Confirmando nuestra fe en Jesucristo – Jesús prefiere a los más necesitados

por

Catequesis en familia - Inicio 5 Confirmación 5 Confirmación Dinámicas 5 Confirmando nuestra fe en Jesucristo – Jesús prefiere a los más necesitados

Gracias a todos por estar aquí, hoy. En vuestros rostros veo fatiga, pero veo también esperanza. Sentíos amados por el Señor, y también por tantas personas buenas, con cuyas oraciones y obras ayudan a aliviar los sufrimientos del prójimo. Yo me siento en casa, aquí. Y también espero que vosotros os sintáis en casa en esta Catedral: como se dice en América Latina, «esta casa es vuestra casa», es vuestra casa.

Aquí sentimos de modo fuerte y concreto que somos todos hermanos. Aquí el único Padre es el Padre nuestro celestial, y el único Maestro es Jesucristo. Entonces lo primero que quería compartir con vosotros es precisamente esta alegría de tener a Jesús como Maestro, como modelo de vida. Miremos hacia Él. Esto nos da mucha fuerza, mucha consolación en nuestras fragilidades, en nuestras miserias y en nuestras dificultades. Todos nosotros tenemos dificultades, todos. Todos nosotros que estamos aquí tenemos dificultades. Todos nosotros que estamos aquí —todos— tenemos miserias y todos nosotros que estamos aquí tenemos fragilidades. Nadie aquí es mejor que el otro. Todos somos iguales ante el Padre, todos.

SS Francisco, Encuentro con pobres y presos,
Catedral de Cagliari, 22 de septiembre de 2013
.

*  *  *

Objetivo

Saber que Jesús prefiere a los más necesitados, y hoy nos espera en ellos.

Vídeos

La adúltera. Escena de La Pasión de Cristo (Mel Gibson)

Curación del paralítico. Escena de la miniserie Jesús (Young)

Canción

Eduardo Meana: Calle Belén (Vengan a mí) (con letra)

Charla aclaratoria para debatir en los grupos

Jesús nació en extrema pobreza: en un establo. Fue un obrero, de manos callosas y rostro curtido por el trabajo. Supo por propia experiencia lo que es tener que ganarse el sustento con el sudor de su frente. Manejó con habilidad el hacha y el serrucho.

Cuando se convirtió en predicador ambulante se acercó con sumo aprecio a los marginados de su época: enfermos, mendigos, prostitutas, niños, extranjeros… Ellos eran despreciados como maldecidos de Dios. Jesús les demuestra con su cariño sanador que Dios está a su favor. Su miseria no es castigo de Dios.

Jesús nunca desprecia a nadie. Él vive siempre en actitud de servicio. Es un «hombre para los demás». Vive tan estregado, que se identifica con todo el que sufre. Tanto es así, que afirma que cualquier favor que le hagamos a un necesitado se lo hacemos a él mismo en persona. Y más aún: asegura que a la hora de la muerte seremos juzgados por las ayudas eficaces que hayamos dado a nuestros prójimos hambrientos, enfermos, encarcelados o sin casa. Él sigue vivo en todos los necesitados de la historia, esperando siempre nuestra solidaridad.

Estamos preparándonos para ser buenos profesionales. A la hora de elegir carrera, ¿seremos capaces de tener en cuenta que Jesús espera nuestra ayuda profesional en los más necesitados? Si la aceptamos, la Confirmación nos dará las energías necesarias… ¿Y nuestra futura familia? ¿Criaremos hijos burgueses o comprometidos con los marginados, al estilo de Jesús?

PowerPoint de apoyo

Jesús espera hoy nuestra ayuda, descárgalo pulsando aquí.

Textos iluminadores para orar y dialogar en grupos

Lc 4, 16-20: Jesús proclama su «modo de proceder»: misericordia y solidaridad con los pobres.

Jesús fue a Nazaret, donde se había criado; el sábado entró como de costumbre en la sinagoga y se levantó para hacer la lectura. Le presentaron el libro del profeta Isaías y, abriéndolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. El me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor». Jesús cerró el Libro, lo devolvió al ayudante y se sentó. Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en él.

¿Cómo es mi modo de proceder ante los pobres?

Mt 25, 31-46: Seremos juzgados por nuestra solidaridad con los que sufren necesidades extremas.

Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a aquellas a su derecha y a estos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: «Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver». Los justos le responderán: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?». Y el Rey les responderá: «Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo». Luego dirá a los de su izquierda: «Aléjense de mí, malditos; vayan al fuego eterno que fue preparado para el demonio y sus ángeles, porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; estaba de paso, y no me alojaron; desnudo, y no me vistieron; enfermo y preso, y no me visitaron». Estos, a su vez, le preguntarán: «Señor, ¿cuando te vimos hambriento o sediento, de paso o desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?». Y él les responderá: «Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron conmigo». Estos irán al castigo eterno, y los justos a la Vida eterna.

¿Me preocupo yo en algo por los que pasan hambre?
¿Comparto alguna vez algo con ellos?
¿Alguna vez he visitado a enfermos crónicos? ¿Les he ayudado alguna vez?
¿He visitado alguna vez una cárcel?

Oración

Creo que Jesús, hermano universal, está presente en todo ser humano, / pero especialmente en los que sufren desprecio, marginación o cualquier tipo de miseria.

Cuanto más y mejor ayudamos a los hermanos en sus necesidades, más cerca estamos de Jesús y su Reino.

Te suplicamos, Jesús, que el abismo actual entre ricos y pobres nos haga sentir vergüenza de llamarnos discípulos tuyos. Tu vida histórica entre los pobres cuestiona fuertemente nuestros derroches.

Gracias por tu cercanía a los de corazón roto, a los desanimados, a los últimos, a los despreciados.

Perdón porque nos gusta esclavizarnos al consumismo, sin tener en cuenta el hambre de otros hermanos.

Que ya, desde hoy, seamos capaces de ayudar a algunas personas necesitadas.

Ayúdanos para que seamos capaces de elegir profesión a la luz de tu mensaje.

Enséñanos, Jesús, hermano de todos, a luchar por una nueva fraternidad, / en la que todos puedamos vivir dignamente como seres humanos.

Que sepamos construir juntos tu Reino de justicia, de amor y de paz. Que así sea.

Tarea

Buscar en Internet e imprimir una imagen de Jesús comprometido con los pobres.

*  *  *

Para acceder a otros escritos y materiales del padre José Luis Caravias SJ,
puedes entrar en su magnífico blog en wordpress

*  *  *

 Volver al Índice 
Novedad
Cuadernos, recursos y guía
Amigos de Jesús
La Biblia de los más pequeños
Cuentos de Casals
Recomendamos
Editorial Combel
Editorial Casals