen;

cuanto dista el oriente del occidente,

así aparta de nosotros nuestros pecados.

Salmo 103, 1-12

 

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Para reflexionar y/o compartir en grupo

  1. ¿Por qué el Papa afirma que ser misericordiosos es un programa de vida?
  2. ¿Qué consecuencias tiene para nuestras vidas esa opción?
  3. ¿Podemos alcanzar la felicidad a través de la misericordia?  ¿De qué manera?
  4. Realizamos un listado de acciones misericordiosas u obras de misericordia que podemos realizar aquí y ahora en nuestras vidas.  Las compartimos con los demás.
  5. Del listado, elegimos un par y vemos la forma de llevarlas a la práctica.

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Intenciones

A cada intención respondemos: ¡Señor, ayúdanos a ser misericordiosos como el Padre!

  • Te pedimos por el Papa Francisco, para que pueda seguir llevando adelante, con alegría y entrega, el testimonio de la gran misericordia que Dios Padre nos tiene. Oremos…
  • Haz, Señor, que toda tu Iglesia pueda transmitir a todo el mundo el gran amor y la eterna misericordia que Dios tiene con cada uno de nosotros.  Oremos…
  • Permite, Señor, que mediante la escucha atenta a tu Palabra, podamos contemplar tu gran misericordia y asumirla como propio estilo de vida.  Oremos…
  • Ayúdanos a no juzgar a los demás y a devolver bien por mal.  Oremos…
  • Te pedimos por todos aquellos que nos han hecho mal, para que podamos perdonarlos y acercarnos de corazón a ello.  Oremos…
  • Perdona nuestras faltas así como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido; de manera que la misericordia y el perdón llenen nuestras vidas y no permitan alcanzar la felicidad eterna.  Oremos…

Agregamos nuestras intenciones personales y comunitarias…

Rezamos un Padrenuestro, un Avemaría y el Gloria

Repetimos con convicción la advocación: ¡Jesús, en vos confío!  ¡Jesús, en vos confío!  ¡Jesús, en vos confío!

Oración: Señor de la Misericordia, te pedimos que nos ayudes a ser generosos, a dar una medida rebosantes, a entregar nuestras vidas al servicio de los demás, como Tú lo hiciste.  Enséñanos a no juzgar y condenar a los demás y permítenos tener un corazón misericordioso como el Padre.  ¡A ti, que vives y reinas, por los siglos de los siglos!  ¡Amén!  ¡Aleluya!

Señal de la Cruz

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Compromiso personal del mes

Este mes de enero voy a visitar a un pariente o un amigo que me hizo daño alguna vez y demostrarle que lo quiero.  También podré pedirle perdón a aquella persona con la que no he obrado correctamente u otro compromiso similar.  

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Para memorizar y rezar durante el mes

¡María de Guadalupe, ayúdanos a ser misericordiosos como tu Hijo Jesús lo fue, a ejemplo de Dios Padre!

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San Luis GonzagaLa misericordia en los santos

San Luis Gonzaga (1568-1591).  Lavaba y consolaba a los moribundos. Primogénito del marqués de Castiglione, dejó sus cortes ducales por la Compañía de Jesús. Como estudiante del Colegio Romano, pedía limosna para los pobres y cuidaba de los apestados. Él mismo transportaba, lavaba y consolaba a los moribundos.  Temiendo por la salud de Luis, su superior le prohibió continuar el trabajo con las víctimas de la peste.  Trabajó entonces en diversos hospitales donde tales víctimas normalmente no eran aceptadas.  A pesar de ellos, algunos meses después murió de agotamiento a causa de este ministerio.

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Un cuento para rumiar

El rey y el pobre

En Persia, se cuenta la historia del gran Cosroes II, apodado “el grande”.  Tenía fama de justo y le encantaba mezclarse con el pueblo, pasando desapercibido para compartir y dar solución a sus problemas. 

En cierta ocasión, se vistió de pobre y al pasar por la cocina observó en un rincón una angosta puerta, desconocida hasta entonces para él.  Descendió el largo, lóbrego y húmedo trecho de escaleras que conducían a un sótano -de reducidas dimensiones y calor asfixiante- en el que un carbonero, sentado sobre un montón de cenizas, atendía la caldera de palacio. 

Cosroes se sentó a su lado y comenzó a conversar.  Llegó la hora de comer y el fogonero sacó un sucio pan moreno y áspero y una jarra de agua que -sin pensarlo- compartió con su visitante.  Ellos comieron y conversaron tranquilamente.  El Shah se marchó, pero continuó visitando al carbonero con frecuencia, movido por la compasión que sentía por aquel hombre solitario.  Amablemente, Cosroes le dio consejo y el carbonero le abrió todo su corazón y amó a aquel amigo, tan bondadoso y sabio, pero tan pobre como él. 

Finalmente, Cosroes pensó: “este hombre que vive permanentemente recluido en el sótano, cumpliendo de forma abnegada con su trabajo, con total aceptación de su destino y sin que una sola queja salga de sus labios, merece una gran recompensa.  Le diré quién soy a ver qué presente me pide…” 

Al otro día, le dijo al carbonero:

–Crees que soy pobre, pero soy tu Shah; ¡pídeme lo que quieras…! –le explicó Cosroes.  El gobernante esperaba que le pidiera algo grande, pero el hombre se quedó sentado, inmóvil, petrificado, mirándolo con amor y asombro.

Entonces el Shah, posando una mano sobre su hombro, volvió a insistir:

–¿No entiendes?   Te puedo hacer rico y noble, puedo poner una ciudad en tus manos, te puedo hacer gobernador…  ¿No tienes nada que pedir?

El hombre respondió amablemente:

–¡Sí, mi señor, he entendido!  Lo que no entiendo es cómo tu que gobiernas gran parte de la tierra, tus ejércitos son los más poderosos y mandas sobre cientos de miles de personas, puedes haber salido de tu palacio y de tu gloria para sentarte conmigo en este lóbrego cuartucho, comer mi tosca comida y preocuparte por si estoy feliz o apenado.  Ni tú mismo me puedes dar nada más valioso.  La emoción que embargaba su espíritu enmudeció sus palabras e inclinándose, en señal de respeto, depositó a sus pies dos brillantes lágrimas.  Entrecortadamente, continuó balbuceando:

–A otros les puedes otorgar ricos presentes; pero a mí, a mí me has dado a ti mismo; lo único que te puedo pedir es que nunca me quites este regalo de tu amistad y de tu amor, no necesito otra cosa…

Adaptación de una leyenda persa, autor desconocido

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Para disfrutar del buen cine


TÍTULO EN CASTELLANO

ORIGEN

DIRECTOR

PROTAGONISTAS

Título Original / Otro Título

AÑO

DURACIÓN

GÉNERO

LIFICACIÓN

Elefante blanco

argent

Pablo Trapero

Ricardo Darín /  J. Renier

2012

106 min.

drama

sam 14

Si Dios quiere

ITALIA

Edoardo Falcone

M. Giallini / A. Gassman

Se Dio  vuole

2015

87 min

com

atp

Elefante blanco. Es la historia de dos curas (Ricardo Darín y J. Renier) comprometidos en la lucha contra la pobreza, en una villa miseria de una barriada de Buenos Aires, donde desarrollan su apostolado y labor social.  Juntos, lucharán codo con codo contra la corrupción, un mal endémico de la zona.  Su trabajo los enfrentará con la jerarquía eclesiástica y con el poder gubernamental y policial. A pesar de todo, seguirán arriesgando sus vidas para mantener su lealtad con los vecinos del barrio.   Esta película nos habla del compromiso que deben tener los cristianos para mejorar la situación de pobreza exclusión en que viven muchos habitantes del planeta.  La misericordia, en esta ocasión, toma la forma de compromiso para cambiar las injusticias y las estructuras que hacen el mundo menos humano y de la confianza en que Dios ha soñado un mundo mejor para todos.

Si Dios quiere.  Tommaso (M. Giallini) es un cardiólogo renombrado y autoritario, ateo y liberal. Está casado con Carla, ama de casa y madre de sus dos hijos. Uno de ellos, Andrea (Edoardo Pesce), estudiante de medicina, motivado e inspirado en un sacerdote amigo (A. Gassman) revoluciona a toda la familia cuando les cuenta que quiere hacerse cura.  Tommaso está decidido a revertir dicha decisión y para ello decide encarar al sacerdote.  A partir de ese momento, la película toma profundidad y los diálogos entre el sacerdote y Tommaso cobran notoriedad y trascendencia, hasta que una situación inesperada lleva al cardiólogo a cuestionarse sus ideas y replantearse la no existencia de Dios.

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Guía para vivir el Año Santo de la Misericordia junto al Papa Francisco: Junio 2016

Guía para vivir el Año Santo de la Misericordia junto al Papa Francisco: Diciembre 2015

“El pensamiento se dirige ahora a la Madre de la Misericordia.  La dulzura de su mirada nos acompañe en este Año Santo, para que todos podamos redescubrir la alegría de la ternura de Dios.  Ninguno como María ha conocido la profundidad el misterio de Dios hecho hombre.  Todo en su vida fue plasmado por la presencia de la misericordia hecha carne.  La Madre del Crucificado-Resucitado entró en el santuario de la misericordia divina porque participó íntimamente en el misterio de su amor.

firmafrancisco


(Misericordiae Vultus, 24)

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La Virgen de Guadalupe, Madre de la Misericordia

Virgen de Guadalupe

Escuchamos al Papa Francisco

“El pensamiento se dirige ahora a la Madre de la Misericordia.  La dulzura de su mirada nos acompañe en este Año Santo, para que todos podamos redescubrir la alegría de la ternura de Dios.  Ninguno como María ha conocido la profundidad el misterio de Dios hecho hombre.  Todo en su vida fue plasmado por la presencia de la misericordia hecha carne.  La Madre del Crucificado-Resucitado entró en el santuario de la misericordia divina porque participó íntimamente en el misterio de su amor.

Elegida para ser la Madre del Hijo de Dios, María estuvo preparada desde siempre para ser Arca de la Alianza entre Dios y los hombres. Custodió en su corazón la divina misericordia en perfecta sintonía con su Hijo Jesús.  Su canto de alabanza, en el umbral de la casa de Isabel, estuvo dedicado a la misericordia que se extiende “de generación en generación” (Lc 1,50). También nosotros estábamos presentes en aquellas palabras proféticas de la Virgen María.  Esto nos servirá de consolación y de apoyo mientras atravesaremos la Puerta Santa para experimentar los frutos de la misericordia divina.

Al pie de la cruz, María junto con Juan, el discípulo del amor, es testigo de las palabras de perdón que salen de la boca de Jesús.  El perdón supremo ofrecido a quien lo ha crucificado nos muestra hasta dónde puede llegar la misericordia de Dios.  María atestigua que la misericordia del Hijo de Dios no conoce límites y alcanza a todos sin excluir ninguno.  Dirijamos a ella la antigua y siempre nueva oración del Salve Regina, para que nunca se canse de volver a nosotros sus ojos misericordiosos y nos haga dignos de contemplar el rostro de la misericordia, su Hijo Jesús.”

Misericordiae Vultus, 24

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Escuchamos la Palabra de Dios

“Tres días después se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí.  Jesús también fue invitado con sus discípulos.  Y como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo: «No tienen vino».  Jesús le respondió: «Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía».  Pero su madre dijo a los sirvientes: «Hagan todo lo que él les diga».  Había allí seis tinajas de piedra destinadas a los ritos de purificación de los judíos, que contenían unos cien litros cada una.  Jesús dijo a los sirvientes: «Llenen de agua estas tinajas». Y las llenaron hasta el borde.  “Saquen ahora, agregó Jesús, y lleven al encargado del banquete”.  Así lo hicieron.  El encargado probó el agua cambiada en vino y como ignoraba su origen, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo y le dijo: “siempre se sirve primero el buen vino y cuando todos han bebido bien, se trae el de inferior calidad. Tú, en cambio, has guardado el buen vino hasta este momento”. Este fue el primero de los signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea.  Así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él.”

Evangelio de Juan 2, 1-11

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Un salmo para alabar  

A cada estrofa del salmo repetimos:

¡Felices los que van por un camino intachable,

los que siguen la ley del Señor!

¡Cuánto amo tu ley,

todo el día la medito!

Tus mandamientos me hacen más sabio que mis enemigos,

porque siempre me acompañan.

Soy más prudente que todos mis maestros,

porque siempre medito tus prescripciones.

Soy más inteligente que los ancianos,

porque observo tus preceptos.

Yo aparto mis pies del mal camino,

para cumplir tu palabra.

No me separo de tus juicios,

porque eres tú el que me enseñas.

¡Qué dulce es tu palabra para mi boca,

es más dulce que la miel!

Tus preceptos me hacen comprender:

por eso aborrezco el camino de la mentira.

Salmo 119, 97-103 

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Para reflexionar y/o compartir en grupo

  1. ¿De qué manera creemos que la Virgen María entró en el santuario de la misericordia junto a su hijo, Jesús?
  2. ¿Qué sentimientos nos despierta el hecho de saber que tenemos a María de Guadalupe, nuestra querida Madre, intercediendo por nosotros frente a su hijo, Jesús?
  3. ¿Por qué creemos que la Virgen María es conocida como la madre del Amor y de la Misericordia?
  4. ¿Qué implica para nuestras vidas responder al pedido de la Virgen María, que nos dice: “Haga lo que Jesús les diga”?
  5. Compartimos en común todo lo reflexionado y, entre todos, buscamos alguna forma de expresarle nuestro amor y agradecimiento a la Virgen María de Guadalupe, por permitir con su “sí” que la Misericordia entre en el mundo.

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Intenciones

A cada intención respondemos: ¡María de Guadalupe, Madre de la Misericordia, ayúdanos a mostrar la ternura de Dios a nuestros hermanos!

  • Te pedimos, bienaventurada Virgen María, que cuides y protejas al Papa Francisco, para que siga siendo un testigo preclaro de la Misericordia Divina. Oremos…
  • Madre bondadosa de Guadalupe, te pedimos que acompañes e ilumines a la Iglesia, para que testimonie con alegría y sencillez el gran amor que Dios nos ha manifestado.  Oremos…
  • Madre del Amor, haz que vivamos el misterio de Dios hecho hombre y ayúdanos a plasmarlo en nuestras vidas testimoniando con misericordia a nuestros hermanos.  Oremos…
  • Madre de la Misericordia, te pedimos que seamos fieles a nuestro compromiso con la vida; que tengamos para con nuestros hermanos la ternura de Dios en la mirada y que nuestros actos los realicemos con alegría.  Oremos…
  • Madre de la Compasión, así como fuiste preparada desde siempre para ser alianza entre Dios y los hombres, danos fuerza y decisión para trabajar por la reconciliación y la paz entre todos nuestros compatriotas.  Oremos…
  • Madre de la Comprensión, te pedimos que intercedas por nosotros y todos los que amamos, para que nos ayudes nuestro peregrinar; de manera que vivamos en el perdón y el amor de Dios, por siempre.  Oremos…

Agregamos nuestras intenciones personales y comunitarias…

Rezamos un Padrenuestro, La Salve (Salve Regina) y el Gloria.

Repetimos con convicción la advocación: ¡Jesús, en vos confío!  ¡Jesús, en vos confío!  ¡Jesús, en vos confío!

Oración: Madre de la Misericordia, que la alegría de tus actos sean los que imitemos, que la fidelidad de tu vida divina sea la que nos guíe en nuestras vidas.  María ayúdanos para que seamos testigos de la Misericordia Divina, que mostremos el rostro de tu Hijo a nuestros hermanos, que la parte divina de nuestra humanidad crezca cada vez con más fuerza dentro nuestro por la fuerza de tu amor.  Madre, así como fuiste preparada desde siempre para ser puente entre Dios y los hombres, danos tu fuerza para trabajar por la reconciliación y el perdón.  Ayúdanos a incluir a tu hijo amado, Jesús, en nuestras vidas y en la de nuestros hermanos, de manera que todos seamos capaces de vivir en el amor, siendo misericordiosos como el Padre.  ¡Te lo pedimos por Cristo, Nuestro Señor! ¡Amén! 

Señal de la Cruz

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Compromiso personal del mes

Este mes de diciembre voy a acercarme a una Iglesia o Santuario para rezar el rosario y  pasar un buen rato junto a  la Virgen María.  También podré colaborar con alguna acción pastoral de la Parroquia más cercana u otro compromiso similar…

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Para memorizar y rezar durante el mes de diciembre

¡María de Guadalupe, ayúdanos a vivir con intensidad este Año Santo!

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La misericordia en los santos 

Beata Madre Teresa de Calcuta (1910-1997).  Solo por amor.  Una señora, impresionada por verla bañar a un leproso, le dijo: -Yo no bañaría a un leproso ni por un millón de dólares.  La Madre Teresa le contestó: -Yo tampoco, porque a un leproso solo se lo puede bañar por amor.

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Un cuento para rumiar

MERIENDA INESPERADA

Mateo, con apenas ocho años, quería conocer a Dios…  Sabía que tendría que hacer un largo viaje para llegar hasta donde Él vive, así que guardó en su mochila pastelitos de chocolate y refrescos de fruta.  Y, a la hora de la siesta, empezó su camino. Cuando había caminado un rato largo, se encontró con una mujer anciana.  Estaba sentada en un banco del parque, sola, contemplando en silencio algunas palomas que picoteaban migajas de pan que ella les arrojaba.

Mateo se sentó junto a ella y abrió su mochila.  Comenzó a beber uno de sus refrescos cuando notó que la anciana le miraba, así que le ofreció uno de ellos.  Ella, agradecida, lo aceptó y le sonrió.  Su sonrisa era muy bella, tanto que el niño quería verla de nuevo, así que le ofreció entonces uno de sus pastelillos. De nuevo, ella le volvió a sonreír.  Mateo estaba encantado, y se quedó toda la tarde junto a ella, comiendo y sonriendo, aunque sin hablar una palabra.  Cuando estaba oscureciendo, Mateo se levantó para irse.

Dio algunos pasos, pero se detuvo; dio vuelta atrás, corrió hacia la anciana y le dio un abrazo.  Ella después de abrazarlo, le dedicó la más grande  sonrisa de su vida.  Cuando Mateo llegó a su casa, su madre quedó sorprendida de la cara de felicidad que traía.  Entonces le preguntó:

–Hijo, ¿qué hiciste hoy que te veo tan feliz?

Mateo le  contestó:

– ¡Hoy merendé con Dios!

Y antes de que su madre reaccionara, añadió:

–Y… ¿sabes? ¡Tiene la sonrisa más hermosa que nunca he visto!»

Mientras tanto, la anciana, también radiante de felicidad, regresó a su casa.  Su hijo se quedó  sorprendido de la expresión de paz que reflejaba en su cara, y le preguntó:

–Mamá, ¿qué hiciste hoy que te ha puesto tan contenta?

La anciana le  contestó:

–¡Comí pastelitos de chocolate con Dios, en  el parque!  Y antes de que su hijo respondiera, añadió: y, ¿sabes…?  ¡Es más joven de lo que yo pensaba…!

Adaptación – Autor desconocido

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Para disfrutar del buen cine

TÍTULO EN CASTELLANO

ORIGEN

DIRECTOR

PROTAGONISTAS

Título Original / Otro Título

AÑO

DURACIÓN

GÉNERO

CALIFICACIÓN

Mientras estés conmigo

USA

Tim Robbins

Sean Penn / Susan Sarandon

Dead Man Walking (Pena de muerte)

1995

125 min

Drama

SAM 18

Amigos intocables

FRANCIA

Nakache / Toledano

François Cluzet / Omar Sy

Intouchables

2011

112 min

DRAMA

SAM 13

Mientras estés conmigo o Pena de muerte. Es un alegato contra la pena muerte, basado en una historia real.  Matthew Poncelet (Sean Penn), es un condenado a la pena capital por el asesinato de dos jóvenes.  En las semanas previas a su ejecución, inicia un profundo diálogo con la Hna. Helen Prejean (Susan Sarandon).  La Hna. Helen intentará que Matthew consiga la absolución y la paz espiritual.  En sus conversaciones, surgen la angustia frente a la espantosa agonía del condenado y la importancia del testimonio cristiano, ofrecido con misericordia, a través de la Hna. Helen.

Intocables.  Philippe (François Cluzet), un aristócrata millonario que se ha quedado tetrapléjico a causa de un accidente, contrata como acompañante terapéutico a Driss (Omar Sy), un inmigrante recién salido de la cárcel, procedente de un barrio marginal.  Dos cosmovisiones opuestas de la vida que, poco a poco, van congeniando hasta lograr una amistad tan disparatada y sólida como inesperada.  La trama nos muestra cómo a través del diálogo sincero, el respeto mutuo y, a la larga, el amor al prójimo, pueden salvar a las personas.

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