
Rachael Marie Collins lleva siete años casada y tiene tres hijos. Aunque no faltan los problemas, ahora su matrimonio es estable y feliz. Pero tuvo que superar una profunda crisis al año y medio de casarse. Según explica en una carta dirigida a los padres sinodales, publicada en First Things, tras un noviazgo romántico y una boda extraordinaria, al principio la convivencia fue una "pesadilla". "Aunque nos queríamos –aclara–, ninguno de los dos estábamos preparados para las renuncias, los acuerdos y los com-promisos diarios que exige la vida matrimonial".