Leyenda de la Virgen Niña

por

Catequesis en familia - Inicio 5 Primera comunión 5 Primera comunión Vida de los Santos 5 Leyenda de la Virgen Niña

Contaban las abuelas, y cuentan todavía un recuerdo de infancia de la Virgen María.

Siendo niña, la Virgen fue al jardín a jugar.

Florecieron las flores para verla pasar…

Con sonrisa de cielo, la chiquita María

mirábalas a todas, y a todas sonreía…

Ellas, ingenuamente, le ofrecieron a coro

sus mejores encantos, todo un regio tesoro

de frescura y fragancia, de alegría y colores,

que es patrimonio viejo, muy viejo, de las flores.

Habló la rosa y dijo: —»A mí la Primavera

me ha coronado reina… Si mil reinos tuviera,

con tal que complacer a la Virgen María,

¡los mil reinos, de hinojos, se los ofrendaría!»

Y asomaron los lirios, trémulos de blancura,

y asomó la azucena, como la nieve, pura,

y asomaron las dalias, con tiesura de diosas,

y las tiernas campánulas, menuditas y ansiosas,

sacudían sus cálices, brincando de alegría,

porque al pasar, la Virgen también les sonreía,

tan dulce, tan graciosa, tan cariñosamente,

que todas se animaron a besarle la frente.

Mas la Niña bendita no escogió. Vacilaba…

Mirábalas a todas.., y a ninguna cortaba.

De pronto, casi ocultas debajo de las hojas,

vió que había unas flores gimiendo sus congojas,

tan tímidas que apenas levantaban la voz..

Era si hablaran solamente con Dios…

Ya no dudó un instante. Llegó y con gesto breve,

cortó las florecitas con sus manos de nieve…

Las dalias y azucenas se pusieron celosas,

y celosos los lirios, campánulas y rosas,

mientras por el sendero lentamente volvía,

Violeta entre violetas, la Reinita María.

Y Dios, que hace a las flores nacer en los senderos

proclamó que los últimos serían los primeros.

*  *  *


Novedad
Cuadernos, recursos y guía
Amigos de Jesús
La Biblia de los más pequeños
Cuentos de Casals
Recomendamos
Editorial Combel
Editorial Casals