por CeF | 16 Jul, 2025 | Despertar religioso Juegos
Os presentamos estos textos y dibujos que exponen la historia de la devoción de la Virgen del Carmelo, Nuestra Señora del Carmen, así como la historia de la Orden de los Carmelitas.
Que disfrutéis con las maravillosas ilustraciones y textos del Hermano Roque Miguel Vernaz, religioso de la Congregación de los Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey.
Nota: podéis obtener las imágenes en tamaño real pulsando directamente sobre el título de cada capítulo.
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El Privilegio Sabatino
Desee el siglo X la Iglesia dedicó de un modo especial el sábado a la Santísima Virgen. Muchos santos pedían al Señor la gracia de morir en sábado por ser el día especial de la Madre del Cielo.
Es doctrina de la Iglesia que la devoción verdadera a María es señal cierta de salvación. El Papa Pío XII lo recomendaba en la Carta Magna de 1950: «Ciertamente, la piadosa Madre no dejará de hacer que los hijos que expían en el Purgatorio sus culpas alcancen lo antes posible la patria celestial por su intercesión, según el llamado Privilegio Sabatino, que la tradición nos ha transmitido con estas palabras: ‘Yo, su Madre de Gracia, bajaré el sábado después de su muerte ya cuantos —religiosos, terciarios y cofrades— hallare en el Purgatorio los libraré y los llevaré al monte santo de la salvación eterna’. En otras palabras, como si la Virgen hubiera querido decir: ‘Quien vista con devoción y amor mi escapulario, y procure vivir bien la vida cristiana, yo le protegeré en vida, en muerte y hasta en el mismo Purgatorio’».
Tres días después se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús también fue invitado con sus discípulos. Y como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo: «No tienen vino». Jesús le respondió: «Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros ? Mi hora no ha llegado todavía». Pero su madre dijo a los sirvientes: «Hagan todo lo que Él les diga».
Jn 2, 1-5
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¿Qué es el Escapulario?
El Escapulario del Carmen es el signo externo de devoción mariana que consiste en la consagración a la Santísima Virgen María por la inscripción en la Orden Carmelita, en la esperanza de su protección maternal.
El distintivo externo de esta inscripción o consagración es el pequeño escapulario marrón, por todos tan conocido, o la medalla de la Virgen del Carmen y el Sagrado Corazón de Jesús. El Escapulario del Carmen es un «memorial» de todas las virtudes, un signo eficaz de santidad y una prenda de eterna salvación.
En 1950, Su Santidad Pío XII, Cofrade Carmelita, colocaba a la cabeza de todas las devociones marianas ésta del Escapulario. «Nadie ignora ciertamente —escribía— de cuánta eficacia sea, para avivar la fe católica y reformar las costumbres, el amor a la Santísima Virgen Madre de Dios, ejercitado principalmente mediante aquellas manifestaciones de devoción que contribuyen en modo particular a iluminar la mente con celestial doctrina y a excitar las voluntades a la práctica de la vida cristiana. Entre éstas debe colocarse, en primer lugar, la devoción del Escapulario de los Carmelitas, que, por su misma sencillez al alcance de todos, y por los abundantes frutos de santificación que aporta, se halla extensamente divulgada entre los fieles cristianos».
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Las ilustraciones y los textos son autoría del Hermano Roque Miguel Vernaz, religioso de la Congregación de los Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey.
por CeF | 13 Jul, 2025 | Despertar religioso Juegos
Os presentamos estos textos y dibujos que exponen la historia de la devoción de la Virgen del Carmelo, Nuestra Señora del Carmen, así como la historia de la Orden de los Carmelitas.
Que disfrutéis con las maravillosas ilustraciones y textos del Hermano Roque Miguel Vernaz, religioso de la Congregación de los Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey.
Nota: podéis obtener las imágenes en tamaño real pulsando directamente sobre el título de cada capítulo.
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La devoción a la Virgen del Carmelo
La devoción a la Virgen del Carmelo
Los ermitaños del Monte Carmelo, como amaban mucho a Cristo, cuya tierra habían conquistado, era lógico asimismo que amasen a su Madre, la Virgen María. En este Monte Carmelo había unos monjes griegos y tenían una iglesia en honor de santa Margarita. Los ermitaños venidos de Europa —se les llamaba latinos— edificaron enseguida una bonita capilla en honor de la Virgen María. Por ello, muy pronto, la gente, para distinguir a unos de otros, a los venidos de Europa les llamaron «hermanos de la Virgen María». Esto era porque empezaron a amar a María con toda su alma.
La Virgen del Carmen se llama así por el lugar de su origen, es decir, del Monte Carmelo, que es un monte muy bello y rico en vegetación que hay en Palestina y está bañado por el mar Mediterráneo. Está claro que solo hay una Virgen María, la Madre de Jesús y la nuestra, pero toma diversos nombres o edificaciones, como por ejemplo: la Virgen del Rosario, la Virgen del Pilar, la Virgen de Guadalupe, etc… y las Patronas de casi todos los pueblos.
José, que pertenecía a la familia de David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David, para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada. Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue.
Lc 2, 4-7
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La devoción de los Carmelitas a la Santísima Virgen
Esta capilla dedicada a la Santísima Virgen —a principios del siglo XIII— fue el origen o causa de la profunda devoción que desde entonces y para siempre profesarían los Carmelitas a la Virgen María.
Los Carmelitas son los religiosos, religiosas y seglares que toman su nombre del Monte Carmelo, donde nacieron, y que se proponen con todas sus fuerzas hacer suyo el lema «conocer, amar, imitar e irradiar a María siempre y en todo». Todo lo que pertenece a María es propio de los Carmelitas. No puede concebirse un Carmelita que no trate de hacer suyo, amar y practicar todo cuanto se refiera a María; por ello, los Carmelitas empezaron por dedicar a la Virgen casi todas las iglesias que construían. También escribieron muchos y preciosos libros que contribuyeron a hacer amar e imitar a la Santísima Virgen María. Este amor no ha menguado a través de los siglos.
Fueron rápidamente y encontraron a María, a José, y a la recién nacido acostado en el pesebre. Al Verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño, y todos los que escuchaban quedaron admirados de lo que decían los pastores. Mientras tanto, María conservaba estas cosas y meditaba en su corazón. Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todos lo que habían visto y oído, conforme al anuncio que habían recibido.
Lc 2, 16-20
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Las ilustraciones y los textos son autoría del Hermano Roque Miguel Vernaz, religioso de la Congregación de los Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey.
por Aciprensa | CEF | 10 Jul, 2025 | Postcomunión Dinámicas
El escapulario del Carmen es un signo externo de devoción mariana, que consiste en la consagración a la Santísima Virgen María —por la inscripción en la Orden Carmelita— en la esperanza de su protección maternal. El distintivo externo de esta consagración es el pequeño escapulario marrón, de la misma tela que los hábitos carmelitas.
El escapulario del Carmen es un sacramental, es decir, «un signo sagrado según el modelo de los sacramentos, por medio del cual se significan efectos, sobre todo espirituales, que se obtienen por la intercesión de la Iglesia» (Concilio Vaticano II, Sacrosantum Concilium, 60).
Origen y propagación
A finales del siglo XII o principios del XIII nacía en el monte Carmelo, en Palestina, la Orden de los Carmelitas. Pronto se vieron obligados a emigrar a Occidente. En Europa, tampoco fueron muy bien recibidos por todos. Por esta situación, el Superior General de la Orden, san Simón Stock, suplicaba con insistencia la ayuda de la Santísima Virgen con esta oración:
Flos Carmeli
Vitis Florigera
Splendor coeli
Virgo puerpera
Singularis .
Mater mitis
Sed viri nescia
Carmelitis
Sto propitia,
Stella maris
|
Flor del Carmelo
viña florida
esplendor del Cielo
Virgen fecunda
y singular,
¡Oh madre tierna!
intacta de hombre
a los carmelitas
proteja tu nombre,
Estrella del mar. |
En 1251, la Bienaventurada Virgen María, acompañada de una multitud de ángeles, se apareció a Simón, con el escapulario de la Orden en sus manos, y le dijo: «Tú y todos los Carmelitas tendréis el privilegio, que quien muera con él no padecerá el fuego eterno»; es decir, quien muera con él, se salvará.
La promesa del escapulario es de tal trascendencia, que precisamente por ello suscitó fuerte oposición.
Significado del Escapulario
Al vestir el escapulario, durante toda la vida, es muy importante que sepamos apreciar su profundo y rico significado, como pertenencia a una Orden, a la del Carmen, con obligación de vivir según su rica espiritualidad y su propio carisma. Quien viste el escapulario debe procurar tener siempre presente a la Santísima Virgen y tratar de copiar sus virtudes, su vida y obrar como Ella. Y María, obró partiendo de estas palabras suyas: «He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra».
El escapulario del Carmen es también un memorial de todas las virtudes de María. Así lo recordaba a todos el papa Pío XII, el 11 de febrero de 1950:
«Reconozcan en este memorial de la Virgen un espejo de humildad y castidad.
»Vean, en la forma sencilla de su hechura, un compendio de modestia y candor.
»Vean, sobre todo, en esta librea que visten ida y noche, significada, con simbolismo elocuente, la oración con la cual invocan el auxilio divino.
»Reconozcan, por fin, en ella su consagración al Sacratísimo Corazón de la Virgen Inmaculada».
Cada escapulario tiene sus privilegios o gracias particulares, pero todos pueden sustituirse por la medalla-escapulario. Para ganar las promesas, es igual llevar la medalla que los trozos de paño (aunque en determinados casos, por otras razones externas de mayor visibilidad, etc., puede ser preferible el escapulario de paño).

La medalla-escapulario debe tener por una parte la imagen del Jesús con el Sagrado Corazón, y por la otra una imagen de la Virgen bajo la advocación del Carmen (o cualquier otra). Lo mismo que los escapularios, ha de estar bendecida por un sacerdote.
Privilegio sabatino
El Escapulario del Carmen además de la promesa de salvación para quienes mueran con él, lleva también consigo el llamado privilegio sabatino.
Según la tradición, a la muerte de Clemente V (1314), en el cónclave que duró dos años y tres meses, la Santísima Virgen se apareció al cardenal Jaime Duesa, muy devoto de ella, y le anunció que sería papa con el nombre de Juan XXII, y añadió: «Quiero que anuncies a los carmelitas y a sus cofrades: los que lleven puesto el Escapulario, guarden castidad conforme con su estado, y recen el oficio divino — o los que no sepan leer se abstengan de comer carne los miércoles y sábados —, si van al purgatorio, Yo haré que cuanto antes, especialmente el sábado siguiente a su muerte, sean trasladadas sus almas al cielo».
El privilegio sabatino consiste, pues, en que la Santísima Virgen sacará del purgatorio cuanto antes, especialmente el sábado después de su muerte, a quienes hayan muerto con el Escapulario y durante su vida hayan guardado castidad según su estado y rezado todos los días el oficio parvo (este se puede sustituir por la Liturgia de las Horas o por la abstinencia de carne los miércoles y sábados, o un sacerdote con facultad para ello, lo puede conmutar por otra obra piadosa, v. gr. el rezo diario del Rosario). Si uno peca contra la castidad o deja un día de hacer la obra prescrita, podrá recuperar el privilegio al confesarse y cumplir la penitencia.
Protección maternal
Su profundo simbolismo mariano, los grandes privilegios y el gran amor y privilegiada asistencia que ha manifestado a través de los siglos la Santísima Virgen del Carmen a quienes visten devotamente su escapulario son por lo que se ha extendido por doquier esta piadosa devoción de vestir su escapulario.
Sobre todo por su rico simbolismo: ser hijo de María, ver en él todas las virtudes de María, ser símbolo de nuestra consagración filial a la Madre Amable.
Indulgencias
He aquí las indulgencias plenarias y parciales para los que visten el escapulario.
Indulgencias plenarias.
1. El día que se viste el escapulario y el que es inscrito en la Tercera Orden o Cofradía.
2. En estas fiestas:
a) Virgen del Carmen (16 de julio o cuando se celebre)
b) San Simón Stock (16 de mayo)
c) San Elías Profeta (20 de julio)
d) Santa Teresa de Jesús (15 de octubre)
e) Santa Teresa del Niño Jesús (1 de octubre)
f) San Juan de la Cruz (14 de diciembre)
g) Todos los Santos Carmelitas (14 de noviembre).
Indulgencia parcial
Se gana indulgencia parcial por usar piadosamente el santo escapulario. Se puede ganar no solo por besarlo, sino por cualquier otro acto de afecto y devoción. Y solo al escapulario, sino también a la medalla-escapulario.
Recomendación pontificia
Desde el siglo XVI —que es cuando se extiende por toda la cristiandad el uso del escapulario del Carmen— casi todos los Papas lo han vestido y propagado. El Papa Juan Pablo II, que era terciario carmelita, recordó en diversas ocasiones que vestía con devoción, desde niño, el escapulario del Carmen.
Bendición e imposición
La Sagrada Penitenciaria Apostólica ha dicho que se recomienda el uso tradicional del escapulario en cuanto a tamaño, materia, color, etc., pero que pueden usarse también otros.
Cualquier sacerdote puede bendecir e imponer el escapulario del Carmen a los fieles en general.
Para quedar inscrito en la cofradía organizada o Tercera Orden del Carmen, este sacerdote debe estar facultado por el superior General de los Carmelitas. Los simples fieles no pueden bendecirlos ni imponerlos.
Fórmula para bendecirlo e imponerlo
V: Muéstranos Señor, tu misericordia.
R: Y danos tu salvación.
V: Escucha, Señor, mi oración.
R: Y llegue a ti mi clamor.
V: El Señor esté con vosotros.
R: Y con tu espíritu.
OREMOS. Señor nuestro Jesucristo, Salvador del género humano, bendice con tu diestra a este hábito que, por tu amor y el de tu Madre la Virgen María del Monte Carmelo, va a llevar con devoción tu siervo (o sierva), a fin de que por la intercesión de tu misma Madre y defendido(a) del maligno espíritu, persevere en tu gracia hasta la muerte: Que vives y reinas por los siglos de los siglos.
R: Así sea.
A continuación rocía el escapulario con agua bendita y después lo impone a la persona o personas (a cada una por separado). Diciendo a cada una.
V: Recibe este hábito bendito, suplicando a la Santísima Virgen que, por sus méritos, lo lleves sin mancha, le defienda contra todas las adversidades y te conduzca a la vida eterna.
R: Así sea.
Y añade:
V: Yo, usando de la potestad que se me ha concedido, te recibo a la participación de todos los bienes espirituales que, por la misericordia de Jesucristo, practican los religiosos Carmelitas. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
R: Así sea.
V: Que te bendiga el Creador del cielo y de la tierra, el Dios todopoderoso, que se ha dignado incorporarle a la Cofradía de la Santísima Virgen del monte Carmelo, a quien imploramos que en la hora de tu muerte abata la cabeza de la serpiente infernal y finalmente, consigas las palmas y la corona de la herencia sempiterna. Por Jesucristo nuestro Señor.
R: Así sea.
Y rocía el nuevo cofrade con agua bendita. Cuando son más de una de las personas que han de recibir el santo escapulario, se dice en plural. El sacredote ha de exhortar a los nuevos cofrades a que vistan dignamente el escapulario, tratando de imitar las virtudes de María.
En caso de necesidad, basta para bendecir el escapulario la señal de la cruz del sacerdote y las palabras «En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén».
Escapulario verde
Cuando en la familia hay algún familiar o amigo que se encuentra lejos de la fe y uno desea hacer algo al respecto, María Madre Santísima nos dio una forma de convertirles cuando ella se le apareció a la Hermana Justina Bisqueyburu en 1840, llevando «la vestidura de la conversión — El escapulario verde». Ella dijo: «Esta insignia santa de mi Inmaculado Corazón ha de ser un gran medio para la conversión de almas…»
Por un periodo de más de seis años, la Virgen se le apareció a la Hermana Justina y le respondió muchas preguntas con relación al escapulario y a su uso. La Virgen María dijo que el escapulario verde no necesita ninguna bendición especial, y no necesita inscripción como el escapulario café. Puede ser bendecido por cualquier sacerdote. Si la persona que nosotros queremos que se beneficie de este escapulario no conviene en llevarlo consigo, este se puede colocar en cualquier sitio de su habitación. Cada día se debe decir la siguiente oración:
«Inmaculado corazón de María, ruega por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte».
Si la persona por quien se tiene intención en el escapulario no va a decir la oración, entonces aquel que lo regala debe de decirla en su lugar, todos los días. La Virgen María dijo: «Las gracias mas grandes se obtienen por el uso del escapulario, pero estas gracias vienen en proporción.
por CeF | 10 Jul, 2025 | Despertar religioso Vida de los Santos
Os presentamos estos textos y dibujos que exponen la historia de la devoción de la Virgen del Carmelo, Nuestra Señora del Carmen, así como la historia de la Orden de los Carmelitas.
Que disfrutéis con las maravillosas ilustraciones y textos del Hermano Roque Miguel Vernaz, religioso de la Congregación de los Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey.
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Los ermitaños del Monte Carmelo
En los siglos XI y XII se despertó en toda Europa grandes deseos de ir a Tierra Santa, que estaba en posesión de los árabes. Así nacieron las Cruzadas.
A finales del siglo XII, un puñado de estos cruzados , viendo que el Monte Carmelo era un lugar muy bello por su soledad, y también para entregarse a la oración, se establecieron allí.
La mayor parte de estos ermitaños que fijaron allí su morada eran procedentes de Francia e Italia, y se propusieron imitar al profeta san Elías, que había vivido en aquel hermoso monte.
Un famoso historiador de aquel tiempo —Jaime de Vitry— dice «que los Carmelitas estaban metidos en las grutas del Monte Carmelo, como las abejas en su panal, fabricando la miel dulcísima de la contemplación».
Los ermitaños, pues, se propusieron orar y santificarse por el bien del mundo y por la conversión de los pecadores.
En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas ésta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, esclamó: ‘¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor.
Lc 1, 39-45
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San Alberto les da la Regla
Estos ermitaños —casi todos de origen europeo— eligieron a uno como Superior de todos. Parece ser que se llamaba Brocardo y que después sería santo. Brocardo presentó una serie de preguntas al Patriarca de Jerusalén, un tal Alberto Avogador, que también después sería santo, y éste les dio la Regla o Norma de vida hacia el año 1209.
Esta regla fue aprobada por el Papa Honorio III el 30 de enero de 1226. Esta Regla la han observado santos tan grandes como san Andrés Corsino, san Pedro Tomás, santa Teresa de Jesús, san Juan de la Cruz, santa Teresita del Niño Jesús… Consta de 18 capítulos, todos ellos muy espirituales y bíblicos. En el prólogo ya se señala que está escrita para «los que quieren vivir en obsequio de Jesucristo». Después se dan normas de convivencia y de vida que deben llevar: lugares, superior, votos, oración, ayuno, trabajo, vida espiritual, etc. Todos los Carmelitas de hoy prometen observar esta Regla cuando emiten sus votos religiosos.
María dijo entonces: ‘Mi alma canta la grandeza del Señor, mi Salvador, porque él miró con bondad la pequeñez de su servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo! Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que le temen’.
Lc 1, 46-50
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Las ilustraciones y los textos son autoría del Hermano Roque Miguel Vernaz, religioso de la Congregación de los Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey.
por Catequesis en Familia | 27 Jun, 2016 | La Biblia
Mateo 12, 46-50. 16 de julio. Fiesta de Nuestra Señora del Carmen. Estrella del Mar, Flor del Carmelo. Patrona de Chile. Patrona de los marineros y de la Armada (España). La devoción a la bienaventurada Virgen del Monte Carmelo es el modelo perfecto de oración, de contemplación y de entrega a Dios.
Todavía estaba hablando a la multitud, cuando su madre y sus hermanos, que estaban afuera, trataban de hablar con él. Alguien le dijo: «Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren hablarte». Jesús le respondió: «¿Quién es mí madre y quiénes son mis hermanos?». Y señalando con la mano a sus discípulos, agregó: «Estos son mi madre y mis hermanos. Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre».
Sagrada Escritura en el portal web de la Santa Sede
Lecturas
Primera lectura: Libro de Zacarías, Zac 2, 14-17
Salmo: Evangelio según san Lucas, Lc 1, 46-55
Oración introductoria
Señor, invoco a tu Santísima Madre para que me ayude a contemplar su ejemplo y virtudes; y ruego al Espíritu Santo que infunda en mí su luz y fortaleza para crecer en la caridad.
Petición
Señor, ayúdame a incrementar mi amor por Nuestra Señora del Carmen.
Meditación del Santo Padre emérito Benedicto XVI
Queridos hermanos y hermanas:
El 16 de julio es el día en que la liturgia recuerda a Nuestra Señora la Virgen del Carmen.
El Carmelo, alto monte situado en la costa oriental del mar Mediterráneo, precisamente a la altura de Galilea, tiene en sus laderas numerosas grutas naturales, predilectas por los eremitas. El más célebre de estos hombres de Dios fue el gran profeta Elías, que en el siglo IX antes de Cristo defendió valerosamente contra la contaminación de los cultos idólatras la pureza de la fe en el Dios único y verdadero. Inspirándose precisamente en la figura de Elías, surgió la Orden contemplativa de los «carmelitas», familia religiosa que cuenta entre sus miembros con grandes santos, como Teresa de Ávila, Juan de la Cruz, Teresa del Niño Jesús y Teresa Benedicta de la Cruz (en el siglo Edith Stein). Los carmelitas han difundido en el pueblo cristiano la devoción a la bienaventurada Virgen del Monte Carmelo, indicándola como modelo de oración, de contemplación y de entrega a Dios.
En efecto, María, fue la primera que creyó y experimentó, de modo insuperable, que Jesús, Verbo encarnado, es el culmen, la cumbre del encuentro del hombre con Dios. Acogiendo plenamente su Palabra, «llegó felizmente al santo monte» (cf. Oración colecta de la Memoria), y vive para siempre, en alma y cuerpo, con el Señor. A la Reina del Monte Carmelo deseo encomendar hoy a todas las comunidades de vida contemplativa esparcidas por el mundo y, de modo especial, a las de la Orden del Carmen, entre las cuales recuerdo el monasterio de Quart, no muy lejos de aquí, que he visitado en estos días. Que María ayude a todos los cristianos a encontrar a Dios en el silencio de la oración.
Santo Padre emérito Benedicto XVI
Ángelus del domingo, 16 de julio de 2006
Propósito
Acudir al templo y pedir a Nuestra Señora la Virgen María —maestra de fe— que interceda ante Nuestro Señor Jesucristo para que me ayude en mi camino de santidad.
Diálogo con Cristo
Gracias Señor porque nos dejaste a tu madre como modelo de fe, esperanza y caridad para alcanzar la salvación del Reino de los cielos. En Ella me miraré para llegar a Ti.
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Oración a la Virgen del Carmelo
Madre del Carmelo:
Tengo mil dificultades, ayúdame.
De los enemigos del alma, sálvame.
En mis desaciertos, ilumíname.
En mis dudas y penas, confórtame.
En mis enfermedades, fortaléceme.
Cuando me desprecien, anímame.
En las tentaciones, defiéndeme.
En horas difíciles, consuélame.
Con tu corazón maternal, ámame.
Con tu inmenso poder, protégeme.
Y en tus brazos de Madre, al expirar, recíbeme.
Virgen del Carmen, ruega por nosotros.
Amén.
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Evangelio del día en «Catholic.net»
Evangelio del día en «Evangelio del día»
Evangelio del día en «Orden de Predicadores»
Evangelio del día en «Evangeli.net»
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por CeF | 13 Jul, 2013 | Primera comunión Dinámicas
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Devoción universal
Una vez recibida la Visión y la Promesa, la devoción a la Santísima Virgen del Carmen se extiende, se agiganta, toma carta de ciudadanía hasta en los más escondidos parajes del mundo.
La devoción del santo Escapulario se adueña de los corazones de papas y sacerdotes, de reyes y príncipes, de militares y marineros, de nobles y plebeyos, de ricos y pobres, de libres y esclavos… Todos desean custodiar su pecho con el santo Escapulario.
Un historiador del siglo XVI escribía: «En nuestros días florece en España la devoción a la Virgen del Carmen, donde no hay casa en la que no se lleve el hábito del Carmelo, con ele fin de disfrutar de las infinitas indulgencias carmelitas…».
El Cardenal Gomá escribía en 1940: «Nadie ignora lo extendida que está por todo el pueblo cristiano, en todas partes y con qué profundo arraigo, la devoción a la Santísima Virgen del Carmen; de tal forma que esta devoción podemos llamarla por antonomasia ‘devoción cristiana’ o mejor ‘católica’».
Junto a la Cruz de Jesús, estaba su madre, con su hermana María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo: «Mujer, aquí tienes a tu hijo». Luego dijo al discípulo: «Aquí tienes a tu madre». Y desde aquel momento, el discípulo la recibió en su casa.
Jn 19, 25-27
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La Iglesia lo bendice y lo propaga
Desde hace muchos siglos la Iglesia acepta el Escapulario como un sacramental, lo bendice y lo propaga con empeño. Es imposible recoger aquí los centenares y hasta millones de frases elogiosas de santos, papas y obispos sobre le santo Escapulario del Carmen. Baste recordar algunos como muestra:
De santos
San Antonio María Claret: «Estrella segura», «Vestido magnífico».
San Claudo de la Colombière: «Escudo invulnerable».
Beato Nuño Álvarez Pereira: «Doctrina sublime de la Madre de Dios».
De papas
Benedicto XV: «Mi escudo defensor».
Pío XI: «Don extraordinario», «Útil para todos».
Pío XII: «Espejo de humildad y castidad», «Compendio de modestia y candor», «Memoria de la Virgen», «Símbolo elocuente de la oración», «Librea Mariana», «Salud de los peligros».
De obispos
Episcopado de Italia: «Coloquio perenne con María», «Respuesta de María», «Un pacto de amor», «Un vínculo de santidad», «Instrumento sencillo y altamente significativo», «El medio más popular para vivir con fruto la devoción mariana», «El santo Hábito de María», «Vínculo de la nueva alianza», «Vigilante protección por parte de María».
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Las ilustraciones y los textos son autoría del Hermano Roque Miguel Vernaz, religioso de la Congregación de los Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey.
por CeF | 13 Jul, 2013 | Primera comunión Dinámicas
Os presentamos estos textos y dibujos que exponen la historia de la devoción de la Virgen del Carmelo, Nuestra Señora del Carmen, así como la historia de la Orden de los Carmelitas.
Que disfrutéis con las maravillosas ilustraciones y textos del Hermano Roque Miguel Vernaz, religioso de la Congregación de los Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey.
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San Simón Stock se hizo Carmelita
Cada hombre y mujer, cuando llega a la edad competente, debe elegir libremente el camino para toda la vida, donde piense que se podrá realizar mejor.
Es lógico que cada uno, usando de su libertad, abrace aquello para lo cual se siente más inclinado. Al enterarse el joven Simón que habían llegado a Inglaterra unos religiosos que se llamaban Carmelitas o «hermanos de la Virgen María», como él amaba tanto a María, pidió ser admitido en su Orden. Lleno de alegría, abrazó su género de vida. Vistió el hábito de los Carmelitas, hizo el Noviciado y emitió la Profesión.
Él se sentía dichoso de poderse llamar y ser «hermano de la Virgen María» y celoso apóstol de Nuestra Señora. Procuró desde entonces lo que todos deberíamos hacer: trató de leer muchos libros sobre Ella y se propuso tres cosas: amarla con todo su corazón, imitarla lo más fiel posible y ser apóstol de Ella siempre y en todas partes.
Su padre y su madre estaban admirados por lo que oían decir de él. Simeón, después de bendecirlos, dijo a María, la Madre: ‘Este niño será causa de caída y elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción, y a ti misma una espada te atravesará el corazón. Así se manifestarán claramente los pensamientos íntimos de muchos’.
Lc 2, 33-35
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La promesa de la Virgen
Pronto los Carmelitas, al llegar a Europa, encontraron enemigos. Atacaban a la Orden de los Carmelitas, especialmente porque se llamaban «hermanos de la Virgen María».
Simón Stock llegó a ser General de la Orden. Oraba incesantemente para que librase a la Orden de sus enemigos. Una noche, mientras oraba, se le apareció la Virgen María y mostrándole el escapulario de la Orden le dijo con estas históricas palabras: «Este será el privilegio para ti y todos los Carmelitas: que quien muriese con él no padecerá el fuego del infierno, es decir, el que muriese con el escapulario se salvará».
Pronto se extendió esta devoción hasta llegar a ser devoción católica, universal. El Papa Pío XII publicó en 1950 una maravillosa carta sobre el escapulario del Carmen. Esta es la gran promesa de la perseverancia final. El escapulario no obra como algo mágico, sino que quien vista este sacramental de María, si lo lleva con dignidad, es decir, como una especie de «memorial» de sus virtudes y de la protección de María, le ayudará a vivir bien la fe y por lo tanto a alcanzar la salvación.
Como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén en busca de él. Al tercer día, lo hallaron en el Templo en medio de los doctores de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Y todos los que lo oían estaban asombrados de su inteligencia y sus respuestas.
Lc 2, 45-47
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Las ilustraciones y los textos son autoría del Hermano Roque Miguel Vernaz, religioso de la Congregación de los Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey.
por Mar queztin | 12 Jul, 2013 | Postcomunión Vida de los Santos
Nuestra Señora del Monte Carmelo, referida comúnmente como Virgen del Carmen o Nuestra Señora del Carmen, es una de las diversas advocaciones de la Virgen María. Su denominación procede del llamado Monte Carmelo, en Israel. Nuestra Señora del Carmen es la patrona de Chile. En España es la patrona del mar y de la Armada española.
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Sobre Nuestra Señora del Carmen
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por MM Carmelitas del Santuario de N.ª S.ª del Carmen, Lima | 15 May, 2011 | Postcomunión Liturgia
Con motivo de la fiesta de Nuestra Señora del Carmen, 16 de julio, uno de los días en los que los consagrados con su Escapulario pueden obtener indulgencia plenaria, ofrecemos el rito para la imposición del Santo Escapulario del Carmen, según se celebra en el Santuario de la Virgen del Carmen, en Lima (Perú).
Rito inicial
El celebrante, delante de una imagen de la Virgen, exhorta a los que van a recibir el Escapulario, invitándoles a participar dignamente en la celebración. Luego dice:
V/ En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
R/ Amén.
V/ La gracia de nuestro Señor Jesucristo, nacido de Santa María Virgen, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo, estén con todos ustedes.
R/ Y con tu espíritu.
El celebrante expone brevemente el significado de la bendición e imposición del Escapulario.
Lectura de la Palabra de Dios
Uno de los presentes, o el mismo celebrante, proclama un texto de la Sagrada Escritura, por ejemplo:
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 12, 1-2.
Hermanos: Les exhorto, por la misericordia de Dios, a presentar sus cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios; éste es el culto razonable. Y no se ajusten a este mundo, sino transfórmense por la renovación de la mente, para que sepan discernir lo que es la voluntad de Dios, lo bueno, lo que agrada, lo perfecto.
V/ Palabra de Dios.
R/ Gloria a Ti, Señor Jesús.
(Puede leerse otros textos.)
El celebrante exhorta a los presentes explicando la naturaleza de la celebración con estas o parecidas palabras:
Durante la vida terrena de Jesús quien tocaba, aunque sólo fuese los flecos de su manto quedaba curado. Alabamos al Señor por que en su Iglesia continúa usando los medios más humildes para mostrarnos su inmensa misericordia. También nosotros podemos utilizarlos para glorificar al Señor, expresar nuestro deseo de servirlo y renovar nuestro compromiso de fidelidad, contraído en la consagración bautismal para toda nuestra vida.
El Escapulario del Carmen es un signo del amor maternal de la Virgen María, que recuerda su iniciativa a favor de los miembros de la Familia Carmelita, particularmente en los momentos de mayor necesidad. Es un amor que pide respuesta de amor.
El Escapulario es un signo de comunión con la Orden de los Hermanos de la Bienaventurada Virgen del Monte Carmelo, dedicada al servicio de la Virgen para el bien de toda la Iglesia. Con él expresáis el deseo de participar en el espíritu y vida de la Orden.
El Escapulario es un espejo de la castidad y de la humildad de María; por su sencillez nos invita a vivir con modestia y pureza, llevándolo día y noche es signo de nuestra oración continua y de particular dedicación al amor y al servicio de la Virgen María.
Llevando el Escapulario renováis vuestro compromiso bautismal de revestirnos de nuestro Señor Jesucristo. En María será salvaguardada vuestra esperanza de salvación, porque el Dios de la Vida ha puesto su morada en Ella.
Preces
Sigue la oración común. Se propone algunas intenciones a elegir las más adecuadas o añadir otras relacionadas con las peculiaridades de los fieles o de las circunstancias. El celebrante inicia diciendo:
V/ Roguemos a Dios, nuestro Padre, por intercesión de la Virgen María, diciendo: Te rogamos, óyenos (te lo pedimos Señor).
R/ Te rogamos, óyenos (te lo pedimos Señor).
V/ Para que quienes visten el Escapulario sean revestidos de Cristo con la gracia del Espíritu Santo, roguemos al Señor.
R/ Te rogamos, óyenos (te lo pedimos Señor).
V/ Para que quienes visten el Escapulario vivan su compromiso bautismal de revestirse de Cristo, roguemos al Señor.
R/ Te rogamos, óyenos (te lo pedimos Señor).
V/ Para que quienes visten el Escapulario sean siempre miembros vivos de la Familia del Carmelo con sus oraciones, sacrificios y buenas obras, roguemos al Señor.
R/ Te rogamos, óyenos (te lo pedimos Señor).
V/ Para que quienes visten el Escapulario sean continuación del amor de que Jesús profesaba a su Madre, roguemos al Señor.
R/ Te rogamos, óyenos (te lo pedimos Señor).
V/ Para que quienes visten el Escapulario se revistan de las virtudes de la Virgen Purísima, sepan escuchar la Palabra de Dios y vivirla cada día, roguemos al Señor.
R/ Te rogamos, óyenos (te lo pedimos Señor).
V/ Para que quienes visten el Escapulario, por intercesión de María, sean iluminados en la contemplación, gozosos en la fraternidad y celosos en el servicio a los demás, roguemos al Señor.
R/ Te rogamos, óyenos (te lo pedimos Señor).
V/ Para que quienes visten el Escapulario vivan de modo que entren a formar parte de la asamblea de los santos, con María, revestidos del vestido nupcial, roguemos al Señor.
R/ Te rogamos, óyenos (te lo pedimos Señor).
Oración de bendición
El celebrante con las manos extendidas, dice:
V/ Padre Santo, que prefieres y aumentas la caridad, tú has querido que tu Unigénito Hijo Jesucristo se encarnara en el seno de la Virgen María por obra de Espíritu Santo; concede a este(a) hijo(a) tuyo(a) que recibe con devoción el Escapulario de la familia de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo, la gracia de revestirse del Señor Jesús en todas las circunstancias de esta vida, y alcance así la gloria eterna. Por Jesucristo nuestro Señor.
R/ Amén.
El celebrante asperje con agua bendita.
Imposición del Escapulario
El celebrante impone el Escapulario diciendo:
V/ Recibe este Escapulario por el cual quedas admitido (a) en la Familia de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo, llévalo como signo de su protección maternal y de tu compromiso por imitarla y servirla. Ella te ayude a revestirte de Cristo, para gloria de la Santísima Trinidad y para cooperar en la Iglesia para el bien de los hermanos.
R/ Amén.
Terminada la imposición el celebrante anuncia la admisión a la familia carmelitana con estas o parecidas palabras:
V/ Por la facultad que me ha sido concedida te admito a la participación de todos los bienes espirituales de la Orden del Carmen.
R/ Amén.
Conclusión del rito
El celebrante concluye el rito de la bendición diciendo:
V/ La bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ustedes.
R/ Amén.
Fórmula breve para imponer el Escapulario
Recibe este Escapulario, signo de una relación especial con María, la Madre de Jesús a quien te comprometes a imitar. Que este Escapulario te recuerde tu dignidad de cristiano, tu dedicación al servicio de los demás y a la imitación de María.
Llévalo como señal de su protección y como signo de tu pertenencia a la familia del Carmelo, dispuesto a cumplir la voluntad de Dios y a empeñarte en el trabajo por la construcción de un mundo que responda a su plan de fraternidad, justicia y paz. Amén.