11.- En esta regulación de la formación religiosa en la escuela ¿qué aspectos son más negativos para el normal desarrollo de esta enseñanza?
Hay dos aspectos de este R. D. que son muy negativos para la enseñanza de la religión católica:
El primero se refiere a la alternativa propuesta. Mientras que los alumnos de religión estudian una materia seria en sus contenidos, evaluable en las etapas obligatorias y con un contenido digno de ser tenido en cuenta; los alumnos que no eligen religión tienen actividades de estudio sin evaluación alguna. Los contenidos de estas actividades no son comparables a los de la religión. El resultado es que muchos alumnos mayores toman esta opción en la que pueden repasar otras materias o estudiar lo que quieran, en muchos casos.
El segundo aspecto negativo es la evaluación de la religión en el bachillerato, cuyas notas no son tenidas en cuenta para el acceso a la universidad ni para becas y ayudas. Por tanto, no se valora la enseñanza de la religión como el estudio de otras materias.
Estos dos aspectos negativos crean una grave discriminación, por lo cual se está incumpliendo el Acuerdo firmado entre el Estado español y la Santa Sede de 3 de Enero de 1979, en el cual se determina que el hecho de recibir o no recibir esta enseñanza no debe crear discriminación alguna en la actividad escolar. Se discrimina a los alumnos de religión porque sus compañeros, que no la eligen, en el mismo horario tienen una actividad no homologable y sin ninguna exigencia de estudio académico. Se discrimina, a su vez, a los alumnos que no eligen religión porque en un horario escolar están haciendo actividades sin valor académico y sin ningún aporte curri-cular. Se les está privando en un tiempo escolar de un aprendizaje reglado y formativo.
12.- ¿Existen estas clases de religión también en otros países?
En todos los países europeos, por ejemplo Alemania, Italia, Bélgica, Portugal, etc., existen las clases de religión, en todos los cursos de la enseñanza obligatoria y equiparable a materia fundamental, con la sola excepción de Francia. En la mayoría de los países es una enseñanza evaluable, opcional, con una alternativa homologable y con profesores escogidos por las distintas confesiones religiosas, que son las que pueden garantizar que la enseñanza religiosa responda a lo que se les ha pedido.
13.- Aprender religión es aprender a ser bueno y poco más. ¿No es demasiado estudiar religión todos los años?
Todos los padres desean que la enseñanza de la religión, además de lo ya indicado, haga que sus hijos sean buenos y les enseñe los mejores valores para vivir: el respeto, la dignidad, la bondad, el perdón, el amor a los demás, el saber compartir, el amor al trabajo, el sacrificio desinteresado, la misericordia con los demás, la justicia, la honestidad… Todo ello es un trabajo educativo de mucho tiempo y de mucha profundidad. Ser bueno no es tan simple. Para ser bueno la escuela ha de dar también razones, principios y valores que fundamentan, orientan y motivan el bien y la verdad.
La educación necesita, además, ejemplos y realizaciones que inviten a los alumnos en su progreso personal.
La formación religiosa y moral católica educa en los valores más esenciales para la formación de los alumnos enraizándolos en Jesucristo, presentándolo como modelo de referencia en el que fijarse y actuar conforme a Él, aportando razones convincentes para vivir conforme a estos valores, dando pautas de comportamiento para saber aplicarlos.
Por ello, la enseñanza religiosa católica, aunque con pocas horas lectivas, debe estar en todos los cursos para que los alumnos puedan conocer, comprender y asumir los valores que nacen de la persona y vida de Jesucristo y puedan así libremente optar por ellos.
14.- ¿No sería mejor la clase de religión fuera del horario escolar, como dicen algunos?
Quienes así opinan están presuponiendo que no tiene valor para estar junto a las demás materias. Creen que la enseñanza religiosa no es necesaria para la formación integral del alumno y si no se da no pasa nada. Es decir, se la preferiría como una actividad extraescolar libre y fuera del horario escolar obligatorio.
En el fondo están diciendo que la religión no afecta a la personalidad, a la vida misma de los alumnos; que debe reducirse a la intimidad y al templo; que la vida social, moral y cultural es independiente y no influenciare por la religión. Donde esto se ha dado, ha sido grave el deterioro moral y social.
Fuera del horario escolar, la formación religiosa católica no tendría las garantías suficientes que exige la Constitución como derecho fundamental y, sobre todo, esta enseñanza no sería equiparable a una materia fundamental, por lo cual se estaría también vulnerando el Acuerdo entre el Estado español y la Santa Sede de 3 de Enero de 1979. El mismo Real Decreto de 14 de Diciembre de 1994, establece en su artículo ls que la enseñanza de la religión católica se impartirá en todas las etapas y en todos los centros en condiciones equiparables a las demás disciplinas fundamentales. Es evidente que las disciplinas fundamentales no se imparten fuera del horario escolar.
15.- ¿Por qué la Iglesia es quien establece lo que se debe aprender en la escuela sobre religión católica? ¿No sería mejor que el Estado organizara la clase de religión como hace con las demás enseñanzas?
Independientemente de que este asunto está determinado por ley, es necesario partir, de nuevo, del derecho de los padres a que sus hijos reciban la formación religiosa que responda a sus convicciones. Cuando unos padres deciden que su hijo sea formado en la religión católica, es la Iglesia Católica la única que puede garantizar que la formación religiosa que recibe su hijo es la que ha demandado. Para ello, la Iglesia Católica a través de sus obispos dispone los programas necesarios y los profesores ¡dóneos para impartir esta enseñanza. Si el Estado se arrogara esta función, entonces los padres no tendrían la seguridad de que lo que reciben sus hijos es auténtico. El Estado no es competente para establecer qué contenidos constituyen la asignatura de religión católica y así ha quedado regulado expresamente en el Acuerdo firmado con la Santa Sede de 3 de Enero de 1979.
16.- ¿No sería suficiente dar clases de cultura religiosa para que los alumnos comprendieran mejor la pintura, la escultura, las costumbres, las fiestas religiosas…?
Este tipo de enseñanza también se tiene en cuenta en la clase de religión católica, pero ésta no se limita sólo a informar sobre las fiestas, costumbres, pintura o escultura donde haya elementos religiosos y a formar culturalmente sobre ellas; además ayuda a comprender el porqué se hizo, para qué se hizo, el espíritu que animó al autor y cuál es su sentido religioso profundo. Es decir, la enseñanza de la religión católica ayuda a conocer, comprender y valorar la cultura religiosa del entorno, a la vez que aporta los elementos para interpretarla, apreciarla y recrearla.
La enseñanza de la religión católica da un paso más allá que la enseñanza de la cultura religiosa, a saber, responde a la necesidad más profunda y más
radical que tiene el ser humano: el deseo de infinito, la búsqueda de la verdad y de una Verdad universal y única. Aquello que le proporciona el mundo material e incluso intelectual no responde a todas las necesidades más profundas del ser humano. Sólo el acontecimiento del amor de Dios, amor infinito, que entra en la historia, es respuesta plena a esta sed de infinito que posee el ser humano.
17.- ¿En qué se diferencian la formación religiosa católica y una enseñanza de cultura religiosa?
Tanto la formación religiosa católica como la enseñanza de cultura religiosa aportan a los alumnos un conocimiento y comprensión de la cultura religiosa de su entorno, como hecho religioso, y de las distintas religiones que configuran el patrimonio religioso universal.
La formación religiosa católica, por su parte, propicia además y sobre todo el encuentro con la Persona de Jesucristo, en el que el alumno puede mirarse y encontrarse a sí mismo. En Él tienen al maestro, el camino, la verdad y la vida misma que le servirán en su esfuerzo por adquirir una formación plena. La formación religiosa católica aporta desde Jesucristo, razones para vivir, razones para amar y razones para esperar. En Él y desde Él surge una nueva visión de la vida, de las relaciones con los demás, de la comprensión de sí mismo, del futuro y de sus mismos orígenes.
La enseñanza sobre el hecho religioso y su presencia en la dimensión social de las religiones, culturalmente tratado, se queda en la información y comprensión sobre la religión y las religiones.
La enseñanza católica pretende que no sólo conozcan la cultura religiosa de su entorno sino también que conozcan, comprendan y valoren la persona, vida y mensaje de Jesucristo. Todo lo cual ha dado lugar a que nuestros antepasados hayan configurado las más excelsas manifestaciones de nuestra cultura occidental. Ahora la Iglesia pretende que los estudiantes busquen en el mensaje de Jesucristo el sentido de la vida y las respuestas a las grandes preguntas, así como el desarrollo a su capacidad trascendente, espiritual y religiosa.
18.- ¿No habría que enseñar más principios morales en la escuela, que es lo que ahora demanda la sociedad y que le correspondería sobre todo a la religión?
Ésta es también, como hemos dicho, una de las finalidades de la enseñanza de la religión católica. Pero hay que tener en cuenta que estos valores, actitudes, normas de convivencia y virtudes que la enseñanza religiosa propone, así como su fuente y raíz inspiradora, dependen luego de la libre aceptación, convencimiento y valoración que hagan los alumnos. Lo que la enseñanza de la Religión Católica aporta son los fundamentos básicos de la religión, la raíz y razón de la que proceden, su sentido y significado, el ejemplo de vida en el que se han inspirado y la ayuda que necesitan para ponerlos en práctica, Jesucristo, el Señor y los dones de su Iglesia. De ellos se desprende de forma coherente toda la moral individual y social, no al contrario. En Él se hacen realidad, adquieren sentido y reciben luz y gracia para llevarlos a cabo. Las capacidades espirituales, religiosas y trascendentes básicas en la formación integral tienen aquí la posibilidad de desarrollo.
19.- ¿Qué diferencia hay entre la clase de religión católica y la catequesis?
La Iglesia en su evangelización tiene varias formas de transmitir el Evangelio: -Una es el primer anuncio del evangelio a los no creyentes. Este anuncio lleva consigo una llamada a la conversión y una invitación para la fe; -otra forma es la catequesis dirigida a los que desean ser cristianos y consiste en la educación de la fe, de la entrega a Dios que uno hace; -la tercera es la enseñanza de la teología que ofrece la dimensión intelectual, objetiva, rigurosa y fundada, que ha hecho posible la teología como ciencia. La teología hace ver como es razonable tener fe, como potencia a la persona, como le proporciona un estilo de vida. La enseñanza religiosa escolar está muy próxima a esta enseñanza de la teología y se realiza muy en relación con la formación humana que el alumno recibe en la escuela, según su edad.
Catequesis y enseñanza religiosa no se identifican; son complementarias.
Hay aspectos ¡guales y hay otros que las diferencian. El contenido doctrinal en ambas es básicamente el mismo: los elementos fundamentales de la fe y de la moral católica. Sin embargo, los mismos contenidos se enseñan en la escuela con la finalidad de que se aprendan junto con otros conoci¬mientos, como un elemento necesario para comprender su cultura y fundamental para dar sentido a su vida. A su vez, estos conocimientos religiosos y morales se dan con los mismos medios que todas las áreas: sistemática, orgánica y científicamente expuestos, sujetos a las reglas de la recta razón, según la edad de los alumnos, y de forma que puedan ser contrastados con cualquiera otra ciencia.
La enseñanza religiosa católica evalúa el progreso en el aprendizaje del alumno, pero no evalúa la fe. La catequesis sí evalúa la fe de los catecúmenos que acceden al misterio de Dios, creen en El y lo reciben en los sacramentos.
La catequesis pretende iniciar en la fe y en la vida cristiana a los cate-quizandos, niños, jóvenes y mayores que la reciban, invitándoles a prepararse para recibir los sacramentos de la Iglesia. Al final del proceso catecu-menal, los responsables de la catequesis sí disciernen sobre la fe de los que asisten, pues la Iglesia debe de estar segura de que quien recibe un sacramento cree en Aquél que es fuente de los sacramentos de la Iglesia.
20.- Entonces, ¿en qué se basa la enseñanza de la religión católica para poner notas a los alumnos de religión, si no evalúa la fe?
Es posible evaluar la enseñanza de la religión en la escuela porque ésta cuenta con los mismos elementos que el resto de las áreas y exige los saberes que deben aprender los alumnos con los mismos métodos que las otras materias, como ya se ha indicado en la pregunta anterior. La enseñanza de la religión católica posee un currículo análogo al del resto de las áreas, se atiene al desarrollo de los objetivos y contenidos del currículo y los evalúa desde los criterios de evaluación establecidos.
La enseñanza de la religión católica es un proceso de aprendizaje del alumno, cuyos resultados son susceptibles de evaluación. El profesor evalúa los conocimientos que el alumno va adquiriendo, comprueba si estos conocimientos los comprende y si sabe aplicarlos a alguna realidad cultural, social, religiosa o personal.
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50 Preguntas a la enseñanza de la Religión Católica en la escuela
INTERROGANTES EN TORNO A LA PRESENCIA DE LA ENSEÑANZA RELIGIOSA EN LA ESCUELA.
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Documento completo en formato pdf en el portal web de la Diócesis de Canarias
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