La indulgencia jubilar se gana:
- Realizando una breve peregrinación, como signo de sincera conversión, para entrar por la Puerta Santa abierta en cada catedral o en las iglesias establecidas por cada obispo diocesano;
- Cada vez que un fiel viva personalmente una de las obras de misericordia corporales o espirituales obtendrá la indulgencia jubilar.
Condiciones generales para los fieles:
- Estos actos deben estar unidos, ante todo, al Sacramento de la Penitencia y a la celebración de la Eucaristía, con una reflexión sobre la misericordia.
- Será necesario también añadir la profesión de fe (el Credo) y una oración por el Papa y sus intenciones.
- La indulgencia se puede ganar para uno mismo o para un difunto (sólo una por día).
Los que están impedidos para llegar a la Puerta Santa:
- Los enfermos y las personas ancianas y solas que no pueden salir de casa: vivir con fe y gozosa esperanza este momento de prueba, recibiendo la Comunión o participando en la Santa Misa a través de los medios de comunicación.
- Los presos, que experimentan la limitación de su libertad. En las capillas de las cárceles podrán ganar la indulgencia cada vez que atraviesen la puerta de su celda, invocando sinceramente la misericordia de Dios.
(Cfr. Carta del Papa al Presidente del Consejo pontificio para la promoción de la nueva evangelización, 1-IX-2015)