«Aprendo a ser testigo del Señor», Cuaderno 2: Guía del catequista

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1. El catecismo «Testigos del Señor», publicado por la Conferencia Episcopal Española, está dirigido a niños y adolescentes entre los 10 y 14 años. Este catecismo tiene como finalidad ayudarles a profundizar en las verdades de la fe y en la vida cristiana durante esta etapa. También está recomendado por los obispos para la catequesis de preparación al sacramento de la Confirmación.

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2. Los tres cuadernos «Aprendo a ser testigo del Señor» son unos guiones prácticos para trabajar en catequesis los diversos capítulos del catecismo «TESTIGOS DEL SEÑOR». En ningún caso sustituyen a este ni a la «GUÍA BÁSICA para comprender y trabajar con el Catecismo TS». Tanto los cuadernos como su guía son materiales complementarios del catecismo TS.

3. La guía del cuaderno 2 tiene como finalidad ayudar a los catequistas a utilizar bien las numerosas actividades y recursos didácticos que ofrecen los cuadernos, dando un tono atractivo y dinámico a los encuentros de catequesis.

4. La presente Guía complementaria de los cuadernos ofrece al catequista, al final de cada tema, numerosos recursos para los encuentros de catequesis. En ella se recogen videos, canciones, juegos, vidas de santos, celebraciones de la Palabra, etc. El catequista podrá utilizar estos recursos como estime más conveniente.

5. Los cuadernos van dirigidos también a los padres de esos niños y adolescentes, por la gran importancia que tiene la implicación activa de los padres en la transmisión de la fe a sus hijos. Para ello, todos los temas llevan un apartado dedicado a la catequesis familiar como ayuda a las familias que deseen transmitir la fe a sus hijos en el hogar.

6. Se sugiere dedicar dos encuentros a cada tema del Catecismo TS. Una sugerencia es dedicar una sesión a los tres primeros apartados y otra desde el apartado «Testigo de la fe» hasta el final.

Enlace a la Presentación e índice general de los recursos.

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Índice

JESUCRISTO ES LA VERDAD

Encuentro 18. El Hijo de Dios se hizo hombre

Encuentro 19. Jesús nació de santa María Virgen

Encuentro 20. Jesús es el Hijo unigénito de Dios

Encuentro 21. Jesús es el Mesías, el Cristo

Encuentro 22. Jesús es el Señor (Primera Parte)

Encuentro 22 b. Jesús es es Señor (Segunda Parte)

Encuentro 23. Jesús promete y envía al Espíritu Santo

JESUCRISTO ES LA VIDA

Encuentro 24. El Espíritu Santo da vida a la Iglesia

Encuentro 25. Sois Pueblo de Dios

Encuentro 26. Pedro, apóstol de Jesucristo

Encuentro 27. Llamados a la conversión

Encuentro 28. Bautizados en el nombre de Cristo.

Encuentro 29. Fortalecidos por el don del Espíritu Santo.

Encuentro 30. Fuente y culmen de la vida cristiana.

Encuentro 31. En nombre de Jesucristo, levántate y anda.

Encuentro 32. Acudían enfermos y todos eran curados.

Encuentro 33. Se fió de mí y me confió este ministerio.

Encuentro 34. Ya no son dos, sino una sola carne.

Encuentro 35. Esperamos unos cielos nuevos y una tierra nueva.

Encuentro 36. Esta es nuestra fe, esta es la fe de la Iglesia.

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JESUCRISTO ES LA VERDAD

Encuentro 18: El Hijo de Dios se hizo hombre

(Catecismo TS, págs. 106-109)

1. ORIENTACIONES PARA LAS ACTIVIDADES Y LOS RECURSOS

Hacemos la señal de la cruz y rezamos juntos la oración inicial de la página 7.

Observamos el detalle de la Adoración de los Reyes Magos, de Giotto, o la imagen del mismo tema reproducida en la página 107 del Catecismo TS, y la comentamos entre todos.

DIOS NOS HABLA

Actividad 1: El catequista realiza un breve comentario sobre la llegada del Hijo de Dios y la plenitud de la Historia de la Salvación (Catecismo TS, pág. 106 § 1).

A continuación, se leerá en voz alta el pasaje evangélico. Como ya es costumbre, el lector finalizará la lectura de la Palabra de Dios diciendo: Palabra de Dios. Los demás responden: Gloria a ti, Señor Jesús.

Actividad 2: Se dedicarán unos cinco minutos a la reflexión personal sobre el pasaje evangélico y, a continuación, se establece un diálogo a partir de las preguntas que se sugieren en el cuaderno.

Si no surge espontáneamente, el catequista pondrá en consideración de todos la figura de María como ejemplo perfecto de la fe. Esto permitirá una respuesta más cabal a la pregunta c).

Actividad 3: El visionado del video sobre la Anunciación permitirá la reconsideración personal y/o grupal de lo tratado en la actividad anterior.

EXPLICACIÓN DE LA FE

El Señor se hizo hombre

Realizamos las actividades 3, 4 y 5 en tono dialogante, evitando darles un tono escolar.

Actividad 6: Con ella se pretende destacar ya —aunque se profundizará en ello a lo largo del curso— que Jesús no es simplemente un hombre extraordinario. Sino que los cristianos creemos que, en la unidad de su persona divina, Jesús es, a la vez, verdadero hombre y verdadero Dios.

PARA TU VIDA

En Jesús, Dios viene a nuestro encuentro

Actividad 7: A partir de lo comentado en la actividad anterior, se entenderá mejor por qué decimos que la esencia de la religión cristiana es una persona, es decir, Jesús.

Actividad 8: el pasaje evangélico de la incredulidad de Tomás (Jn 20, 24-31) permite reflexionar sobre cómo es nuestra mirada sobre Jesús: ¿vemos solo las apariencias, o lo que la «vista» nos muestra? Tomás quería a Jesús pero su fe no era una fe adulta. En este punto, el catequista puede poner en consideración de todos las palabras de Benedicto XVI: «El caso del apóstol Tomás es importante para nosotros al menos por tres motivos: primero, porque nos conforta en nuestras inseguridades; en segundo lugar, porque nos demuestra que toda duda puede tener un final luminoso más allá de toda incertidumbre; y, por último, porque las palabras que le dirigió Jesús nos recuerdan el auténtico sentido de la fe madura y nos alientan a continuar, a pesar de las dificultades, por el camino de fidelidad a Él».

Actividad 9: aquí es importante la reflexión personal sobre lo que ha de significar Jesús en la propia vida.

TESTIGO DE FE Y MISERICORDIA

Leemos el texto del cuaderno 2 en la página 10 y visionamos el video sobre la Anunciación que aparece en la web.

La figura del ángel Gabriel, en cuanto enviado de Dios, permite plantearnos las dos cuestiones que se sucitan en la actividad 10:

a) Dios nos habla de muchas maneras: a través de otras personas, en los sucesos de nuestra vida y de la vida de los que nos rodean, etc.

b) El verdadero discípulo se sabe enviado por Jesús a anunciar la Buena Nueva.

CELEBRAMOS

Recordamos el sentido del Adviento y la necesidad de la oración, en cuanto facilitan la reorientación del corazón a Jesús y nos descubren el amor de Dios. En este sentido, se animará a que cada uno viva la costumbre de la Corona de Adviento en su casa y con su familia.

Se realizarán las actividades que el tiempo disponible permita y, por fin, rezaremos juntos la plegaria eucarística III del Tiempo de Navidad.

EN FAMILIA

Podemos reunirnos en el rincón de oración y seguir las pautas señaladas en el cuaderno 1 (ver la pág. 30).

Leemos y comentamos en familia el pasaje bíblico y el sentido de la costumbre cristiana de rezar el Ángelus.

La película recomendada para esta quincena es Ben-Hur. Podemos ver el fragmento seleccionado en la página web. Y si nos gusta, podemos buscarla para ver la película completa.

2. ENLACE A LOS RECURSOS DE ESTE ENCUENTRO

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Encuentro 19: Jesús nació de Santa María Virgen

(Catecismo TS, págs. 110-113)

1. ORIENTACIONES PARA LAS ACTIVIDADES Y LOS RECURSOS

Hacemos la señal de la cruz y rezamos juntos la oración inicial de la página 13. Como se sugiere al inicio, contemplamos unos instantes a la Virgen en nuestro interior.

DIOS NOS HABLA

Actividad 1: Se leerá en voz alta el pasaje evangélico indicado (Ap 12, 1-5). El lector finalizará la lectura de la Palabra de Dios diciendo: Palabra de Dios. Los demás responden: Gloria a ti, Señor Jesús.

El catequista puede iniciar el diálogo destacando la conexión de este pasaje con Gn 3, 15. La actividad pretende que los jóvenes reflexionen sobre la relación recíproca entre el misterio de la Iglesia y María tal y como se manifiesta en la «gran señal» descrita en el Apocalipsis.

A continuación, se realizará individualmente la actividad 2.

EXPLICACIÓN DE LA FE

El Señor os dará un signo

Realizamos las actividades 3, 4 y 5 en tono dialogante, evitando darles un tono escolar.

Si el tiempo lo permite, puede visionarse el video sobre la Virgen María que se sugiere como actividad 6.

PARA TU VIDA

María, nuestro modelo

Actividades 7 a 10: con ellas se pretende el descubrimiento de que de la mejor manera de ahondar en la virtud de la fe consiste en acudir a las Escrituras. En el Nuevo Testamento hay una figura donde encontramos la realización perfecta de la obediencia de la fe: la Virgen María.

Con respecto a la actividad 11, podemos visionar el breve documental sobre le origen y los favores espirituales del escapulario de la Virgen del Carmen. Puede encontrarse también una adecuada explicación en https://www.aciprensa.com/Maria/nsrcarmen/escapulario.htm.

TESTIGO DE FE Y MISERICORDIA

El milagro de Calanda

Leemos el texto de este epígrafe y, guiados por las dos preguntas que se sugieren, reflexionamos sobre la maternidad de María.

CELEBRAMOS

Lo que creemos de María lo celebramos en la liturgia

Leemos el apartado «Lo que creemos de María lo celebramos en la Eucaristía» (Catecismo TS, pág. 113).

A continuación, cantamos o escuchamos el canto mariano que se encuentra en la web. Para finalizar, leemos la Palabra de Dios. La meditación personal permitirá que cada uno considere el papel que cumple la Virgen María en su vida.

Rezamos todos la Salve a María.

Si el catequista lo considera oportuno, se visiona el documental sobre la importancia de la Virgen María en la vida de fe del cristiano.

EN FAMILIA

El catequista sugerirá a los jóvenes que, tras la lectura del evangelio, expliquen con sus palabras a sus padres y hermanos que María es nuestra Madre y que colaboró de manera especial en la obra salvadora de Jesús (por su obediencia, su fe, su esperanza y su amor).

Comentamos también en familia cómo María está al servicio de la misericordia de Cristo y, en consecuencia, cómo el rezo confiado y esperanzado del Santo Rosario y la meditación sobre las escenas de la vida del Señor permite que Ella conforme nuestro ser según el corazón de su Hijo.

Hacemos el propósito que se sugiere en esta página (adaptándolo si es preciso a la realidad familiar): el rezo diario, si es posible, de un misterio del santo Rosario recordando la escena y pidiendo por una intención concreta.

Rezamos la oración final y escuchamos la canción Junto a ti, María.

Para terminar, podemos visionar las escenas de la película Scoto. En ellas el beato Juan Duns Escoto defiende la inmaculada concepción de María en una época —el medievo— en la que la opinión común era la contraria. Sus argumentos son totalmente admitidos hoy en día.

2. ENLACE A LOS RECURSOS DE ESTE ENCUENTRO

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Encuentro 20: Jesús es el Hijo Unigénito de Dios

(Catecismo TS, págs. 114-117)

1. ORIENTACIONES PARA LAS ACTIVIDADES Y LOS RECURSOS

Hacemos la señal de la cruz y rezamos juntos la oración inicial de la página 19 del cuaderno 2.

Observamos la fotografía de la página 114 del Catecismo TS y la comentamos entre todos. Podemos dialogar un poco sobre la figura de san Juan Bautista, recordando lo tratado en Encuentro 17: es una figura clave en la historia de la Salvación. Está a caballo entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Era hijo de Zacarías e Isabel, prima de la Virgen María. Llevó una vida de extrema pobreza y predicó con valentía la inminencia del Reino de Dios.

DIOS NOS HABLA

Podemos visionar, con el objetivo de dinamizar la sesión, el breve documental sobre el bautismo de Jesús.

Actividad 1: Leemos los textos evangélicos señalados y hacemos la actividad. Las respuestas son estas:

a) Aunque Él no tenía pecado, quiso enseñar, con su ejemplo, la necesidad de la conversión y del Bautismo, para el perdón de los pecados y para el nacimiento a la condición de hijos de Dios.

b) De Dios Padre.

c) En este episodio, Jesús muestra su gloria divina, confirmando así que es el Hijo de Dios.

d) En la primera, Dios Padre se complace en su Hijo que acepta por amor el bautismo para el perdón de los pecados de los hombres. En la segunda, afirma que Jesús es el único camino que permite al ser humano entrar en su gloria. Jesús es la Palabra de Dios para sus discípulos (¡Escuchadle!).

Actividad 2: si el tiempo lo permite, pueden dejarse unos minutos para la reflexión personal sobre la divinidad de Jesús.

EXPLICACIÓN DE LA FE

Tú eres el Hijo de Dios

Actividad 3: Leemos la página 116 del Catecismo TS y respondemos a las preguntas. Las respuestas son estas:

a) Jesús es «el Hijo de Dios». La filiación divina de Jesús no es adoptiva como la de sus discípulos. Él es verdaderamente Hijo Unigénito de Dios (Mc 15, 39).

b) Jesús es verdadero Dios, igual que el Padre. La Encarnación del Hijo de Dios no significa que Jesucristo sea en parte Dios y en parte hombre. Él se hizo verdaderamente hombre sin dejar de ser verdaderamente Dios.

c) Jesús se hizo verdaderamente uno de nosotros, en todo semejante a nosotros, excepto en el pecado.

Actividad 4: Son verdaderas: Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre. / Jesucristo es el Hijo eterno de Dios que se hizo hombre para nuestra salvación. Son falsas: La Encarnación del Hijo de Dios significa que Jesucristo es en parte Dios y en parte hombre. / Jesucristo es una mezcla de Dios y de hombre. / En Jesucristo hay dos personas, una divina y otra humana.

Si el tiempo lo permite, se realiza la actividad 5.

PARA TU VIDA

Jesús llama a sus discípulos a vivir como hijos de Dios

Actividades 6 y 7: Se leerá en voz alta el apartado «En el Hijo, los hijos aprenden a orar» (Catecismo TS, pág. 117) y, a continuación, se dialogará sobre el modo en que se viven actualmente las cuatro enseñanzas evangélicas que se proponen. A continuación, se reflexionará sobre la manera en que un joven de su edad y en sus circunstancias puede hacerlas realidad en su vida.

Actividad 8: Las respuestas son estas:

a) Jesús trabajando durante su «vida oculta».

b) Al período en que, como se dice en el evangelio, Jesús estaba «sometido» a sus padres y en el que vivía una vida cotidiana aparentemente sin importancia: familiar, de trabajo manual, vida religiosa como la de cualquier otro judío.

c) Cada chica y chico pensará individualmente dos cosas o mensajes que Jesús nos transmite con su vida oculta. Pueden mencionar ejemplos concretos o actitudes más generales. En definitiva, ha de quedar claro en la puesta en común que Jesús enseña que es posible encontrarnos con Él en los caminos aparentemente más ordinarios de la vida humana. Así, nos descubre el valor santificador del silencio, de la vida familiar y de la laboral.

Visionamos, por fin, el video que se sugiere en la actividad 9 sobre la dignidad y el valor santificador del trabajo. Si se dispusiera de tiempo, podría comentarse en grupo a partir de las cuestiones que se apuntan.

TESTIGO DE FE Y MISERICORDIA

San Justino, mártir

El objetivo de este epígrafe es ejemplificar la fe en Jesús de tantos cristianos que, como san Justino, han sabido decir sí —ayudados por la gracia de Dios— al amor de Dios.

A este respecto, la vida de los primeros cristianos es luminosa. La expansión del cristianismo provocó enfrentamientos con las autoridades judías y romanas, lo que motivó crueles persecuciones. Sin embargo, la entrega y la fidelidad de discípulos como san Justino ayudaron a fortalecer la fe de todos los creyentes y contribuyeron a cumplir la misión que dio a su Iglesia, mostrándonos que Él está con nosotros «todos los días, hasta el final de los tiempos» (Mt 28, 20).

CELEBRAMOS

En el Hijo, los hijos aprenden a orar

El trabajo de las actividades 11 y 12 facilitarán el entendimiento del sentido y el valor de la oración del padrenuestro.

Se terminará la sesión de catequesis cantando la oración del padrenuestro.

EN FAMILIA

Se puede proceder como en otros encuentros.

Tras la lectura y consideración del apartado «Signo cristiano» podemos escuchar la canción Padre Nuestro que aparece en la web.

Podemos terminar la oración en familia visionado las escenas de la película Jesús de Nazaret en la que se narra la parte central del Sermón de la Montaña.

2. ENLACE A LOS RECURSOS DE ESTE ENCUENTRO

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Encuentro 21: Jesús es el Mesías, el Cristo

(Catecismo TS, págs. 120-123)

1. ORIENTACIONES PARA LAS ACTIVIDADES Y LOS RECURSOS

Hacemos la señal de la cruz y rezamos juntos la oración inicial de la página 25 del cuaderno 2.

Observamos la fotografía de la página 121 del Catecismo TS y la comentamos entre todos.

DIOS NOS HABLA

Actividad 1: Leemos la página 120 del Catecismo TS y, a continuación, el pasaje evangélico Lc 4, 14-21. A modo de orientación, las respuestas son estas:

a) Jesús, en su primera intervención pública, nos revela quién es y cuál es su misión. Él es el Mesías prometido en quien se cumplen las Escrituras. Él, con la ayuda del Espíritu Santo, viene a salvar al ser humano.

b) Se refiere al Siervo de Yahvé que alcanzará la Salvación de Dios. Isaías lo presenta no como a un personaje poderoso, sino al enviado de Dios que, sin ser pecador, sufrirá por los pecados cometidos por todos. Gracias a Él, los pecados de los hombres serán perdonados y estos experimentarán la misericordia de Dios.

c) En Él se han cumplido estas profecías.

d) En tiempos de Jesús predominaban los judíos que pensaban que la llegada del Salvador era inminente y consideraban que sería un gran jefe militar que, por medio de la guerra, les devolvería la gloria terrena. Pero no todos los israelitas entendían así la misión del Mesías. Otros judíos creían, según las Escrituras, que Dios les enviaría un profeta que se solidarizaría con ellos, los consolaría y sufriría por ellos.

EXPLICACIÓN DE LA FE

El Mesías, el Cristo

Actividad 2: tras la lectura del apartado (Catecismo TS, pág. 120) se entablará un diálogo a partir de las cuestiones que se presentan. Se apuntan, a continuación, los temas esenciales:

a) Mesías es un término hebreo que significa ‘ungido’. Este título se aplica a Jesucristo en cuanto salvador del mundo. En el Antiguo Testamento se ungía con óleo a los reyes y a los sacerdotes, como signo de su elección. Jesucristo es «el ungido» por excelencia, por su especialísima unión con el Padre y con el Espíritu Santo.

b) Cristo es la traducción griega de Mesías.

c) Jesús invitaba a todos los hombres y mujeres a entrar en el Reino de Dios o Reino de los cielos. Con ese fin, Jesús fundó la Iglesia, para que la Salvación que Él mismo vino a traer —el reinado de Dios en los corazones y en la sociedad— llegara a los hombres y mujeres de todas las épocas y lugares.

Las siguientes actividades (4, 5, y 6) permitirán la asimilación de los contenidos tratados.

El video propuesto es un breve documental sobre el Reino de Dios y la Iglesia. El catequista puede decidir que su visionado cierre la sesión o, por el contrario, la inicie, como elemento motivador y facilitador en la transmisión de los contenidos esenciales y del posterior diálogo.

PARA TU VIDA

Del nombre de Cristo nos viene el nombre de cristianos

Actividad 7: leemos el apartado (Catecismo TS, pág. 122) y comentamos brevemente sus ideas principales.

A continuación, puede proponerse una reflexión personal. Tras ella, y a la luz de la anécdota que narra el Papa (reproducida en la actividad 8), se entablará un diálogo sobre la vocación cristiana. Las preguntas que se proponen, tanto en la actividad 8 como en la 9, permitirán guiar y centrar este comentario grupal.

Respuestas orientativas a las cuestiones planteadas:

Actividad 8:

a) La respuesta la encontramos en los evangelios. Su lectura nos descubre que la esencia del cristianismo es una persona como tú: con nombre propio, que trabajó con sus manos y caminó por la Tierra. Esa persona se llamaba Jesucristo. Él es la medida, la imagen perfecta, la esencia de lo que significa ser cristiano.

b) Consiste en el encuentro con Jesucristo propiciado por la opción libre de seguirlo, es decir, de tratarlo y vivir «en cristiano».

Actividad 9:

a) Comienza con el Bautismo y su esencia es la imitación de Jesucristo, es decir, hacer realidad el mandamiento del Amor. Por ello, la vocación cristiana no consiste en la búsqueda de la propia perfección ni en el simple cumplimiento de unas normas. Todos los bautizados están llamados a ser santos: a la plenitud de la vida cristiana, a la perfección de la caridad.

b) Dios, que nos ha creado libres, quiere que respondamos libremente a su llamada. Cabe, por lo tanto, la posibilidad de rechazar esa llamada o no ser coherente con ella. Los caminos para fortalecerla y crecer en ella son los mismos que los de los primeros cristianos: la oración, la vida activa en la Iglesia que es donde Jesús se hace presente y se comunica, la recepción de los Sacramentos (especialmente la Eucaristía) y la entrega sin condiciones a los demás hombres, nuestros hermanos en Cristo.

Se aconseja el visionado del video del papa Francisco antes del diálogo propuesto en las actividades 8 y 9.

TESTIGO DE FE Y MISERICORDIA

El beato Pablo VI y la fe en Jesucristo

Leemos el texto del cuaderno 2 en la página 28 y visionamos el video sobre Pablo VI que aparece en la web. La finalidad de este testimonio es mostrar cómo el centro y la raíz de la vida cristiana es el encuentro con Jesucristo. El conocimiento de su biografía permite afirmar, como recuerda el papa Francisco, que fue «un apóstol incansable y un cristiano comprometido». Asimismo, los chicos deben advertir cómo desde los primeros cristianos los fieles han manifestado siempre un profundo amor al Papa, el Buen Pastor.

Recitamos, para terminar, la oración propuesta en la actividad 12. El catequista invitará a hacer algún propósito concreto.

CELEBRAMOS

Mis ojos han visto a tu Salvador

Podemos usar los contenidos de esta página para preparar una Celebración de la Palabra. Por ejemplo, siguiendo este esquema:

1. Para comenzar, haremos la señal de la cruz  escuchamos el canto mariano María, pequeña María que se encuentra en la web.

2. Comentamos l aíntima relación entre la justicia y la solidaridad

3. Mientras el lector lee el texto «La alegría de Simeón», se reflexiona en silencio.

Al final, quien preside reza el «Oremos».

4. Dedicamos dos o tres minutos a orar en silencio y a pensar algún propósito para ofrecer al Señor.

5. Rezamos en voz alta la oración a la Virgen que se propone.

EN FAMILIA

Junto al rincón de oración iniciamos esta catequesis en familia, que, previamente, ha de prepararse un poco.

Uno lee el texto del evangelio (Ex 2, 23-25) y otro el comentario.

El apartado «Signo cristiano» lo podemos hacer en forma de tertulia alrededor de una imagen de Jesús. Podemos seguir las preguntas que vienen a continuación en el cuaderno: ¿Cómo nos enseñó Jesús la misericordia? ¿Cómo la debe practicar un cristiano?

Se sigue con los apartados «Hacemos un propósito» y «Oración final».

Podemos terminar con el visionado las escenas de la película Poveda en las que se muestra la importancia de la misericordia a través del testimonio de este santo.

2. ENLACE A LOS RECURSOS DE ESTE ENCUENTRO

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Encuentro 22 (1.ª Parte): Jesús es el Señor. Pasión y muerte

(Catecismo TS, págs. 126-130)

1. ORIENTACIONES PARA LAS ACTIVIDADES Y LOS RECURSOS

Hacemos la señal de la cruz y rezamos juntos la oración inicial de la página 31 del cuaderno 2.

Observamos la fotografía de la página 126 del Catecismo TS y la comentamos entre todos.

DIOS NOS HABLA

Actividades 1 y 2: leemos en voz alta el texto de Mc 10, 32-34 y lo comentamos a partir de las cuestiones propuestas.

a) Significa ῾Señor̉ (en griego Kyrios, en hebreo Elohim o Adonaí) es la palabra que usaban los judíos para evitar pronunciar en voz alta, por respeto, el nombre de Dios (Yahvé).

b) Llamar Señor a Jesús es un modo de reconocer su divinidad.

EXPLICACIÓN DE LA FE

Pasión y muerte de Jesús en la cruz

Actividad 3: cada joven resumirá la cita evangélica sobre lo que sucede en cada dibujo.

Para finalizar, si el catequista lo considera oportuno, se visionará el video propuesto en la actividad 4 que versa sobre la Pasión de Jesús.

PARA TU VIDA

La pasión y muerte de Cristo: sus heridas nos han curado

Actividades 5 y 6: tras la lectura del texto correspondiente a este apartado (Catecismo TS, pág. 132), comentamos qué significa que «El conjunto de los seres humanos» es el principal responsable de la muerte de Jesús.

Actividad 7: tras la lectura grupal de Ga 2, 20, se aconseja la realización individual de esta actividad. Las respuestas, orientativas, son:

a) Los pecados cometidos por todos y cada uno de los seres humanos.

b) Dios no nos ha creado con el fin de que seamos «buenos»; quiere para nosotros mucho más: desea que seamos santos. Tan alto ideal es posible si actuamos conforme a la voluntad de Dios. Pero, para ello, necesitamos la ayuda de su gracia. En este sentido, la vida cristiana consiste principalmente en corresponder a la gracia, en ser dóciles a la acción santificadora del Espíritu Santo.

c) El ser humano está llamado a la Bienaventuranza eterna. Con ella entraremos en el gozo de la vida divina.

TESTIGO DE FE Y MISERICORDIA

Pablo Miki y sus compañeros mártires

Tras visionar el video de este santo, puede entablarse un diálogo a partir de las cuestiones que se plantean en la actividad 8.

CELEBRAMOS

Celebramos la cruz en la que murió Jesús

Podemos usar los contenidos de esta página para preparar una Celebración de la Palabra. Por ejemplo, siguiendo este esquema:

1. Para comenzar, escuchamos el canto Perdona a tu Pueblo, Señor que se encuentra en la web.

2. Un lector lee el pasaje de Jn 19, 17-30.

3. En silencio, es un buen momento para dar gracias a Jesús por haber padecido por nosotros.

4. Se realiza el apartado «signo»: exposición de un crucifijo y todos pasamos ordenadamente para venerarlo y besarlo.

Al final, quien preside reza el «Oremos».

5. Dedicamos dos o tres minutos a orar en silencio y a pensar algún propósito para ofrecer al Señor.

6. Rezamos en voz alta la oración final. (Oración colecta de la festividad de la Exaltación de la Santa Cruz)

EN FAMILIA

Amor a la Santa Cruz

Junto al rincón de oración iniciamos esta catequesis en familia (pág. 36 del cuaderno).

Un miembro de la familia lee la poesía de santa Teresa de Jesús.

El apartado «Signo cristiano» lo podemos hacer en el mismo rincón de la oración frente a un crucifijo.

Podemos seguir las preguntas que vienen a continuación en el cuaderno: ¿Qué significa esta imagen?, etc.

Se puede comentar el apartado «Hacemos un propósito» y se concreta uno que puedan hacer todos los miembros de la familia. Luego se reza la Oración a la Divina Misericordia.

Si se quiere, se puede escuchar y cantar en familia la canción del apartado anterior: Te damos gracias, Señor.

Las escenas recomendadas para esta quincena (de la serie Santa Teresa de Jesús) permiten reflexionar sobre la actuación del cristiano que, fundamentado en la ley evangélica, invita a actuar por el amor que infunde el Espíritu Santo e impele a la donación de uno mismo (como las protagonistas de las escenas) y a ser compasivos con los demás.

2. ENLACE A LOS RECURSOS DE ESTE ENCUENTRO

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Encuentro 22 (2.ª parte): Jesús es el Señor. La Resurrección

(Catecismo TS, págs. 130-138)

1. ORIENTACIONES PARA LAS ACTIVIDADES Y LOS RECURSOS

Hacemos la señal de la cruz y rezamos juntos la oración inicial de la página 37 del cuaderno 2.

Observamos la fotografía de la página 137 del Catecismo TS y la comentamos entre todos.

DIOS NOS HABLA

Actividad 1: Un lector proclamará la lectura seleccionada por el catequista.

Actividad 2: tras un breve diálogo sobre la frase de Jesús a Tomás, cada catecúmeno escribe el fruto de su reflexión. Después pueden ponerse en común las distintas reflexiones.

EXPLICACIÓN DE LA FE

La resurrección de Cristo: vencedor del pecado y de la muerte

Se sugiere que en este punto se visualice el video sobre la resurrección de Jesús al que se refiere la actividad 10 y que podrá encontrarse en la web. Con ello favoreceremos el interés de los jóvenes.

Leemos a continuación el apartado (Catecismo TS, pág. 134); después se responden individualmente las actividades 3 y 4.

Actividad 5: puede leerse en voz alta el apartado correspondiente del Catecismo TS (pág. 134) y, después, comentar sus ideas fundamentales.

PARA TU VIDA

Nosotros participamos de la muerte y resurrección del Señor

Actividad 6: se procederá como en las actividades anteriores.

Las actividades 7 y 8 permitirán comprobar que se han asimilado adecuadamente los contenidos.

Actividad 9. Respuesta orientativa. En primer lugar, pueden aportarse los testimonios de aquellos que vieron a Jesús resucitado. Durante los cuarenta días siguientes a su Resurrección, el Señor se apareció a sus discípulos en muchas ocasiones. De entre ellas, pueden destacarse la aparición a María Magdalena (Jn 20, 11-18), el primer encuentro del Señor con los Apóstoles en el cenáculo (Lc 24, 36-49), su conversación posterior con el incrédulo Tomás (Jn 20, 24-29) o el encuentro de Jesús con dos discípulos que caminaban hacia Emaús (Lc 24, 13-35). San Pablo nos cuenta en la Primera Carta a los Corintios que en cierta ocasión el Señor se apareció a quinientos discípulos a la vez.

La sencillez con que los evangelios describen los hechos verifica la autenticidad y la historicidad de la muerte y Resurrección de Jesucristo. En efecto, la narración no oculta la cobardía y falta de fe de sus seguidores, por lo que no puede afirmarse que la Resurrección sea el fruto de su credulidad.

Estos testimonios son aún más creíbles por el hecho de que esos discípulos dieron su vida para que la Buena Noticia se difundiese a todos los pueblos y naciones del mundo.

Si el catequista lo considera oportuno, se visionará el breve documental que versa sobre la resurrección de Jesús.

TESTIGO DE FE Y MISERICORDIA

Beata Ana Catalina Emmerick

Hacemos las actividades 11 y 12 de modo que den lugar a un diálogo entre los chicos/as.

CELEBRAMOS

Celebramos con la Virgen la resurrección de Jesucristo

Podemos usar los contenidos de esta página para preparar una Celebración de la Palabra. Por ejemplo, siguiendo este esquema:

1. Como oración inicial, hacemos la señal de la cruz y cantamos algún himno de Pascua.

2. Un lector lee el apartado «Aleluya» (Catecismo TS, pág. 139) y comentamos el significado litúrgico de esta exclamación.

3. Rezamos en voz alta la oración «Reina del Cielo».

4. Escuchamos y cantamos como canto final el Aleluya.

EN FAMILIA

El Sacramento de la Penitencia

Junto al rincón de oración iniciamos esta catequesis en familia (pág. 42 del cuaderno 2), que, previamente, ha de prepararse un poco.

Uno lee el texto del evangelio y, a continuación lo comentamos. Podemos seguir las preguntas que vienen en el cuaderno.

El apartado «Signo cristiano» lo podemos hacer en forma de tertulia.

Se sigue con los apartados «Hacemos un propósito» y «Oración final».

Si se quiere, se pueden visionar en familia las escenas de la película que se presentan como recurso.

2. ENLACE A LOS RECURSOS DE ESTE ENCUENTRO

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Encuentro 23: Jesús promete y envía al Espíritu Santo

(Catecismo TS, págs. 140-143)

1. ORIENTACIONES PARA LAS ACTIVIDADES Y LOS RECURSOS

Hacemos la señal de la cruz y rezamos juntos la oración inicial de la página 43 del cuaderno 2.

Observamos la fotografía de la página 140 del Catecismo TS y la comentamos entre todos.

DIOS NOS HABLA

Actividad 1: un lector lee el pasaje Lc 24, 17-21. A continuación, el grupo dialoga sobre el texto y el mensaje que transmite. Para terminar, cada uno de los chicos escribirá individualmente sus conclusiones.

Actividad 2: tras la lectura de Jn 14, 25-26, se leerá y comentará, a partir de las preguntas propuestas en la actividad, el apartado titulado «Paráclito» (Catecismo TS, pág. 141). Respuestas orientativas:

a) «Paráclito» (parakletos en griego) significa literalmente: «aquel que es invocado». Se suele traducir como «Defensor», «Abogado», «Mediador» o «Consolador». En todos estos sentidos se utiliza el término Paráclito como apelativo del Espíritu Santo en cuanto Él continúa haciendo operante la redención con la que Cristo nos ha librado del pecado y de la muerte eterna.

b) El Espíritu Santo será el abogado de los Apóstoles, y de todos aquellos que, a lo largo de los siglos, serán en la Iglesia los herederos de su testimonio y de su apostolado, especialmente en aquellos momentos en que será preciso incluso el heroísmo. El Paráclito, por lo tanto, es defensor y el consolador especialmente durante las persecuciones contra los Apóstoles y contra los primeros cristianos, y también de todos los siglos.

Además, el Espíritu Santo es el Mediador y el Intercesor porque prepara a los hombres, los previene por su gracia, para atraerlos hacia Cristo; les manifiesta al Señor resucitado; les recuerda su palabra y abre su mente para entender su Muerte y su Resurrección; y les hace presente el Misterio de Cristo, sobre todo en la Eucaristía, para reconciliarlos, para conducirlos a la comunión con Dios, para que den mucho fruto (Catecismo de la Iglesia Católica, n.º 737).

EXPLICACIÓN DE LA FE

Por el Espíritu Santo, la Iglesia continúa la obra de Jesús

Actividad 3: leemos el apartado correspondiente del Catecismo TS (pág. 142) y, a continuación recordamos entre todos lo que sabemos sobre la Resurrección y la Ascensión de Jesús al cielo a través de estas preguntas que se sugieren en el cuaderno:

a) En los evangelios se dice «que [Jesús] fue sepultado y que resucitó al tercer día».

b) El Señor se apareció a sus discípulos en muchas ocasiones. De entre ellas, pueden destacarse la aparición a María Magdalena (Jn 20, 11-18), el primer encuentro del Señor con los diez Apóstoles –pues faltaba Tomás- en el cenáculo (Lc 24, 36-43) o su conversación posterior con el incrédulo Tomás (Jn 20, 24-29). También se apareció a dos discípulos que caminaban, desolados, hacia Emaús. San Pablo nos cuenta en la Primera Carta a los Corintios que en cierta ocasión el Señor se apareció a quinientos discípulos a la vez.

c) Acercándose a ellos, Jesús les dijo «Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos» (Mt 28, 18-20).

Actividad 4: las respuestas a las cuestiones planteadas son:

a) Los bendijo.

b) Se les presentaron dos hombres vestidos de blanco.

c) Les dijeron: «Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que ha sido tomado de entre vosotros y llevado al cielo, volverá como lo habéis visto marcharse al cielo».

d) Hacer discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñarles a guardar todo lo que Jesús había mandado.

Actividad 5: las respuestas a las cuestiones planteadas son:

a) No.

b) El Espíritu Santo.

Actividad 6: si el catequista lo considera oportuno, puede visionarse el breve documental sobre la resurrección de Jesús que se propone como recurso.

PARA TU VIDA

Con nuestra vida anunciamos que Jesús sigue viviendo

Actividad 7: puede leerse en voz alta el apartado correspondiente del Catecismo TS (pág. 142) y, a continuación, se extraen entre todos sus ideas principales.

Actividades 8, 9 y 10: se dedicarán unos minutos a la reflexión personal. Después, cada catecúmeno resumirá en su cuaderno el texto del papa Francisco y escribirá las maneras en que puede un chico de su edad y circunstancias anunciar el Evangelio en su vida diaria. Conviene que, al finalizar estas actividades, haya una puesta en común. Por fin, se rezará la oración propuesta.

TESTIGO DE FE Y MISERICORDIA

San Juan XXIII

Leemos el texto del cuaderno 2 en la página 46 y visionamos las escenas de la película Juan XXIII. El Papa de la paz que nos impelen a reflexionar sobre el sentido del sufrimiento y la misericordia de Dios.

A continuación, pueden contestarse grupalmente las cuestiones planteadas en la actividad 11.

CELEBRAMOS

Celebramos la ascensión de Jesús

Podemos usar los contenidos de esta página para preparar una Celebración de la Palabra. Por ejemplo, siguiendo este esquema:

1. Como oración inicial, hacemos la señal de la cruz y cantamos algún himno de Pascua.

2. Repetimos las siguientes citas evangélicas que aparecen en la página 165 del Catecismo TS. Después de cada una de ellas, hacemos una pausa para orar en silencio.

3. Rezamos en voz alta la oración «Reina del Cielo».

4. Reflexionamos sobre las ideas relacionadas con la Ascensión que se presentan en el cuaderno.

5. Rezamos en voz alta la oración final y escuchamos la canción Señor de la Ascensión que se encuentra en la web.

EN FAMILIA

Somos discípulos misioneros

Junto al rincón de oración iniciamos esta catequesis en familia (pág. 48 del cuaderno 2), que, previamente, ha de prepararse un poco.

Uno lee el texto del evangelio y, a continuación, lo comentamos. Podemos seguir las preguntas que vienen en el cuaderno.

El apartado «Signo cristiano» lo podemos hacer en forma de tertulia.

Se sigue con los apartados «Hacemos un propósito» y «Oración final».

Si se quiere, se pueden visionar en familia las escenas de la película Juan XXIII. El Papa de la paz que se presentan como recurso.

2. ENLACE A LOS RECURSOS DE ESTE ENCUENTRO

*  *  *

JESUCRISTO ES LA VIDA

INTRODUCCIÓN

Como se sugiere en el cuaderno, observamos la página 145 y reflexionamos a partir de las cuestiones que se plantean en ella.

A continuación leemos las páginas 146 y 147, que versan sobre la celebración de la Vigilia Pascual y, en concreto, sobre la bendición del agua bautismal como signo de vida y de liberación y a la renovación de las promesas de nuestro Bautismo.

Observamos, por fin, la ilustración de la página 146 y dialogamos con los jóvenes ayudados por las preguntas que se presentan en el cuaderno.

Seguimos el mismo procedimiento con las páginas 147, 148 y 149.

Para finalizar, todos juntos recitamos nuestra confesión de fe: el Credo (Catecismo TS, pág. 103).

*  *  *

Encuentro 24: El Espíritu Santo da vida a la Iglesia

(Catecismo TS, págs. 150-153)

1. ORIENTACIONES PARA LAS ACTIVIDADES Y LOS RECURSOS

Hacemos la señal de la cruz y rezamos juntos la oración inicial de la página 51 del cuaderno 2.

Observamos la fotografía de la página 151 del Catecismo TS y la comentamos entre todos.

DIOS NOS HABLA

Actividad 1: un lector lee el pasaje de Hc 1, 12-14 y, después de una breve pausa, el de Hc 2, 1-4. A continuación, contestamos a las preguntas.

El visionado del breve documental sobre el Espíritu Santo que se propone en la actividad 2 facilitará la reconsideración personal de los textos evangélicos leídos.

EXPLICACIÓN DE LA FE

Los símbolos del Espíritu Santo

Actividad 3: leemos el apartado correspondiente del Catecismo TS (pág. 152) y realizamos la actividad. Respuestas: de derecha izquierda: sacramento del Orden, Espíritu Santo (lengua de fuego y paloma), sacramento de la Confirmación y sacramento del Bautismo.

Actividad 4: leemos y comentamos en grupo las preguntas de catecismo de TS.

Actividad 5: se realiza individualmente. Respuestas:

a) la Iglesia

b) Iglesia

c) la verdad.

PARA TU VIDA

El Espíritu Santo actúa también en nuestro tiempo

Actividad 6: comentamos entre todos la acción del Espíritu Santo en la actualidad a través de las dos manifestaciones que se proponen en el texto. Los jóvenes buscarán ejemplos concretos de esta realidad.

Actividad 7: Respuesta orientativa. Otros posibles argumentos son:

• Como sucedió en Pentecostés, la efusión del Espíritu Santo sigue suscitando múltiples carismas y movimientos dentro de la Iglesia que dan respuesta a los anhelos y dilemas de los seres humanos de hoy.

• Aunque ya desde los primeros tiempos de la Iglesia se han producido escisiones que han lesionado su unidad, esta ha mantenido ―incomprensiblemente desde un punto de vista solo humano― el depósito de la fe transmitido por los Apóstoles. Como «recuerda el Concilio Vaticano I: «La Iglesia por sí misma es un grande y perpetuo motivo de credibilidad y un testimonio irrefutable de su misión divina a causa de su admirable propagación, de su eximia santidad, de su inagotable fecundidad en toda clase de bienes, de su unidad universal y de su invicta estabilidad» (Catecismo de la Iglesia Católica, n.º 812).

Actividad 8: Respuestas orientativas.

a) «[El Espíritu Santo] actúa de múltiples maneras en la edificación de todo el cuerpo en la caridad (cf. Ef 4, 16): por la Palabra de Dios, «que tiene el poder de construir el edificio» (Hc 20, 32), por el Bautismo mediante el cual forma el Cuerpo de Cristo (cf. 1 Co 12, 13); por los sacramentos que hacen crecer y curan a los miembros de Cristo; por «la gracia concedida a los apóstoles» que «entre estos dones destaca» (LG 7), por las virtudes que hacen obrar según el bien, y por las múltiples gracias especiales [llamadas «carismas»] mediante las cuales los fieles quedan «preparados y dispuestos a asumir diversas tareas o ministerios que contribuyen a renovar y construir más y más la Iglesia» (Catecismo de la Iglesia Católica, n.º 798).

b) Los medios mediante los cuales el cristiano se predispone para la recepción de la acción y la gracia del Espíritu Santo son: la oración, la participación activa en la vida de la Iglesia, los sacramentos (especialmente la Eucaristía) y en la entrega a los hermanos fundamentada en el amor de Jesús.

c) Respuesta abierta.

d) Respuesta abierta.

Actividad 8: escuchamos el himno al Espíritu Santo que se presenta como recurso.

TESTIGO DE FE Y MISERICORDIA

El papa Benedicto XVI y la ayuda del Espíritu Santo

Leemos el texto del cuaderno 2 en la página 58 y visionamos el video de Benedicto XVI que aparece en la web.

Este testimonio y las cuestiones que se presentan para el comentario grupal (actividad 9) persiguen que los jóvenes reflexionen sobre dos importantes aspectos de lo tratado en este encuentro:

• La libre iniciativa de Dios exige la libre respuesta del hombre. El Espíritu Santo, toca y mueve nuestro corazón. Pero esto no significa que el cristiano no tenga que luchar para superar los obstáculos.

• Los cristianos tenemos una clara conciencia de que todo lo que poseemos, desde la existencia hasta nuestra divinización por el don de la gracia, nos ha sido dado. Esta conciencia conduce a la humildad, al agradecimiento y a una visión positiva y esperanzada de la vida humana.

CELEBRAMOS

Celebramos la venida del Espíritu Santo

Podemos usar los contenidos de esta página para preparar una Celebración de la Palabra. Por ejemplo, siguiendo este esquema:

1. Para comenzar, rezamos la oración inicial y cantamos o escuchamos algún himno al Espíritu Santo seleccionado previamente por el catequista.

2. Proclamación de la Palabra de Dios: un lector lee el pasaje de Hc 1, 12-14 y, después de una breve pausa, el de Hc 2, 1-4.

3. Secuencia: rezamos todos junto esta oración al Espíritu Santo.

4. Comentario: a partir del dibujo de la paloma y de los dones del Espíritu Santo, comentamos su significado brevemente.

5. Dedicamos dos o tres minutos a orar en silencio meditando sobre los dones del Espíritu Santo.

6. Rezamos en voz alta la oración final.

EN FAMILIA

¡Ven, Espíritu Santo!

Uno lee el texto del evangelio y, a continuación lo comentamos entre todos. Podemos seguir las preguntas que vienen en el cuaderno.

El apartado «Signo cristiano» lo podemos leer en voz alta.

Se sigue con los apartados «Hacemos un propósito» y «Oración final».

Si se quiere, se pueden visionar en familia las escenas de la película Prefiero el paraíso sobre el testimonio de santidad de Felipe Neri que se presentan como recurso.

2. ENLACE A LOS RECURSOS DE ESTE ENCUENTRO

*  *  *

Encuentro 25: Sois pueblo de Dios

(Catecismo TS, págs. 154-161)

1. ORIENTACIONES PARA LAS ACTIVIDADES Y LOS RECURSOS

Hacemos la señal de la cruz y rezamos juntos la oración inicial de la página 57 del cuaderno 2.

Observamos la fotografía de la página 156 del Catecismo TS y la comentamos entre todos.

DIOS NOS HABLA

Actividad 1: contestamos a las preguntas.

a) El Evangelio se expondió por medio de la predicación y el testimonio de los Apóstoles y de los primeros cristianos. Según la tradición, llegó a la península ibérica gracias a la evangelización de los apóstoles Pablo y Santiago, así como la vida de fe de comerciantes, soldados y esclavos.

b) La Iglesia crecía bajo la acción del Espíritu Santo.

EXPLICACIÓN DE LA FE

La Iglesia es el nuevo pueblo de Dios

Actividad 2: leemos y comentamos los textos indicados de la página 158 del Catecismo TS. Los chicos han de advertir la voluntad expresa de Jesús de fundar una comunidad ―un nuevo pueblo― fundamentada sobre los doce Apóstoles.

Actividad 3: los jóvenes responden individualmente a las preguntas.

a) El pueblo elegido por Dios en la Antigua Alianza se llama Israel.

b) El pueblo elegido por Dios en la Nueva Alianza se llama «Iglesia».

c) Jesús es el fundador del nuevo Pueblo de Dios.

d) Para comenzar el nuevo pueblo de Dios eligió a doce Apóstoles.

e) La Alianza Nueva y Eterna de Dios con su pueblo fue instituida por Jesucristo con su muerte, su resurrección y con el envío del Espíritu Santo.

f) La Iglesia es:

• El nuevo pueblo de Dios.

• El pueblo de la nueva y eterna Alianza.

• El nuevo Israel.

Actividad 4: el texto que se somete al comentario grupal se refiere a las siguientes características que distinguen al nuevo Pueblo de Dios (Catecismo de la Iglesia Católica, n.º 782):

— Es el Pueblo de Dios: Dios no pertenece en propiedad a ningún pueblo, sino a todas las naciones.

— La identidad de este pueblo es la dignidad y la libertad de los hijos de Dios en cuyos corazones habita el Espíritu Santo como en un templo.

— Su ley es el mandamiento nuevo: amar como el mismo Cristo mismo nos amó. Esta es la ley «nueva» del Espíritu Santo.

— Su misión es ser la sal de la tierra y la luz del mundo. Es un germen muy seguro de unidad, de esperanza y de salvación para todo el género humano.

— Su destino es el Reino de Dios, que Él mismo comenzó en este mundo, que ha de ser extendido hasta que Él mismo lo lleve también a su perfección.

PARA TU VIDA

Creo en la iglesia, que es una, santa, católica y apostólica

Actividad 5: Leemos el apartado sobre las notas de la Iglesia (Catecismo TS, pág. 158) y dialogamos sobre estas propiedades esenciales que la Iglesia ha recibido de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Actividades 6 y 7: cada alumno las realizará individualmente. Puede ser enriquecedora una puesta en común final.

Actividad 8: el catequista valorará el mejor momento para el visionado del breve documental que versa sobre las notas de la Iglesia que aparece en la web.

TESTIGO DE FE Y MISERICORDIA

Santa Teresita del Niño Jesús

Leemos el texto del cuaderno 2 en la página 60 y visionamos el video sobre esta santa que aparece en la web.

Este testimonio y las cuestiones que se presentan para el comentario grupal (actividad 9) persiguen que los jóvenes reflexionen sobre la vocación al amor que caracteriza a todo discípulo de Jesús.

CELEBRAMOS

Conocemos mejor la liturgia

Actividad 11: leemos en voz alta el texto «La misa y la oración» y reflexionamos sobre el modo de intensificar nuestra vida de oración, especialmente cuando participamos en la Eucaristía.

Actividad 12: rezamos en voz alta lo oración a la Virgen María. Podemos, después, escuchar y cancar la canción María, pequeña María que encontraremos en la web.

EN FAMILIA

En la Iglesia estamos seguros

― Comenzamos haciendo la señal de la cruz.

― Uno lee el texto del evangelio y, a continuación, el comentario.

― Otro miembro de la familia puede leer el apartado «Signo cristiano».

― Se sigue con los apartados «Hacemos un propósito» y «Oración final».

― Si se quiere, se pueden visionar en familia las escenas de la película que se presentan como recurso.

2. ENLACE A LOS RECURSOS DE ESTE ENCUENTRO

*  *  *

Encuentro 26: Pedro, apóstol de Jesucristo

(Catecismo TS, págs. 162-165)

1. ORIENTACIONES PARA LAS ACTIVIDADES Y LOS RECURSOS

Hacemos la señal de la cruz y rezamos juntos la oración inicial de la página 63 del cuaderno 2.

Observamos la fotografía de la página 162 del Catecismo TS y la comentamos entre todos.

DIOS NOS HABLA

Actividad 1: contestamos a las preguntas. Respuestas orientativas.

a) Describe cómo la primera Iglesia ―por medio de Pedro y los demás apóstoles primero y de Pablo, después― proclama el Evangelio a todas las naciones entonces conocidas gracias a la acción del Espíritu Santo.

b) Nos recuerda que la fuerza que mueve y sostiene a la Iglesia proviene principalmente del Espíritu Santo. Y, asimismo, que gracias a la acción de este la Iglesia es la comunidad de los discípulos de Jesús y, por lo tanto, los fieles somos hermanos.

Actividad 2: tras la lectura del texto contestamos a las preguntas. Respuestas orientativas.

a) En la serenidad y seguridad con que predica y en el don de lenguas que muestra.

b) La resurrección de Jesús de la que ellos han sido testigos.

Actividad 3: si el catequista lo considera oportuno, puede visionarse el breve documental que versa sobre el reconocimiento de la divinidad de Cristo que hizo san Pedro.

EXPLICACIÓN DE LA FE

Todos hermanos, algunos pastores

Actividad 4: tras la lectura de la segunda parte del texto (Catecismo TS, pág. 163) se completan las frases:

a) Los nuevos creyentes quedan incorporados a la comunidad de los discípulos, a la Iglesia de Jesús.

b) Eran constantes en escuchar la enseñanza de los apóstoles, en compartir, en celebrar.

c) Y en compartir fraternalmente todo.

d) Y en celebrar la fracción del pan o Cena del Señor y participar en la oración común.

e) Vivían unidos y repartían sus bienes según las necesidades de cada uno.

Para terminar la actividad se resume el contenido del último párrafo. Respuesta orientativa: «En la Iglesia, gracias a la acción del Espíritu Santo, se congregan todos los discípulos de Jesús».

Actividad 5: deben señalarse las siguientes: Hermanos, hijos de Dios, miembros de Cristo, templos del Espíritu Santo.

Actividad 6: las repuestas son:

a) Jesús.

b) Pueden mencionarse, por ejemplo, Mt 16, 19 o Mt 28, 19-20; y con respecto a Pedro Mt 16, 18-19.

Actividad 7: se completarán individualmente:

a) Los obispos son los sucesores de los Apóstoles y gobiernan cada diócesis.

b) Los presbíteros se llaman también sacerdotes cooperan con el obispo, celebran la Eucaristía y cuidan de los fieles.

c) Los diáconos colaboran con el obispo y con los presbíteros.

PARA TU VIDA

El Papa, sucesor de Pedro

Actividades 8 y 9: la lectura detenida de este epígrafe del Catecismo TS y la realización y comentario grupal de estas actividades tienen como finalidad que los chicos adviertan estas dos ideas esenciales:

  • El Papa (y los obispos) reciben la autoridad de Jesucristo. El primado de Pedro responde, pues, a la voluntad expresa de este. El Papa, obispo de Roma y sucesor de san Pedro, es principio y fundamento de unidad, tanto de los obispos como de los demás fieles.
  • A imagen de Cristo (que no vino a ser servido, sino a servir), la esencia y fundamento de esta autoridad es el servicio. La tarea que Jesús les ha encomendado no es para su propio interés, sino para guiar a todos los fieles en el camino de la verdad y facilitarles el camino de la Salvación.

Actividades 10 y 11: las reflexiones precedentes han de conducir a los jóvenes a manifestar su amor filial para con la Iglesia y, por tanto, su comunión con el Papa, principio visible de la unidad de la Iglesia. Para ello se propone la meditación individual del texto de Forja y la posterior reflexión grupal sobre las maneras en que podemos manifestar de forma concreta nuestra adhesión y amor al Papa.

El catequista valorará cuál es el mejor momento para el visionado del video propuesto sobre el «efecto» Francisco.

TESTIGO DE FE Y MISERICORDIA

San Pedro, el primer papa

Se recomienda que el catequista seleccione los principales textos evangélicos en los que interviene san Pedro. Podrá así proponer a los jóvenes que destaquen una virtud de este apóstol de cada uno de ellos. Es importante que el catequista guíe el diálogo de forma que se muestre el lado más humano de Pedro. De este modo se destacará con inusitada luz el más divino.

La vida y testimonio de san Pedro es uno de los mejores ejemplos de la pedagogía de Dios. Él no elige a los «mejores». En Pedro se muestra de forma admirable la grandeza de las obras de Dios y la forma en que estas fructifican si el hombre confía en Él. Con Jesús nuestra debilidad es nuestra fortaleza: este es el testimonio de la vida de Pedro. Si algo caracterizó su vida fue su intenso amor a Jesús. Por ello, sus infidelidades, a veces graves como la negación del Maestro, no le alejaron de Él sino que le condujeron a purificar su corazón, transformar la propia vida a imagen de Cristo y entregarla por el bien de sus hermanos hasta el martirio. Si los chicos asimilan esta enseñanza, su corazón estará siempre abierto a la esperanza y al amor de Dios Padre.

Si el tiempo lo permite, puede visionarse el video sobre san Pedro que aparece en la web.

CELEBRAMOS

Celebramos al apóstol Pedro

Podemos usar los contenidos de esta página para preparar una Celebración de la Palabra. Por ejemplo, siguiendo este esquema:

1. Como oración inicial, hacemos la señal de la cruz y cantamos algún himno relacionado con el seguimiento de Cristo.

2. Dialogamos sobre la figura de Pedro.

3. Un lector proclamará el evangelio de Hc 1, 10-11.

4. Rezamos en voz alta la oración final.

5. Escuchamos y cantamos el himno que se presenta como recurso.

EN FAMILIA

El amor al Papa

Junto al rincón de oración iniciamos esta catequesis en familia (página 68 del cuaderno 2), que, previamente, ha de prepararse como siempre un poco.

— Uno lee el texto del evangelio y, a continuación lo comentamos. Podemos seguir las preguntas que vienen en el cuaderno.

— El apartado «Signo cristiano» lo podemos hacer en forma de tertulia.

— Se sigue con los apartados «Hacemos un propósito» y «Oración final».

— Si se quiere, se pueden visionar en familia las escenas de la película Francisco, el padre Jorge que se presentan como recurso.

2. ENLACE A LOS RECURSOS DE ESTE ENCUENTRO

*  *  *

Encuentro 27: Llamados a la conversión

(Catecismo TS, págs. 168-171)

1. ORIENTACIONES PARA LAS ACTIVIDADES Y LOS RECURSOS

Hacemos la señal de la cruz y rezamos juntos la oración inicial de la página 63 del cuaderno 2.

Observamos la fotografía de la página 168 del Catecismo TS y la comentamos entre todos.

DIOS NOS HABLA

Actividad 1: leemos el apartado (Catecismo TS, pág. 168). Después, un lector lee la Palabra de Dios (Hc 8, 26-28. 30-31) y a continuación dialogamos a partir de las preguntas.

Puede destacarse, en primer lugar, la docilidad de Felipe al mandato de Dios. Su fe, reafirmada por su experiencia de Dios, le lleva a obedecer al ángel sin saber exactamente la razón de la su petición.

En segundo lugar, caben destacar dos actitudes del etíope: la respuesta a la llamada de Dios en su corazón y la humildad para reconocer la necesidad de ayuda. El pasaje muestra el anhelo de espiritualidad, de trascendencia, que Dios ha puesto en todo ser humano. En el caso del etíope, además, hay una respuesta activa a esa inquietud. No acalla la llamada que brota de su corazón y busca, mediante la lectura de Isaías, respuestas. La segunda actitud es también esencial: el reconocimiento de su ignorancia y de la necesidad de un guía. El etíope tiene el corazón abierto a la verdad, por lo que la gracia de Dios no encuentra obstáculos para iluminar su vida.

Actividad 2 y 3: tras la explicación que el catequista dará sobre la llamada de Dios a pertenecer a la Iglesia y su amor por nosotros, puede visionarse el video sobre el encuentro entre el apóstol Felipe y el etíope que aparece en la web.

EXPLICACIÓN DE LA FE

Activad 4: puede comenzar el diálogo recordando también el testimonio de la conversión de san Pedro referido en el Encuentro anterior. Las respuestas a las cuestiones sugeridas en el cuaderno son orientativas:

a) Es la fe en la Buena Nueva por la que, gracias al don del Espíritu Santo, se renuncia al mal y se alcanza la remisión de todos los pecados y el don de la vida nueva en Cristo (CEC, n.º 1427).

b) La primera conversión se alcanza por medio del sacramento del Bautismo. Pero, además, los que, después del Bautismo, se apartan de Dios por el pecado, tienen la posibilidad de convertirse de nuevo a Dios. Esta reconversión significa reconciliarse con Él para recuperar la nueva vida en Cristo. La forma en que se produce habitualmente esta segunda conversión es el sacramento de la Penitencia.

c) y d) Son muchos los factores, naturales y sobrenaturales, que pueden influir en una conversión. Ahora bien, el principal es la gracia de Dios.

e) La conversión supone:

— Reconocer que somos pecadores.

— Abrir nuestro corazón a Jesús.

— Desear cambiar de vida.

— Decidir acudir al sacramento del Perdón.

Ser bautizado, ¿a qué edad?

Actividad 5: leemos el apartado (Catecismo TS, pág. 168). Después, dialogamos sobre su contenido y respondemos a las cuestiones planteadas. Es importante que los jóvenes adviertan la conveniencia de ser bautizado lo antes posible tal y como se explica en el texto del Catecismo TS.

PARA TU VIDA

¿Cómo cambia la vida de alguien que se ha convertido a Jesucristo?

Actividad 6: leemos el apartado (Catecismo TS, pág. 170) y reflexionamos en grupo sobre qué le dan a Jesucristo los que se convierten a Él. Cada persona escribe tres cosas. Para respetar la intimidad, no se pedirá hacerlas públicas al resto del grupo.

Actividad 7 y 8: conviene que las sugerencias que se aporten sean concretas y, contando, con la gracias de Dios, factibles.

a) Sus enseñanzas, que se contienen en el Nuevo Testamento.

b) La gracia que nos da por medio de los sacramentos.

c) El deber de amarlo por medio de los mandamientos de la ley de Dios.

d) En especial, el mandamiento del amor fraterno que implica:

— vivir unidos en la gran familia que es la Iglesia.

— estar dispuesto a vivir despojados de todos los bienes.

— colaborar en el perfeccionamiento del mundo.

— aceptar la posibilidad de sufrir incomprensiones.

Los chicos y chicas ejemplificarán cada uno de estos modos de vivir el mandamiento del amor fraterno. Un bonito modo de terminar este Encuentro sería la concreción de un propósito de todo el grupo a partir de lo tratado y ejemplificado.

TESTIGO DE FE Y MISERICORDIA

Santa Bakhita («Afortunada»)

El impactante testimonio de esta santa muestra como la persona que convierte su corazón a Jesús se ve impulsada a llevar a la práctica las buenas obras del Evangelio con la ayuda de la misericordia de Dios y a participar de la vida de la Iglesia.

Si el catequista lo considera oportuno, se visionarán las escenas de la peícula Bakhita, de esclava a santa que se encuentran en la web.

CELEBRAMOS

Celebramos la conversión de los apóstoles

Podemos usar los contenidos de esta página para preparar una Celebración de la Palabra. Por ejemplo, siguiendo este esquema:

1. Como oración inicial, hacemos la señal de la cruz y cantamos algún himno relacionado con el seguimiento de Cristo.

2. Dialogamos sobre la figura de la conversión.

3. Un lector proclamará el evangelio de Hc 5, 40-42.

4. Reflexionamos a partir del texto del apartado «Los primeros cristianos, firmes en la fe» (Catecismo TS, pág. 171).

5. Rezamos en voz alta la oración final.

EN FAMILIA

Las parábolas de la Misericordia

Junto al rincón de oración iniciamos esta catequesis en familia (página 74 del cuaderno 2.

— Uno lee el texto del evangelio y, a continuación lo comentamos. Podemos seguir las preguntas que vienen en el cuaderno.

— El apartado «Signo cristiano» lo podemos hacer en forma de tertulia.

— Se sigue con los apartados «Hacemos un propósito» y «Oración final».

— Si se quiere, se pueden visionar en familia las escenas de la película que se presentan como recurso.

2. ENLACE A LOS RECURSOS DE ESTE ENCUENTRO

*  *  *

Encuentro 28: Bautizados en el nombre de Cristo

(Catecismo TS, págs. 175-177)

1. ORIENTACIONES PARA LAS ACTIVIDADES Y LOS RECURSOS

Hacemos la señal de la cruz y rezamos juntos la oración inicial de la página 75 del cuaderno 2.

Observamos la fotografía de la página 174 del Catecismo TS y la comentamos entre todos.

DIOS NOS HABLA

Actividad 1, 2 y 3: sugerimos que se visione en primer lugar el video sobre el Bautismo que se encuentra en la web. A continuación, puede comentarse este documental a la luz de Mt 28, 19.

EXPLICACIÓN DE LA FE

El agua, signo del amor salvador de Dios

Actividades 1-7: recordaremos, en primer lugar, cómo en los sacramentos tiene lugar el encuentro de Dios con los hombres. En este sentido, la reflexión sobre el agua como signo del amor salvador que da vida y purifica y sobre las prefiguraciones del Bautismo permitirá recordar que los sacramentos son:

— Signos sensibles. Son signos porque representan algo, y son sensibles porque se pueden ver, tocar y oír.

— Signos eficaces de la gracia. Han sido instituidos por Cristo y confiados a la Iglesia, para que a través de ellos se otorgue la vida divina. Es decir, en el sacramento del Bautismo el signo del agua en realidad limpia y vivifica. Por eso decimos que este sacramento realiza aquello que significa: por medio del signo de este sacramento, el Espíritu Santo actúa en el alma y hace nacer al hombre a la vida nueva en Cristo, lo hace hijo de Dios y miembro de la Iglesia.

PARA TU VIDA

El Bautismo, umbral de una vida nueva

Actividad 8: leemos el apartado (Catecismo TS, pág. 176), lo cometamos en grupo y, después, se contesta a las cuestiones individualmente. Respuestas orientativas.

a) La voluntad de Cristo es que su obra salvífica se manifieste y actúe en la Iglesia. Por eso se afirma que esta constituye la verdadera familia de Jesús, fuera de la cual no cabe llamarse cristiano.

b) y c) Por un lado, hay que afirmar que la responsabilidad de cuidar y hacer que crezca la fe en los nuevos creyentes es de toda la comunidad eclesial. En el caso de los niños bautizados es preciso, además, el testimonio y la ayuda de los padres y los padrinos.

Por otro lado, el creyente ahondará en su fe si se esfuerza en ser fiel a Jesús y, por Él, en ser fiel a los hombres. Esto será posible si el cristiano se compromete a participar activamente en la santa liturgia de la Iglesia —especialmente mediante la recepción de los sacramentos— y a ejercer su sacerdocio bautismal por el testimonio de una vida santa y de una caridad eficaz (Lumen gentium, n.º 10).

d) Porque mediante «el Bautismo somos incorporados a la Iglesia. De las fuentes bautismales nace el único pueblo de Dios de la Nueva Alianza que trasciende todos los límites naturales o humanos de las naciones, las culturas, las razas y los sexos: “Porque en un solo Espíritu hemos sido todos bautizados, para no formar más que un cuerpo” (1 Cor 12,13)» (CEC, n.º 1268).

e) Gracias al Bautismo nacemos «a la vida nueva, por la cual el hombre es hecho hijo adoptivo del Padre, miembro de Cristo, templo del Espíritu Santo. Por la acción misma del bautismo, el bautizado es incorporado a la Iglesia, Cuerpo de Cristo, y hecho partícipe del sacerdocio de Cristo» (CEC, n.º 1279).

Por tanto, el bautizado «está llamado a servir a los demás en la comunión de la Iglesia, y a ser «obediente y dócil» a los pastores de la Iglesia (Hb 13,17) y a considerarlos con respeto y afecto (1 Tes 5,12-13). Del mismo modo que el Bautismo es la fuente de responsabilidades y deberes, el bautizado goza también de derechos en el seno de la Iglesia: recibir los sacramentos, ser alimentado con la palabra de Dios y ser sostenido por los otros auxilios espirituales de la Iglesia» (CEC, n.os 1267-1268).

Actividad 9: a la luz de lo comentado en la actividad 8, los jóvenes entenderán sin dificultad que «esa “compañía de amigos” de la que habla el Papa» es la Iglesia.

Al entrar en la iglesia, recordamos nuestro Bautismo

Actividad 10: leemos el apartado (Catecismo TS, pág. 177) y respondemos a la pregunta: nos recuerda nuestra condición de bautizados.

TESTIGO DE FE Y MISERICORDIA

San Francisco Javier

Leemos el texto del cuaderno 2 en la página 78 y visionamos el video sobre este santo que aparece en la web.

Este testimonio y la cuestión que se presenta para el comentario grupal (actividad 11) persiguen que los jóvenes reflexionen sobre el amor a la Iglesia de Cristo que muestra san Francisco Javier y que le lleva a desvelarse por su crecimiento y por el cuidado y el crecimiento de la fe de los nuevos cristianos.

CELEBRAMOS

Renovación de la fe y de las promesas bautismales

Podemos usar los contenidos de esta página para preparar una Celebración de la Palabra. Por ejemplo, siguiendo este esquema:

1. Tras hacer la señal de la cruz, el catequista lee la introducción propuesta.

2. Renovamos las promesas bautismales.

3. Reflexionamos en silencio durante unos minutos y pedimos a Dios fortaleza para cumplir con las promesas bautismales que acabamos de renovar.

4. Reflexionamos a partir del texto del apartado «Los primeros cristianos, firmes en la fe» (Catecismo TS, pág. 171).

5. Cantamos el himno del Bautismo que se presenta como recurso en la web.

EN FAMILIA

El sacramento del Bautismo

Junto al rincón de oración iniciamos esta catequesis en familia (pág. 80 del cuaderno 2).

— Uno lee el texto del evangelio y, a continuación lo comentamos. Podemos seguir el texto y la pregunta que vienen en el cuaderno.

— El apartado «Signo cristiano» lo podemos hacer en forma de tertulia.

— Se sigue con los apartados «Hacemos un propósito» y «Oración final».

— Si se quiere, se pueden visionar en familia las escenas sobre el bautismo de Jesús de la película Jesús de Nazaret que se presentan como recurso.

2. ENLACE A LOS RECURSOS DE ESTE ENCUENTRO

*  *  *

Encuentro 29: Fortalecidos por el don del Espíritu Santo

(Catecismo TS, págs. 178-181)

1. ORIENTACIONES PARA LAS ACTIVIDADES Y LOS RECURSOS

Hacemos la señal de la cruz y rezamos juntos la oración inicial de la página 81 del cuaderno 2.

Observamos la fotografía de la página 178 del Catecismo TS y la comentamos entre todos.

DIOS NOS HABLA

Actividad 1: leemos Hc 8, 14-17 y comentamos esta cita a la luz del texto de la página 179 del Catecismo TS.

Actividad 2: reflexionamos sobre la liturgia del sacramento de la Confirmación (Catecismo TS, pág. 179) y ordenamos entre todos las partes de su liturgia según el orden correcto: b), a), c) y d).

Actividad 3: visionamos el documental sobre el sacramento de la Confirmación que aparece en la web.

EXPLICACIÓN DE LA FE

Crisma

Actividad 4: leemos el apartado (Catecismo TS, pág. 179) y dialogamos a partir de las preguntas.

a) La palabra crisma viene del griego y se refiere a un ungüento aromático, mezcla de aceite y bálsamo. El santo crisma es un óleo que el obispo consagra, cada año, durante la misa crismal que se celebra en Semana Santa. Con él se unge a los bautizados, a los confirmados y a los ordenados, sean obispos o presbíteros. También se usa para la dedicación de iglesias y altares.

b) La unción con el santo crisma es signo de consagración y participación más plena «en la misión de Jesucristo y en la plenitud del Espíritu Santo que este posee, a fin de que toda su vida desprenda “el buen olor de Cristo” ( 2 Cor 2,15)» (CEC, n.º 1294).

c) Bautismo, Orden, Unción de enfermos.

Actividad 5: la importancia de este ejercicio radica en la necesidad de que los chicos adviertan la semejanza y continuidad entre la vida natural y la sobrenatural. Así lo expresa en el caso del sacramento de la Confirmación el CEC en su n.º 1293:

«En el rito de este sacramento conviene considerar el signo de la unción y lo que la unción designa e imprime: el sello espiritual. La unción, en el simbolismo bíblico y antiguo, posee numerosas significaciones: el aceite es signo de abundancia (Dt 11, 14, etc.) y de alegría (Sal 23, 5; 104, 15); purifica (unción antes y después del baño) y da agilidad (la unción de los atletas y de los luchadores); es signo de curación, pues suaviza las contusiones y las heridas (Is 1,6; Lc 10,34) y el ungido irradia belleza, santidad y fuerza».

Actividad 6: a continuación, cada chico completará individualmente las frases.

a) Los cristianos reciben más plenamente al Espíritu Santo.

b) Se unen más a Cristo y a la Iglesia.

c) Son enviados a anunciar el Evangelio.

Actividad 7: comentamos y aprendemos la definición de carácter.

PARA TU VIDA

Nos preparamos para recibir el sacramento de la Confirmación

Actividad 8: leemos el apartado (Catecismo TS, pág. 180), lo cometamos en grupo y, después, se contesta a las cuestiones individualmente. Respuestas orientativas.

a) El sacramento de la Confirmación, mediante la gracia del Espíritu Santo, afianza la fe y los compromisos bautismales. Ambos sacramentos posibilitan así el inicio de un camino de vida al modo de los hijos de Dios. En consecuencia, sin la Confirmación la iniciación cristiana queda incompleta.

b) Por una parte, ha de reflexionarse sobre la finalidad de la preparación para la Confirmación: conducir al cristiano a una unión más íntima con Cristo y a una familiaridad más viva con el Espíritu Santo a fin de poder asumir mejor las responsabilidades apostólicas de la vida cristiana. Por otra, la recepción de este sacramento requiere hallarse en estado de gracia. (Véanse n.os 1308-1211 del CEC).

Por todo lo anterior hay que recordar que:

— Conviene recurrir al sacramento de la Penitencia para ser purificado en atención al don del Espíritu Santo.

— Hay que prepararse con una oración más intensa para recibir con docilidad y disponibilidad la fuerza y las gracias del Espíritu Santo.

— Conviene que los candidatos busquen la ayuda espiritual de un padrino o de una madrina. Conviene que sea el mismo que para el Bautismo a fin de subrayar la unidad entre los dos sacramentos.

Actividad 9: leemos el apartado «Mártires» (Catecismo TS, pág. 180) y respondemos a las preguntas.

a) Llamamos «mártires» a aquello cristianos cuyo testimonio de fe ha llegado al punto de dar su vida —es decir, hasta el punto de morir— por Jesús.

b) y c) No. Actualmente también se persigue, hasta el martirio, a muchos cristianos en muchas partes del mundo.

c) Todos los cristianos están llamados a dar testimonio de su fe en Jesucristo en su vida cotidiana.

Actividad 10: es esta una actividad personal por lo que no es preciso que haya una puesta en común. Se respetará así la intimidad de los jóvenes.

Actividad 11: si el catequista lo cree oportuno, se visionará el video en el que el papa Francisco recuerda la importancia de la Confirmación.

TESTIGO DE FE Y MISERICORDIA

San Ignacio de Antioquía

Leemos el texto del cuaderno 2 en la página 84 y visionamos el video sobre este santo que aparece en la web.

Este testimonio y la cuestión que se presenta para el comentario grupal (actividad 11) darán pie a la reflexión personal sobre el testimonio de fe que se le supone a un cristiano tanto en situaciones ordinarias como extraordinarias. En este sentido, conviene que los jóvenes sean conscientes de que quien no es fiel en lo poco (en la vida cotidiana), tampoco lo será en lo mucho (en situaciones extraordinarias como las que nos muestra san Ignacio de Antioquía).

CELEBRAMOS

Profundizamos en el rito de la confirmación

Podemos usar los contenidos de esta página para preparar una Celebración de la Palabra. Por ejemplo, siguiendo este esquema:

1. Como oración inicial, hacemos la señal de la cruz y Leemos de forma reflexiva el texto del apartado «Al celebrar los sacramentos nos unimos más a Cristo» (Catecismo TS, pág. 181).

2. Reflexionamos a través de la lectura: leemos entre todos el texto impreso sobre fondo amarillo.

3. Escuchamos la canción que se presenta como recurso en la web.

EN FAMILIA

El testimonio de los mártires

Junto al rincón de oración iniciamos esta catequesis en familia (pág. 86) del cuaderno 2.

— Uno lee el texto del apartado «Testigo de fe y misericordia», que narra el martirio de san Ignacio de Antioquía y, a continuación lo comentamos. Podemos seguir las preguntas que vienen en el cuaderno.

— El apartado «Signo cristiano» lo podemos hacer en forma de tertulia.

— Se sigue con los apartados «Hacemos un propósito» y «Oración final».

— Si se quiere, se pueden visionar en familia las escenas de la película La canción de Bernadette que se presentan como recurso.

2. ENLACE A LOS RECURSOS DE ESTE ENCUENTRO

*  *  *

Encuentro 30: Fuente y culmen de la vida cristiana

(Catecismo TS, págs. 182-185)

1. ORIENTACIONES PARA LAS ACTIVIDADES Y LOS RECURSOS

Hacemos la señal de la cruz y rezamos juntos la oración inicial de la página 87 del cuaderno 2.

Observamos la imagen de la página 183 del Catecismo TS y la comentamos entre todos.

DIOS NOS HABLA

Actividad 1: un lector lee 1 Cor 11, 23-25 y, a continuación, se comenta en grupo a partir de las cuestiones propuestas en el cuaderno.

a) La de cumplir lo que Jesús había mandado en la Última Cena: la celebración del memorial de su Pascua, de su Pasión, Muerte y Resurrección, es decir, de la Eucaristía.

b) En el cuerpo de Cristo.

c) En la sangre de Cristo.

EXPLICACIÓN DE LA FE

¿Cuándo debemos participar en la Santa Misa?

Actividad 2: tras la lectura del texto del Catecismo TS reproducido en el cuaderno, se dedicarán unos minutos a la reflexión grupal y posterior anotación personal de las conclusiones alcanzadas.

Actividad 3: analizamos las expresiones sobre la Eucaristía. Respuestas orientativas (véanse los n.os 1328-1332 del CEC).

a) Cena del Señor: porque se trata de la Cena que el Señor celebró con sus discípulos la víspera de su pasión y que es la anticipación del “banquete de bodas del Cordero” (Ap 19, 9) en la Jerusalén celestial.

b) Santa Misa: porque la liturgia en la que se realiza el misterio de salvación se termina con el envío de los fieles (missio) a fin de que cumplan la voluntad de Dios en su vida cotidiana.

c) Santo sacrificio: porque actualiza el único sacrificio de Cristo Salvador e incluye la ofrenda de la Iglesia.

d) Celebración eucarística: porque es celebrada en la asamblea de los fieles, expresión visible de la Iglesia. Además, porque la Eucaristía es acción de gracias a Dios. Las palabras griegas eucharistein y eulogein recuerdan las bendiciones judías que proclaman —sobre todo durante la comida— las obras de Dios: la creación, la redención y la santificación.

e) Sagrada comunión: porque por este sacramento nos unimos a Cristo que nos hace partícipes de su Cuerpo y de su Sangre para formar un solo cuerpo.

Actividad 4: leemos 1 Cor 11, 23-25 y contestamos las preguntas.

a) y b) Jesús les dio el mandato de celebrar la Eucaristía: «Haced esto en conmemoración mía».

c) Él es quien, en su sacrificio, lleva a la perfección todos los intentos humanos de ofrecer sacrificios. El sacrificio de Cristo y el sacrificio de la Eucaristía son, pues, un único sacrificio.

El altar, por lo tanto, representa los dos aspectos de un mismo misterio: el altar del sacrificio y la mesa del Señor. El altar cristiano, en torno al cual la Iglesia se reúne en la celebración de la Eucaristía, es el símbolo de Cristo mismo, presente en medio de la asamblea de sus fieles, que es a la vez la víctima ofrecida por nuestra reconciliación y el alimento celestial que se nos da.

Es importante que los chicos adviertan que su vida, su alabanza, su sufrimiento, su oración y su trabajo se unen en la Eucaristía a los de Cristo y adquieren así un valor nuevo. El sacrificio de Cristo presente sobre el altar da a todas las generaciones de cristianos la posibilidad de unirse a su ofrenda.

d) Jesús llama a participar en la Eucaristía a todos los fieles cristianos que han sido elevados por los sacramentos de la iniciación cristiana a la dignidad del sacerdocio real (véase el n.º 1322 del CEC).

Actividad 4: si el catequista lo considera conveniente, se visiona el documental sobre la Eucaristía que se presenta en la web.

PARA TU VIDA

Cristo mismo se nos da como alimento

Actividad 5: leemos el apartado (Catecismo TS, pág. 184), dialogamos y, después, cada uno escribe sus conclusiones en el cuaderno. Respuestas orientativas.

a) A Cristo mismo.

b) San Ambrosio da cabal respuesta a esta pregunta: «La palabra de Cristo, que pudo hacer de la nada lo que no existía, ¿no podría cambiar las cosas existentes en lo que no eran todavía? Porque no es menos dar a las cosas su naturaleza primera que cambiársela» (De mysteriis, 9,50.52).

c) Como explica el CEC:

— El que quiere recibir a Cristo en la Comunión eucarística debe hallarse en estado de gracia. Si uno tiene conciencia de haber pecado mortalmente no debe acercarse a la Eucaristía sin haber recibido previamente la absolución en el sacramento de la Penitencia (CEC, n.º 1415).

— Ante la grandeza de este sacramento, el fiel sólo puede repetir humildemente y con fe ardiente las palabras del centurión (Mt 8,8): «Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme» (CEC, n.º 1386).

— Para prepararse convenientemente a recibir este sacramento, los fieles deben observar el ayuno prescrito por la Iglesia. Por la actitud corporal (gestos, vestido) se manifiesta el respeto, la solemnidad, el gozo de ese momento en que Cristo se hace nuestro huésped (CEC, n.º 1387).

Actividad 7: analizamos grupalmente las siguientes frases. A continuación cada chico contesta individualmente en su cuaderno. Respuestas orientativas.

a) y b) Lo que el alimento material produce en nuestra vida corporal, la comunión lo realiza de manera admirable en nuestra vida espiritual: conserva, acrecienta y renueva la vida de gracia recibida en el Bautismo. La comunión nos separa del pecado, al mismo tiempo, nos purifica de los pecados cometidos y nos preserva de futuros pecados. Así pues, el crecimiento de la vida cristiana necesita ser alimentado por la comunión eucarística, pan de nuestra peregrinación hacia la vida eterna.

En definitiva, la participación en la Eucaristía nos identifica con Cristo, sostiene nuestras fuerzas a lo largo del peregrinar de esta vida, nos hace desear la Vida eterna y nos une ya desde ahora a la Iglesia del cielo, a la Santa Virgen María y a todos los santos. (Véanse n.os 1391-1401)

c) y d) La sagrada Eucaristía es el centro y culmen de la vida cristiana, ya que contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, es decir, Cristo mismo, de ahí que:

— Los demás sacramentos, todos los ministerios eclesiales y las obras de apostolado, están unidos a la Eucaristía y a ella se ordenan.

— En ella se encuentra a la vez la cumbre de la acción por la que, en Cristo, Dios santifica al mundo, y el culto que los hombres dan a Cristo en el Espíritu Santo y por Él al Padre. (CEC, n.os 1324 y 1325).

Actividad 8: los catecúmenos han de entender la razón última de lo que se afirma en el texto: para responder a la invitación de Jesús de recibirle en este sacramento tan grande y santo debemos prepararnos lo mejor posible. Podrán así responder, con su cabeza y su corazón, a las cuestiones que se plantean.

TESTIGO DE FE Y MISERICORDIA

San Tarsicio

Actividad 9: comentamos el texto sobre san Tarsicio y respondemos a las preguntas.

CELEBRAMOS

Preparamos la celebración eucarística dominical

Podemos usar los contenidos de esta página para preparar una Celebración de la Palabra. Por ejemplo, siguiendo este esquema:

1. Como oración inicial, hacemos la señal de la cruz y Leemos de forma reflexiva el texto del apartado «El Sagrario, corazón vivo de nuestros templos» (Catecismo TS, pág. 185).

2. Reflexionamos a través de la lectura del esquema que aparece sobre fondo amarillo que nos facilitará el repaso de las partes que componen la eucaristía y la manera en que podemos vivir mejor cada una de ellas.

3. Dialogamos: leemos y comentamos los efectos del sacramento de la Eucaristía en nosotros.

4. Escuchamos y cantamos el himno Adoro te devote que se presenta como recurso en la web.

EN FAMILIA

La Eucaristía es el mayor tesoro

Junto al rincón de oración iniciamos esta catequesis en familia (pág. 92) del cuaderno 2.

— Uno lee el texto del evangelio y, a continuación lo comentamos entre todos.

— Reflexionamos a partir de las cuestiones que se presentan a nuestra consideración.

— Dialogamos en familia: comentamos en familia el comentario que se presenta y respondemos a las preguntas correspondientes.

— El apartado «Signo cristiano» lo podemos hacer en forma de tertulia.

— Se sigue con los apartados «Hacemos un propósito» y «Oración final».

— Si se quiere, se pueden visionar en familia las escenas de la película Rey de reyes que se presentan como recurso.

2. ENLACE A LOS RECURSOS DE ESTE ENCUENTRO

*  *  *

Encuentro 31: En nombre de Jesús, levántate y anda

(Catecismo TS, págs. 186-189)

1. ORIENTACIONES PARA LAS ACTIVIDADES Y LOS RECURSOS

Hacemos la señal de la cruz y rezamos juntos la oración inicial de la página 93 del cuaderno 2.

Observamos la imagen de la página 187 del Catecismo TS y la comentamos entre todos.

DIOS NOS HABLA

Actividad 1: un lector lee Jn 20, 19-23 y, a continuación, se dedican unos instantes a la reflexión personal y a escribir las respuestas a las cuestiones planteadas en el cuaderno.

a) y b) El soplo significa la transmisión del Espíritu Santo por el que hace partícipes a los Apóstoles de su propio poder de perdonar los pecados.

Actividad 3: visionamos el documental sobre la llamada a la conversión y el sacramento de la Reconciliación que aparece en la web.

EXPLICACIÓN DE LA FE

¿Qué tengo que hacer para celebrar el sacramento de la Penitencia?

Actividad 3: escuchamos el relato de la curación de un paralítico en Mc 1, 1-12 y comentamos las preguntas. Respuestas orientativas.

a) Ciertamente, solo Dios puede perdonar los pecados. Pero justo por ello, Jesús puede perdonar ya que Él es el Hijo de Dios.

b) Puede porque Jesús ha transferido su poder de perdonar a los sacerdotes.

Actividad 4: actividad personal. Al finalizar, puede hacerse una puesta en común.

Actividad 5: leemos una a una las reflexiones sobre los pasos para realizar una buena confesión y las vamos comentando. Al terminar, el grupo destacará dos conclusiones que se crean oportunas.

PARA TU VIDA

Actividad 6: trabajo personal. Respuestas orientativas.

a) No, solo los actos humanos, es decir, los realizados con advertencia y consentimiento son atribuibles moralmente al ser humano.

b) La ley natural que Dios mismo plasmó en el Decálogo para que la conociéramos sin error.

c) «Por el sacramento de la Penitencia, la Iglesia en nombre de Jesucristo, perdona los pecados que hayamos cometido después de nuestro bautismo y nos reconcilia con Dios y con los hombres» (Catecismo TS, pág. 189).

Actividad 7: trabajo personal.

Actividad 8: si el catequista lo considera oportuno, puede visionarse el video sobre la plenitud de la venida del Espíritu Santo que hace presente a Cristo en su Iglesia y conduce a los fieles a la comunión con Dios.

TESTIGO DE FE Y MISERICORDIA

San Agustín de Hipona

Actividad 9: comentamos el texto sobre san Agustín y comentamos en grupo su frase.

Actividad 10: pueden visionarse las escenas de la película San Agustín que aluden a su conversión.

CELEBRAMOS

Rito del sacramento de la Penitencia

Como se indica en el cuaderno (pág. 97), este sacramento puede celebrarse en el marco de una celebración comunitaria con una parte en común (lectura de la Palabra de Dios, etc.) seguida de la confesión personal de los pecados y la absolución individual por parte del sacerdote (CEC, n.º 1482). Conviene advertir a los jóvenes que la confesión individual e íntegra de los pecados seguida de la absolución es el modo ordinario de impartir este sacramento (CEC, n.º 1484).

EN FAMILIA

El examen de conciencia

Junto al rincón de oración iniciamos esta catequesis en familia (pág. 92) del cuaderno 2.

— Uno lee el texto del evangelio y, a continuación, lo comentamos entre todos.

— El apartado «Signo cristiano» consistirá en hacer un examen de conciencia ayudados por las preguntas que, en la Cuaresma 2015, el papa Francisco obsequió a los fieles en la plaza de San Pedro a través de un folleto especial.

— Se sigue con los apartados «Hacemos un propósito» y «Oración final».

— Si se quiere, se pueden visionar en familia las escenas de la película Faustina que versa sobre Faustina Kowlaska, apóstol de la Divina Misericordia.

2. ENLACE A LOS RECURSOS DE ESTE ENCUENTRO

*  *  *

Encuentro 32: Acudían enfermos y todos eran curados

(Catecismo TS, págs. 190-193)

1. ORIENTACIONES PARA LAS ACTIVIDADES Y LOS RECURSOS

Hacemos la señal de la cruz y rezamos juntos la oración inicial de la página 99 del cuaderno 2.

Observamos la imagen de la página 190 del Catecismo TS y la comentamos entre todos.

DIOS NOS HABLA

Actividad 1: leemos los dos primeros párrafos del texto de la página 191 del Catecismo TS. A continuación, busca varios pasajes de los evangelios donde vemos a Jesús curando enfermos.

Actividad 2: se presentan tres cuestiones que orientarán el diálogo con los catecúmenos. Se ofrecen a continuación las ideas centrales sobre las que dicho diálogo ha de pivotar.

Las actividad pretende suscitar una cuestión antropológica («existencial») clave que permita enmarcar adecuadamente la perspectiva cristiana (véase a este respecto las páginas 191 y 192 del Catecismo TS).

Conviene hacer consciente, como punto de partida, el anhelo de sentido que brota del interior de todo ser humano. Advertiremos después cómo el interrogante por el sentido alcanza especial intensidad ante el misterio del dolor, el sufrimiento y la muerte. De hecho, por mucho que progrese la medicina, la enfermedad y la muerte seguirán siendo una realidad misteriosa.

Pero Jesús ilumina el misterio que envuelve la vida humana. Vemos en los evangelios como Él se compadecía de los enfermos y, al verlos sufrir, los trataba con cariño y curaba sus enfermedades. Esta compasión era señal y signo de la cercanía del Reino de Dios y de una curación radical: Jesús viene a curar al hombre entero —alma y cuerpo—. Con Él ha llegado la victoria sobre el pecado y la muerte.

Jesús, el Hijo de Dios, aceptó libremente su sufrimiento y su muerte por amor a los hombres (Jn 10, 18). Él es el Dios compasivo y misericordioso que no solo ha sufrido por nosotros sino también con nosotros. Cristo no solo cura a los enfermos sino que hace suyas sus miserias (Mt ,17).

Sabemos que la fe en el misterio pascual transforma nuestra idea de la vida y de la muerte: «En efecto, gracias al Espíritu Santo, la vida cristiana en la tierra es, desde ahora, una participación en la muerte y en la Resurrección de Cristo» (CEC, n.º 1002).

Después de la muerte y la resurrección de Cristo, los sufrimientos tienen un sentido divino y sirven para la Salvación propia y la de los demás. «El cristiano que une su propia muerte a la de Jesús ve la muerte como una ida hacia Él y la entrada en la vida eterna» (CEC, n.º 1020).

Al hilo de estas consideraciones, los jóvenes catecúmenos han de descubrir que, como Jesús, podemos asumir libremente el reto de transformar, con la ayuda de su gracia, el mal en bien, la enfermedad y la muerte en vida.

A continuación, podemos visionar el documental que versa sobre el sacramento de la Unción que se encuentra en la web.

EXPLICACIÓN DE LA FE

Actividad 4: analizamos el testimonio de Juan Pablo II y respondemos a las preguntas. Respuestas orientativas.

a) Por la pasión, muerte y resurrección de Cristo, el sufrimiento alcanza un «poder» nuevo e inusitado: configura al enfermo con Él y lo une a su pasión redentora.

b) Como decía san Juan Pablo II, este poder puede utilizarse «para el bien de la Iglesia, de vuestras familias, de toda la humanidad».

Actividad 5: leemos en voz alta St 5, 14-15.

Actividad 6: trabajo personal.

a) Une íntimamente al enfermo con la Pasión de Cristo, para su bien y el de toda la Iglesia.

b) Perdona los pecados si el enfermo no puede asumir el sacramento de la Penitencia.

c) Da consuelo y paz al para soportar la enfermedad o la vejez.

d) Devuelve la salud corporal si conviene.

PARA TU VIDA

La atención a los enfermos en la vida de la Iglesia

Actividad 7: Las respuestas son personales. Al terminar, puede hacerse una puesta en común.

Actividad 8: Trabajo personal.

Actividad 9: se reproducen a continuación unas palabras del Papa que pueden orientar el diálogo:

«Cuando con un enfermo se piensa: ¿llamamos al sacerdote? Hay quien dice: ”No, que trae mala suerte… No, no lo llamamos”. O ”Se asustará el enfermo”. Porque existe esta idea de que detrás del sacerdote viene la pompa fúnebre. ¡Esto no es verdad! El sacerdote viene para ayudar al enfermo o al anciano. Por esto es muy importante la visita de los sacerdotes a los enfermos. Llamadlos para que les den la unción y los bendigan. Porque es Jesús quien llega para aliviarlos, para darles fuerzas, para darles esperanza, para ayudarlos y para perdonarles los pecados ¡Esto es bellísimo! No penséis que esto es un tabú. Porque es bello saber que en el momento del dolor y de la enfermedad nosotros no estamos solos. El sacerdote y los que están presentes mientras se realiza la Unción de enfermos representan a toda la comunidad cristiana que como un único Cuerpo con Jesús rodea a todo el que sufre y a sus familiares, alimentando en ellos la fe y la esperanza, sosteniéndolos con la oración y con el calor fraterno.

El consuelo más grande llega con el hecho de que quien se hace presente en este Sacramento es el mismo Jesús que nos toma de la mano, nos acaricia, como hacía con los enfermos, y nos recuerda que le pertenecemos y que ni el mal ni la muerte podrá separarnos de Él. Tengamos esta costumbre de llamar al sacerdote para que a nuestros enfermos, no digo a quien tiene una gripe de tres o cuatro días, sino a quien tiene una enfermedad seria y a nuestros ancianos, para que venga y les dé este sacramento, este consuelo, esta fuerza de Jesús para seguir hacia delante. ¡Hagámoslo! ¡Gracias!» (Fragmento de No tengáis miedo a la Unción de enfermos, papa Francisco, 24 de febrero de 2014).

Actividad 1: visionamos el video sobre santa Teresa de Calcuta cuidando de los pobres que aparece en la web.

TESTIGO DE FE Y MISERICORDIA

San Camilo de Lelis

Leemos el texto sobre san Camilo a partir de las cuestiones que se plantean en la actividad 11.

CELEBRAMOS

Rito del sacramento de la Unción de los enfermos

Podemos usar los contenidos de esta página para reflexionar sobre el rito del sacramento de la Unción de enfermos. Por ejemplo, siguiendo el esquema propuesto en la página 103 del cuaderno 2:

1. Oración inicial: hacemos la señal de la cruz y cantamos algún canto relacionado con el advenimiento del Reino de Dios. Puede escuharse la canción Canto del enfermo que se encuentra en la web.

2. Dialogamos: leemos el apartado «Señor, auméntanos la fe» (Catecismo TS, pág. 193). Después, observamos la fotografía de las manos y comentamos qué representan.

4. Escuchamos: un lector lee el rito del sacramento de la Unción. Cuando llega el momento de la Palabra de Dios, se proclama la cita que se menciona.

5. Canto final: cantamos el mismo canto del comienzo.

EN FAMILIA

Las obras de misericordia

Junto al rincón de oración iniciamos esta catequesis en familia (pág. 92) del cuaderno 2.

— Uno lee las palabras del papa Francisco.

— El apartado «Signo cristiano» consistirá en la lectura y consideración de las obras de misericordia.

— Se sigue con los apartados «Hacemos un propósito» y «Oración final».

— Si se quiere, se pueden visionar en familia las escenas de la película Madre Teresa de Calcuta que se presenta como recurso.

2. ENLACE A LOS RECURSOS DE ESTE ENCUENTRO

*  *  *

Encuentro 33: Se fio de mí y me confió este ministerio

(Catecismo TS, págs. 194-197)

1. ORIENTACIONES PARA LAS ACTIVIDADES Y LOS RECURSOS

Hacemos la señal de la cruz y rezamos juntos la oración inicial de la página 105 del cuaderno 2.

Observamos y comentamos entre todos la imagen de la página 194 del Catecismo TS.

DIOS NOS HABLA

Actividad 1: leemos el apartado (Catecismo TS, pág. 194) e identificamos las siguientes ideas en el texto.

a) Jesús es el Buen Pastor de los fieles cristianos: segundo párrafo.

b) Jesús escogió a doce Apóstoles para que continuaran su misión en su nombre: primeras líneas del tercer párrafo.

c) Los Apóstoles llamaron a otros hombres como obispos, presbíteros y diáconos para que cumplieran hasta el fin del mundo aquel mandato de Cristo: final del tercer párrafo.

Actividad 2: un lector lee Jn 15, 13-16 y, a continuación, se responde individualmente a las cuestiones planteadas. Respuestas orientativas.

a) Jesús se dirige a todos sus discípulos y recuerda la esencia del mensaje evangélico, la Buena Nueva: Él, que nos ha amado hasta el extremo, nos ha liberado de la esclavitud hasta el punto de llamarnos amigos. Nos ha llamado por nuestro nombre y nos ha elegido para ser instrumentos suyos. «En este sentido —afirma el papa Francisco—, quisiera reflexionar con ustedes sobre tres aspectos de nuestra vocación: llamados por Dios, llamados a anunciar el Evangelio, llamados a promover la cultura del encuentro».

b) Los frutos de que habla Jesús son aquellos que brotan bajo el impulso del amor. No se trata tanto del cumplimiento de preceptos exteriores cuanto de la transformación interior que evita el deseo «de ser visto por los hombres» (Mt 6, 1-6) y nos impulsa a amarnos los unos a los otros como Él nos ha amado (1 Jn 4, 11).

Actividad 3: visionamos el documental sobre la elección de los Apóstoles que aparece en la web.

EXPLICACIÓN DE LA FE

«Los sacramentos al servicio de la comunidad»

Se leerá en voz alta el apartado correspondiente (Catecismo TS, pág. 194) para, a continuación, dedicar unos minutos a la realización individual de las actividades 4-6.

Actividad 4: la opción correcta es la b).

Actividad 5: las frases se ordenan del siguiente modo:

a) El ministro del sacramento del Orden… es el obispo.

b) El sacramento del Orden se confiere mediante… la imposición de las manos.

c) Este sacramento se ejerce en… tres grados.

d) Este sacramento confiere una señal especial: el carácter.

Actividad 6: respuesta orientativa:

a) «El obispo recibe la plenitud del sacramento del Orden que lo incorpora al Colegio Episcopal y hace de él la cabeza visible de la Iglesia particular que le es confiada. Los obispos, en cuanto sucesores de los Apóstoles y miembros del Colegio, participan en la responsabilidad apostólica y en la misión de toda la Iglesia bajo la autoridad del Papa, sucesor de san Pedro» (CEC, n.º 1594).

b) «Los presbíteros están unidos a los obispos en la dignidad sacerdotal y al mismo tiempo dependen de ellos en el ejercicio de sus funciones pastorales; son llamados a ser cooperadores diligentes de los obispos; forman en torno a su obispo el presbiterio que asume con él la responsabilidad de la Iglesia particular. Reciben del obispo el cuidado de una comunidad parroquial o de una función eclesial determinada» (CEC, n.º 1595).

c) «Los diáconos son ministros ordenados para las tareas de servicio de la Iglesia; no reciben el sacerdocio ministerial, pero la ordenación les confiere funciones importantes en el ministerio de la palabra, del culto divino, del gobierno pastoral y del servicio de la caridad, tareas que deben cumplir bajo la autoridad pastoral de su obispo» (CEC, n.º 1596).

Actividad 7: leemos el apartado titulado «¿Cómo deben ser los pastores de la Iglesia?» (Catecismo TS, pág. 196) y elaboramos en grupo una lista de las virtudes o cualidades humanas y espirituales que debe tener un buen sacerdote justificando nuestra selección.

PARA TU VIDA

«¿Por qué los sacerdotes no se casan?»

Actividad 8: convendría que, tras la lectura del apartado (Catecismo TS, pág. 196), se estableciese un diálogo entre los chicos y el catequista. La dificultad y actualidad de los temas que se plantean, tal vez aconseje que el catequista guíe más expresamente su reflexión y profundización. Por ello, en esta ocasión, las orientaciones serán un poco más extensas.

a) Consagración especial al Señor prometiendo no casarse según el testimonio de Jesús y manifestando públicamente la voluntad de guardar este celibato por amor del Reino de Dios y el servicio de los hombres.

b) Con motivo del XL aniversario de la publicación de la encíclica Sacerdotalis caelibatus de Pablo VI, la Congregación para el clero publicó unas reflexiones del cardenal Claudio Hummes sobre su contenido. El documento presenta un resumen del desarrollo histórico del celibato sacerdotal en la Iglesia y de la doctrina del Magisterio, así como una síntesis de los argumentos que se exponen en la Sacerdotalis caelibatus. Dichas reflexiones pueden encontrarse en www.vatican.va/roman_curia/congregations/cclergy/documents/rc_con_cclergy_doc_20070224_hummes-sacerdotalis_sp.html

El texto completo de esta encíclica puede consultarse en http://w2.vatican.va/content/paul-vi/es/encyclicals/documents/hf_p-vi_enc_24061967_sacerdotalis.html

Puede encontrarse también una síntesis adecuada para presentar directamente a los chicos de esta edad en el capítulo II, epígrafe 4 de la voz «El don del celibato», accesible en www.mercaba.org/Enciclopedia/D/don_del_celibato.htm

Reproducimos, a continuación, algunos fragmentos de la encíclica del Pablo VI en la que se presentan, a luz de la Revelación, las razones profundas del celibato sacerdotal. Merece la pena que el catequista enriquezca y fundamente el diálogo de los jóvenes catecúmenos en un tema que no será fácil para ellos.

Mantenemos por su claridad la clasificación de los argumentos por el significado del celibato sacerdotal —cristológico, eclesiológico y escatológico— que presenta la encíclica:

Dimensión cristológica

La novedad de Cristo

«El sacerdocio cristiano, que es nuevo, solamente puede ser comprendido a la luz de la novedad de Cristo, pontífice sumo y eterno sacerdote, que ha instituido el sacerdocio ministerial, como real participación de su único sacerdocio. El ministro de Cristo […] tiene por consiguiente en Él también el modelo directo y el supremo ideal (cf. 1 Cor 11, 1)».

La virginidad y el sacerdocio en Cristo mediador

«En plena armonía con esta misión, Cristo permaneció toda la vida en el estado de virginidad, que significa su dedicación total al servicio de Dios y de los hombres. Esta profunda conexión entre la virginidad y el sacerdocio en Cristo se refleja en los que tienen la suerte de participar de la dignidad y de la misión del mediador y sacerdote eterno […]».

El testimonio de Cristo

«Es, pues, el misterio de la novedad de Cristo, de todo lo que Él es y significa; es la suma de los más altos ideales del evangelio, y del reino; es una especial manifestación de la gracia que brota del misterio pascual del redentor, lo que hace deseable y digna la elección de la virginidad, por parte de los llamados por el Señor Jesús, con la intención no solamente de participar de su oficio sacerdotal, sino también de compartir con Él su mismo estado de vida».

El celibato por el reino de los cielos

«Jesús, que escogió los primeros ministros de la salvación y quiso que entrasen en la inteligencia de los misterios del reino de los cielos (Mt 13, 11; Mc 4, 11; Lc 8, 10), cooperadores de Dios con título especialísimo, […] prometió una recompensa superabundante a todo el que hubiera abandonado casa, familia, mujer e hijos por el reino de Dios (Lc 18, 29-30). Más aún, recomendó también, con palabras cargadas de misterio y de expectación, una consagración todavía más perfecta al reino de los cielos por medio de la virginidad, como consecuencia de un don especial (Mt 19, 11-12)».

La plenitud de amor

«La respuesta a la vocación divina es una respuesta de amor al amor que Cristo nos ha demostrado de manera sublime (Jn 15, 13; 3, 16); […] La gracia multiplica con fuerza divina las exigencias del amor que, cuando es auténtico, es total, exclusivo, estable y perenne, estímulo irresistible para todos los heroísmos. Por eso la elección del sagrado celibato ha sido considerada siempre en la Iglesia como señal de un amor sin reservas, estímulo de una caridad abierta a todos».

Dimensión eclesiológica

La dedicación exclusiva al culto a Dios y al servicio a la Iglesia

«[El celibato sostiene] al ministro en su elección exclusiva, perenne y total del único y sumo amor de Cristo y de la dedicación al culto de Dios y al servicio de la Iglesia, y debe cualificar su estado de vida, tanto en la comunidad de los fieles, como en la profana».

Testimonio del pasado y del presente

«[Existen] en todas las partes del mundo, innumerables ministros sagrados —subdiáconos, diáconos, presbíteros, obispos— que viven de modo intachable el celibato voluntario y consagrado; […] castidad vivida no por desprecio del don divino de la vida, sino por amor superior a la vida nueva que brota del misterio pascual; vivida con valiente austeridad, con gozosa espiritualidad, con ejemplar integridad y también con relativa facilidad. Este grandioso fenómeno prueba una singular realidad del reino de Dios, que vive en el seno de la sociedad moderna, a la que presta humilde y benéfico servicio de «luz del mundo» y de «sal de la tierra» (cf. Mt 5, 13-114). No podemos silenciar nuestra admiración; en todo ello sopla, sin duda ninguna, el espíritu de Cristo».

La potestad de la Iglesia

«La vocación sacerdotal, aunque divina en su inspiración, no viene a ser definitiva y operante sin la prueba y la aceptación de quien en la Iglesia tiene la potestad y la responsabilidad del ministerio para la comunidad eclesial; y por consiguiente, toca a la autoridad de la Iglesia determinar, según los tiempos y los lugares, cuáles deben ser en concreto los hombres y cuáles sus requisitos, para que puedan considerarse idóneos para el servicio religioso y pastoral de la Iglesia misma».

Dimensión escatológica

El celibato como signo de los bienes celestiales

«Nuestro Señor y Maestro ha dicho que «en la resurrección no se tomará mujer ni marido, sino que serán como ángeles de Dios en el cielo» (Mt 22, 30). […] Por eso, [el celibato sacerdotal] es un testimonio de la necesaria tensión del Pueblo de Dios hacia la meta última de su peregrinación terrenal y un estímulo para todos a alzar la mirada a las cosas que están allá arriba, en donde Cristo está sentado a la diestra del Padre y donde nuestra vida está escondida con Cristo en Dios, hasta que se manifieste en la gloria (Col 3, 1-4)».

c) Se reproducen a continuación unos fragmentos de la exhortación apostólica Pastores dabo vobis del papa san Juan Pablo II que dan respuesta a esta cuestión. Las negritas son nuestras.

La formación humana

«Los futuros presbíteros deben cultivar una serie de cualidades humanas necesarias para la formación de personalidades equilibradas, sólidas y libres, capaces de llevar el peso de las responsabilidades pastorales. […]

»Puesto que el carisma del celibato, aun cuando es auténtico y probado, deja intactas las inclinaciones de la afectividad y los impulsos del instinto, los candidatos al sacerdocio necesitan una madurez afectiva que capacite a la prudencia, a la renuncia a todo lo que pueda ponerla en peligro, a la vigilancia sobre el cuerpo y el espíritu, a la estima y respeto en las relaciones interpersonales con hombres y mujeres. […]

»La madurez humana del sacerdote debe incluir especialmente la formación de su conciencia. En efecto, el candidato, para poder cumplir sus obligaciones con Dios y con la Iglesia y guiar con sabiduría las conciencias de los fieles, debe habituarse a escuchar la voz de Dios, que le habla en su corazón, y adherirse con amor y firmeza a su voluntad».

La formación espiritual

«La formación espiritual de quien es llamado a vivir el celibato debe […] conocer, estimar, amar y vivir el celibato en su verdadera naturaleza y en su verdadera finalidad […] Presupuesto y contenido de esta preparación es la virtud de la castidad, que determina todas las relaciones humanas y lleva a experimentar y manifestar… un amor sincero, humano, fraterno, personal y capaz de sacrificios, siguiendo el ejemplo de Cristo, con todos y con cada uno». […]

El celibato ha de ser considerado como una gracia especial […] que no dispensa de la respuesta consciente y libre por parte de quien la recibe, sino que la exige con una fuerza especial. […] En la formación del celibato sacerdotal deberá asegurarse la conciencia del «don precioso de Dios», que llevará a la oración y la vigilancia para que el don sea protegido de todo aquello que pueda amenazarlo».

Actividad 9: reflexión y trabajo personal.

a) Al escuchar atentamente la predicación de la Palabra de Dios.

b) Cuando participas en los sacramentos parar recibir la gracia del Espíritu Santo.

c) Si te dejas guiar por el Papa, tu obispo y tu párroco en tu camino hacia la santidad.

Actividad 10: análisis personal del texto. Respuestas orientativas.

a) El ministro ordenado representa al mismo Cristo, Sacerdote. Por ello se le debe una especial reverencia.

b) Los fieles están obligados a amar filialmente a los sacerdotes, rezando por ellos, ayudándoles en sus necesidades materiales, colaborando con ellos en aquello que sea posible.

Actividad 11: reflexión y respuesta personal.

Actividad 12: visionamos el documental sobre el sacerdocio que aparece en la web.

TESTIGO DE FE Y MISERICORDIA

San Juan María Vianney

Leemos el texto sobre san Juan María Vianney y reflexionamos a partir de las cuestiones que se plantean en la actividad 13.

Actividad 14: visionamos las escenas de un documetal sobre este santo que aparecen en la web.

CELEBRAMOS

El sacramento del Orden

Podemos usar los contenidos de esta página para preparar una Celebración de la Palabra. Por ejemplo, siguiendo este esquema:

1. Oración inicial: hacemos la señal de la cruz y cantamos algún canto relacionado con el advenimiento del Reino de Dios.

2. Dialogamos: leemos el apartado «Orar por las vocaciones» (Catecismo TS, pág. 197).

4. Escuchamos: un lector lee primero lo que dice el CEC sobre el sacramento del Orden.

5. Reflexionamos: meditamos en silencio sobre las características del sacramento del Orden.

6. Oración y canto final: rezamos la oración que rezaba san Juan María Vianney, patrono de los sacerdotes y cantamos el canto final.

EN FAMILIA

Orar por las vocaciones

Junto al rincón de oración iniciamos esta catequesis en familia (página 110) del cuaderno 2.

— Hacemos la señal de la cruz y un miembro de la familia lee el pasaje evangélico.

— Comentario: comentamos en familia los puntos de la homilía del cardenal Cipriani.

— Se sigue con la oración final.

— Si se quiere, se pueden visionar en familia las escenas de la película Don Bosco que se presenta como recurso y que permitirá reflexionar sobre le ministerio sacerdotal como servicio al pueblo de Dios en nombre de Cristo.

2. ENLACE A LOS RECURSOS DE ESTE ENCUENTRO

*  *  *

Encuentro 34: Ya no son dos, sino una sola carne

(Catecismo TS, págs. 198-201)

1. ORIENTACIONES PARA LAS ACTIVIDADES Y LOS RECURSOS

Hacemos la señal de la cruz y rezamos juntos la oración inicial de la página 111 del cuaderno 2.

Observamos y comentamos entre todos la imagen de la página 198 del Catecismo TS.

DIOS NOS HABLA

Actividad 1: leemos el apartado (Catecismo TS, pág. 199). A continuación, cada joven resumirá individualmente las ideas principales del texto en su cuaderno.

Actividad 2: leemos la Palabra de Dios en la cita de Ef 5, 31-33 e identificamos entre todos las ideas principales: b) y d).

Actividad 3: visionamos el video sobre el rito sacramental del Matrimonio que aparece en la web.

EXPLICACIÓN DE LA FE

Actividad 4: dialogamos sobre las dos conclusiones que se extraen de la cita anterior. Es importante que los jóvenes adviertan: a) el carácter natural de la unión perpetua y exclusiva del hombre y la mujer; y b) la grandeza y la belleza del sacramento del Matrimonio, gracias al cual Cristo une para siempre a los bautizados de forma que su amor es una participación en el amor de Cristo.

Actividad 5: trabajo individual. Al terminar, se hace una puesta en común. Respuestas orientativas.

a) Los esposos, manifestando su consentimiento ante la Iglesia, se confieren mutuamente el sacramento del Matrimonio. De ahí que sean los ministros de la gracia de Cristo en este sacramento (véase CEC, n.º 1623).

b) Significa que gracias a la alianza matrimonial —su mutua recepción— el varón y la mujer constituyen entre sí un consorcio de toda la vida, una íntima comunidad de vida y amor conyugal, fundada por el Creador «de manera que ya no son dos sino una sola carne» (Mt 19,6).

c) «El sacerdote (o el diácono) que asiste a la celebración del matrimonio, recibe el consentimiento de los esposos en nombre de la Iglesia y da la bendición de la Iglesia. La presencia del ministro de la Iglesia (y también de los testigos) expresa visiblemente que el Matrimonio es una realidad eclesial» (CEC, n.º 1630).

Actividad 6: leemos y comentamos el apartado «La casa sobre roca» (Catecismo TS, pág. 200). Reflexionamos, a continuación, sobre las citas bíblicas que aparecen: a) Matrimonio de Tobías y Sara (Tb 7, 12); b) Presencia de Jesús y la Virgen en las bodas de Caná (Jn 2, 1-12); c) Palabras de Jesús sobre la casa edificada sobre roca (Mt 7, 24-25).

PARA TU VIDA

Casarse como cristianos en la Iglesia

Actividad 7: leemos el apartado (Catecismo TS, pág. 200) y lo comentamos en grupo. A continuación, se responden individualmente las cuestiones planteadas en el cuaderno. Respuestas orientativas.

a) Como se dice en este apartado del Catecismo TS, el matrimonio «es algo muy diferente a un pedazo de papel o a un contrato». Es esencial que los chicos entiendan que la vocación al matrimonio se inscribe en la naturaleza misma del hombre y de la mujer, según hemos sido creados por Dios. No es, pues, una institución puramente humana que dependa de la voluntad del hombre o de tradiciones o culturas. Las numerosas variaciones que ciertamente ha sufrido a lo largo de los siglos no deben hacernos olvidar sus rasgos comunes y permanentes. En todas las culturas, a pesar de sus deficiencias y limitaciones, se ha manifestado «un cierto sentido de la grandeza de la unión matrimonial» (CEC, n.º 1603).

b) En primer lugar, porque el amor mutuo del varón y la mujer es reflejo del amor absoluto e indefectible con que Dios nos ama. Es, en definitiva, el fundamento último de la felicidad que anhela el corazón humano y que, como signo de su autenticidad, está llamado a «ser fecundo y a realizarse en la obra común del cuidado de la creación» (CEC, n.º 1604). Además, en los bautizados este sacramento es signo y comunicación de la gracia.

c) En cuanto que este es reflejo del amor de Dios, es un amor «fuerte como la muerte» que «las grandes aguas no pueden anegar» (Ct 8,6-7). (Véase CEC, n.º 1611).

d) «Esta gracia propia del sacramento del Matrimonio está destinada a perfeccionar el amor de los cónyuges, a fortalecer su unidad indisoluble. Por medio de esta gracia se ayudan mutuamente a santificarse en la vida conyugal y en la acogida y educación de los hijos» (CEC, n.º 1641).

e) No, pues Cristo es la fuente de la gracia que «da la fuerza de seguirle tomando su cruz, de levantarse después de sus caídas, de perdonarse mutuamente, de llevar unos las cargas de los otros (Ga 6,2), de estar “sometidos unos a otros en el temor de Cristo” (Ef5,21) y de amarse con un amor sobrenatural, delicado y fecundo» (CEC, n.º 1642).

Actividad 8: dialogamos a partir del texto de Juan Pablo II. Los jóvenes han de descubrir de qué modo la sexualidad está ordenada al amor conyugal de los esposos: «La sexualidad […] mediante la cual el hombre y la mujer se dan el uno al otro con los actos propios y exclusivos de los esposos, no es algo puramente biológico, sino que afecta al núcleo íntimo de la persona humana en cuanto tal. Ella se realiza de modo verdaderamente humano solamente cuando es parte integral del amor con el que el hombre y la mujer se comprometen totalmente entre sí hasta la muerte» (CEC, n.º 2361).

Actividad 9: visionamos el documental sobre el matrimonio que aparece en la web.

TESTIGO DE FE Y MISERICORDIA

Santos Luis Martín y María Celia Guérin

Leemos el texto y reflexionamos en grupo a partir de las cuestiones que se plantean en la actividad 10.

Actividad 11: visionamos el documental sobre la canonización de Luis Martín y María Celia Guérin que aparece en la web.

CELEBRAMOS

El sacramento del Matrimonio

Podemos usar los contenidos de esta página para preparar una Celebración de la Palabra. Por ejemplo, siguiendo este esquema:

— Oración inicial: hacemos la señal de la cruz y cantamos algún canto relacionado con el amor cristiano.

— Dialogamos: leemos el apartado «Oramos por los nuevos esposos» (Catecismo TS, pág. 201) y lo comentamos.

— Escuchamos: un lector lee el ritual del sacramento del Matrimonio.

— Se sigue con la oración final.

EN FAMILIA

La familia

Junto al rincón de oración iniciamos esta catequesis en familia (pág. 116) del cuaderno 2.

— Uno lee el texto del evangelio y, a continuación reflexionamos y dialogamos en familia partir de la cuestión que se presenta en el apartado «Reflexionamos» y la anécdota que se narra en «Comentamos».

— El apartado «Signo cristiano» explica el significado de los anillos matrimoniales.

— Se sigue con la «Oración final».

— Si se quiere, se puede visionar en familia las escenas del video sobre el testimonio de vida de fe del siervo de Dios Enrique Shaw que se presenta como recurso.

2. ENLACE A LOS RECURSOS DE ESTE ENCUENTRO

*  *  *

Encuentro 35: Esperamos unos cielos nuevos

(Catecismo TS, págs. 202-205)

1. ORIENTACIONES PARA LAS ACTIVIDADES Y LOS RECURSOS

Hacemos la señal de la cruz y rezamos juntos la oración inicial de la página 117 del cuaderno 2.

Observamos y comentamos entre todos la imagen de la página 202 del Catecismo TS.

DIOS NOS HABLA

Actividad 1: leemos el apartado (Catecismo TS, pág. 203), que habla sobre la vida eterna y la resurrección. A continuación, un lector lee la Palabra de Dios sobre el juicio final en la cita de Mt 13, 47-50. Para terminar, dialogamos a partir de las cuestiones que se presentan en le cuaderno.

a) Significa que al final de los tiempos, el Reino de Dios, anunciado y realizado por Jesucristo, cada ser humano recibirá el premio o el castigo según hayan sido sus obras.

b) El Reino de los Cielos.

c) Ante Jesucristo que volverá glorioso como juez de vivos y muertos.

d) Unos disfrutarán de la gloria de Dios y otros, aquellos que voluntariamente hayan rechazado a Dios, vivirán alejados de Él para siempre.

Actividad 2: visionamos el documental sobre la vida eterna que aparece en la web.

EXPLICACIÓN DE LA FE

Actividad 3: dialogamos sobre las siguientes preguntas y las respondemos en el cuaderno.

a) El juicio particular.

b) El juicio particular es retribución ante Jesucristo que cada ser humano experimenta inmediatamente después de su muerte. En cambio, en el juicio final todos los hombres y mujeres de todas las épocas y países serán juzgados públicamente.

c) En el juicio particular.

Actividad 4: lectura individual del texto sobre los novísimos o postrimerías (Catecismo TS, pág. 204) y compleción de las frases.

a) La muerte culmina el paso del hombre sobre la tierra.

b) El cielo es el estado de felicidad de que gozan los hombres y mujeres que ya están con Dios para siempre.

c) El infierno es el estado de condenación de quienes después de la muerte están separados de Dios para siempre.

d) El purgatorio es el estado de purificación de los que han muerto en paz con Dios pero aún tienen que ser purificados de sus pecados antes de participar de la felicidad del cielo.

Actividad 5: dialogamos sobre las cuestiones que se presentan en el cuaderno. Respuestas orientativas.

a) La Virgen María.

b) Sí, pues la fe en la Bienaventuranza eterna «ofrece una ayuda indispensable para afrontar con verdad y esperanza nuestro destino mortal».

c) No se puede demostrar. De hecho, la afirmación de que tras la existencia no hay nada, solo provoca falta de sentido y, por tanto, inquietud y desesperación.

PARA TU VIDA

No esperamos con los brazos cruzados

Actividad 6: leemos el apartado (Catecismo TS, pág. 204) y dialogamos. Respuestas orientativas.

a) Porque el cristiano nunca olvida que, con Jesús resucitado entre nosotros, la vida eterna ya está presente en la historia. No hemos de esperar, por lo tanto, a la vida futura para encontrarla, aunque sí debemos esperar al más allá para poseerla en plenitud. «La espera de una Tierra nueva no debe debilitar, sino más bien avivar la preocupación de cultivar esta Tierra, donde crece aquel cuerpo de la nueva familia humana, que puede ofrecer ya un cierto esbozo del siglo nuevo» (CEC, n.º 1 049).

b) Lleva al cristiano a comprometerse con mayor intensidad en el mundo, a abrir la puerta de su corazón a los demás hombres y tomar parte en el camino de la Iglesia que se ofrece como sal y luz del mundo.

c) Porque la Iglesia —y, por tanto, todos los cristianos— busca ayudar a cada persona en su camino de Salvación. Y esta misión incluye a la comunidad de los hombres y los problemas relacionados con ella. La mejora de la vida concreta de las personas, exige la promoción del bien común, la justicia y la solidaridad.

Actividad 7 y 8: dejamos unos minutos de trabajo y reflexión personal. Si el catequista lo considera oportuno, puede hacerse una puesta en común final en la que se consideren las respuestas de cada uno a la actividad 8.

TESTIGO DE FE Y MISERICORDIA

Beato Federico Ozanam

Leemos el texto y reflexionamos en grupo a partir de las cuestiones que se plantean en la actividad 9.

Actividad 10: visionamos el video sobre le testimonio de este santo que aparece en la web.

CELEBRAMOS

Oramos por los difuntos

Podemos usar los contenidos de esta página para preparar una Celebración de la Palabra. Por ejemplo, siguiendo este esquema:

— Oración inicial: hacemos la señal de la cruz y cantamos algún canto relacionado con la esperanza en la Bienaventuranza eterna.

— Dialogamos: Leemos y dialogamos sobre lo que enseña el Compendio del CEC sobre las almas del purgatorio.

— Oramos: rezamos juntos la siguiente oración bizantina por los difuntos.

— Canto final: Cantamos un canto a la esperanza en la resurrección. Podemos escuchar los fragmentos de la Misa de Réquiem de F. Palazón que aparece en la web

EN FAMILIA

¿Qué hay después de la muerte?

Junto al rincón de oración iniciamos esta catequesis en familia (pág. 122) del cuaderno 2.

— Comenzamos haciendo la señal de la cruz.

— Leemos los fragmentos del Catecismo de la Iglesia Católica y los comentamos a partir de las cuestiones que se presentan en «Dialogamos en familia».

— Leemos el texto de «Reflexión».

— Se sigue con la «Oración final».

— Se sigue con los apartados «Hacemos un propósito» y «Oración final».

— Visionamos en familia las escenas de la película La túnica sagrada que se presenta como recurso.

2. ENLACE A LOS RECURSOS DE ESTE ENCUENTRO

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Encuentro 36: Esta es nuestra fe, esta es la fe de la Iglesia

(Catecismo TS, págs. 206-208)

1. ORIENTACIONES PARA LAS ACTIVIDADES Y LOS RECURSOS

Hacemos la señal de la cruz y rezamos juntos la oración inicial de la página 123 del cuaderno 2.

Observamos la imagen de la página 207 del Catecismo TS y la comentamos entre todos.

DIOS NOS HABLA

Actividad 1: el catequista introduce el tema del misterio de la Santísima Trinidad, centro de la fe y de la vida cristiana (Catecismo TS, pág. 206).

Actividad 2: un lector lee Mt 3, 13-17 que relata el bautismo de Jesús. Dialogamos sobre el mensaje que transmite a partir de las preguntas que se proponen en el cuaderno. Respuestas orientativas.

a) San Juan Bautista bautizaba para la conversión de los pecados ante la inminente llegada del Mesías salvador.

b) y c) San Juan Bautista se manifiesta indigno de bautizar a Jesús. Pero este insiste y Juan le bautiza. Entonces el Espíritu Santo, en forma de paloma, aparece sobre Jesús, y una voz del cielo —Dios Padre— proclama «Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia» (Mt 3, 17). Es la manifestación (Epifanía) de Jesús como Mesías de Israel e Hijo de Dios.

d) Respuesta personal.

Actividad 3: visionamos el video sobre el Bautismo de Jesús que aparece en la web.

EXPLICACIÓN DE LA FE

El Credo de los cristianos

Actividad 4: el texto sobre el Sol y las cuestiones correspondientes permitirá que los jóvenes adviertan que «la Trinidad es un misterio de fe en sentido estricto, uno de los misterios escondidos en Dios, que no pueden ser conocidos si no son revelados desde lo alto» (CEC, n.º 237). De forma semejante a lo que sucede con nuestro conocimiento del Sol (en realidad, con mayor razón) la intimidad de Dios constituye un misterio inaccesible a la sola razón.

Actividad 5: leemos el apartado (Catecismo TS, pág. 208) e indicamos lo que se dice de cada una de las personas de la Santísima Trinidad:

a) El Padre: es todopoderoso, principio de todo y autor de la Creación.

b) El Hijo: es la manifestación plena de Dios a la humanidad por quien hemos sido redimidos.

c) El Espíritu Santo: es el amor del Padre y del Hijo que confirma y sella el amor y la comunión entre todos los hombres.

PARA TU VIDA

Creer en la Santísima Trinidad cambia nuestra vida

Actividad 6: resumen personal del texto del Catecismo de la Iglesia Católica.

Actividad 7: Leemos el apartado (Catecismo TS, pág. 208) y contestamos a las preguntas:

a) Nos lleva a colaborar con Él para mejorar, conservar y transformar el mundo en orden del bien de la humanidad, hoy y en el futuro.

b) Nos impele a vivir como Él, sabiéndonos hijos suyos y estando al servicio de los más débiles, compartiendo con todos los bienes que hemos recibido.

c) Nos lleva a trabajar por la unión entre todos en mi familia, mi escuela y la sociedad de la que formamos parte.

Actividad 8: reflexionamos y oramos juntos con los actos de fe, esperanza y caridad que se proponen en el cuaderno.

TESTIGO DE FE Y MISERICORDIA

San Agustín y el misterio de la Trinidad

Leemos el texto y reflexionamos en grupo a partir de las cuestiones que se plantean en la actividad 9.

Actividad 10: visionamos el video sobre san Agustín y el misterio de la Trinidad que aparece en la web.

CELEBRAMOS

Celebramos el misterio de la Santísima Trinidad

Podemos usar los contenidos de esta página para preparar una Celebración de la Palabra. Por ejemplo, siguiendo este esquema:

1. Para comenzar, hacemos la señal de la cruz y rezamos una oración, seleccionada previamente por el catequista, a la Santísima Trinidad.

2. Dialogamos: leemos el apartado «En la liturgia celebramos nuestra fe en la Santísima Trinidad» (Catecismo TS, pág. 205) y lo comentamos.

2. Proclamación de la Palabra de Dios: un lector lee el pasaje Jn 15, 26-27.

3. Reflexionamos en silencio sobre el texto evangélico tras la lectura del comentario que se ofrece en el cuaderno.

4. Oramos: confesamos nuestra fe en la Santísima Trinidad rezando juntos el Credo o Símbolo de los Apóstoles.

5. Canto final: escuchamos y cantamos el canto de alabanza a la Trinidad que aparece como recurso en la web.

EN FAMILIA

La verdad central de la fe católica

Junto al rincón de oración iniciamos esta catequesis en familia (pág. 122) del cuaderno 2.

— Comenzamos haciendo la señal de la cruz.

— Leemos los textos que versan sobre el misterio de la Santísima Trinidad y los comentamos entre todos.

— Signo cristiano: profesamos la fe en familia rezando el Credo que se encuentra en la página anterior.

— Se sigue con la «Oración final».

— Visionamos en familia las escenas de la película Quo vadis? que se encuentran en la web. Presentan un discurso de san Pedro a primeros cristianos en el que explica quién es Jesús y su mensaje de salvación.

2. ENLACE A LOS RECURSOS DE ESTE ENCUENTRO

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