
El «Oratorio de Niños Pequeños» o grupos infantiles de oración, que promovió el sacerdote escolapio valenciano Gonzalo Carbó Bolta hace veinte años, se ha implantado ya en centenares de colegios y parroquias de una veintena de países de Europa, América y África, en los que participan a diario decenas de miles de menores.
El padre Gonzalo, que recibió la visita del arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, en el Oratorio del colegio escolapio de San Joaquín de Valencia, explicó: «Se trata de una actualización de algo que ya hacía san José de Calasanz [fundador de los Escolapios] cuando llevaba a los niños ante el Santísimo invitándoles a que rezaran».
El Oratorio fue creado por el religioso escolapio en el colegio de San Joaquín de Valencia en 1989, tras una experiencia de oración con niños dos años antes en la parroquia Nuestra Señora de la Visitación de Real de Gandia, su población natal.
En la actualidad, el «Oratorio de Niños Pequeños» está implantado en centenares de colegios y parroquias, muchos de ellos regidos por los escolapios pero también por otras instituciones religiosas y diocesanas, de numerosos países iberoamericanos, así como de Camerún, Senegal, Guinea Ecuatorial, Polonia y Francia. Desde hace años, el escolapio valenciano se traslada a estos y cuantos otros lugares lo solicitan para impulsar la creación de nuevos grupos de oración de niños. Asimismo, hay grupos ya creados en numerosas diócesis de España. En el colegio escolapio San Joaquín de Valencia, con un millar de alumnos, «han ido pasando todos por el oratorio como corazón de la educación que reciben», comenta el padre Gonzalo.
Estas celebraciones, que incluyen lecturas bíblicas, cantos, meditación y oración comunitaria, se desarrollan durante una hora a la semana en horario escolar para grupos de 12 niños desde los cinco a los doce años y, en horario extraescolar para grupos a partir de la ESO y hasta los 18 años.
«El Oratorio es un itinerario de fe para los niños que les inicia en la relación con Jesús resucitado desde una edad temprana», indicó el padre Gonzalo, quien precisó: «cuanto más pequeños, más capacitados están para dejar que Jesús les ame, les conozca y viceversa».
El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, en el fin de curso 2009 del «Oratorio de Niños Pequeños» del colegio San Joaquín, tras participar en las celebraciones y bendecir los libros, explicó a los 75 menores del grupo: «el Arzobispo necesita de los niños para dar a conocer el Evangelio en esta tierra», y les pidió que le ayudasen en esa tarea. En el comentario a la Palabra que pronunció tras leer él mismo un evangelio, se dirigió a los niños asegurándoles: «sois felices, porque conocéis a Jesús»; al tiempo que les animó a seguirle siempre.