Las mujeres al servicio del Evangelio – Catequesis del Santo Padre emérito Benedicto XVI

Las mujeres al servicio del Evangelio – Catequesis del Santo Padre emérito Benedicto XVI

Llegamos hoy al final de nuestro recorrido entre los testigos del cristianismo naciente que mencionan los escritos del Nuevo Testamento. Y usamos la última etapa de este primer recorrido para centrar nuestra atención en las numerosas figuras femeninas que desempeñaron un papel efectivo y valioso en la difusión del Evangelio. No se puede olvidar su testimonio, como dijo el mismo Jesús sobre la mujer que le ungió la cabeza poco antes de la Pasión: «Yo os aseguro: dondequiera que se proclame esta buena nueva, en el mundo entero, se hablará también de lo que esta ha hecho para memoria suya» (Mt 26, 13; Mc 14, 9).

El Señor quiere que estos testigos del Evangelio, estas figuras que dieron su contribución para que creciera la fe en él, sean conocidas y su recuerdo siga vivo en la Iglesia. Históricamente podemos distinguir el papel de las mujeres en el cristianismo primitivo, durante la vida terrena de Jesús y durante las vicisitudes de la primera generación cristiana.

Ciertamente, como sabemos, Jesús escogió entre sus discípulos a doce hombres como padres del nuevo Israel, «para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar» (Mc 3, 14-l5). Este hecho es evidente, pero, además de los Doce, columnas de la Iglesia, padres del nuevo pueblo de Dios, fueron escogidas también muchas mujeres en el grupo de los discípulos.

Sólo puedo mencionar brevemente a las que se encontraron en el camino de Jesús mismo, desde la profetisa Ana (cf. Lc 2, 36-38) hasta la samaritana (cf. Jn 4, 1-39), la mujer siro-fenicia (cf. Mc 7, 24-30), la hemorroísa (cf. Mt 9, 20-22) y la pecadora perdonada (cf. Lc 7, 36-50). Y no hablaré de las protagonistas de algunas de sus eficaces parábolas, por ejemplo, la mujer que hace el pan (Mt 13, 33), la que pierde la dracma (Lc 15, 8-10) o la viuda que importuna al juez (Lc 18, 1-8). Para nuestra reflexión son más significativas las mujeres que desempeñaron un papel activo en el marco de la misión de Jesús.

En primer lugar, pensamos naturalmente en la Virgen María, que con su fe y su obra maternal colaboró de manera única en nuestra Redención, hasta el punto de que Isabel pudo llamarla «bendita entre las mujeres» (Lc 1, 42), añadiendo: «Bienaventurada la que ha creído» (Lc 1, 45). Convertida en discípula de su Hijo, María manifestó en Caná una confianza total en él (cf. Jn 2, 5) y lo siguió hasta el pie de la cruz, donde recibió de él una misión materna para todos sus discípulos de todos los tiempos, representados por san Juan (cf. Jn 19, 25-27).

Además, encontramos a varias mujeres que de diferentes maneras giraron en torno a la figura de Jesús con funciones de responsabilidad. Constituyen un ejemplo elocuente las mujeres que seguían a Jesús para servirle con sus bienes. San Lucas menciona algunos nombres: María Magdalena, Juana, Susana y «otras muchas» (cf. Lc 8, 2-3). Asimismo, los Evangelios nos informan de que las mujeres, a diferencia de los Doce, no abandonaron a Jesús en la hora de la pasión (cf. Mt 27, 56. 61; Mc 15, 40). Entre estas destaca en particular la Magdalena, que no sólo estuvo presente en la Pasión, sino que se convirtió también en el primer testigo y heraldo del Resucitado (cf. Jn 20, 1. 11-18). Precisamente a María Magdalena santo Tomás de Aquino le da el singular calificativo de «apóstol de los Apóstoles» («apostolorum apostola»), dedicándole un bello comentario: «Del mismo modo que una mujer había anunciado al primer hombre palabras de muerte, así también una mujer fue la primera en anunciar a los Apóstoles palabras de vida» (Super Ioannem, ed. Cai, 2519).

En el ámbito de la Iglesia primitiva la presencia femenina tampoco fue secundaria. No insistimos en las cuatro hijas del «diácono» Felipe, cuyo nombre no se menciona, residentes en Cesarea Marítima, dotadas todas ellas, como dice san Lucas, del «don de profecía», es decir, de la facultad de hablar públicamente bajo la acción del Espíritu Santo (cf. Hch 21, 9). La brevedad de la noticia no permite sacar deducciones más precisas.

Debemos a san Pablo una documentación más amplia sobre la dignidad y el papel eclesial de la mujer. Toma como punto de partida el principio fundamental según el cual para los bautizados «ya no hay judío ni griego; ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer». El motivo es que «todos somos uno en Cristo Jesús» (Ga 3, 28), es decir, todos tenemos la misma dignidad de fondo, aunque cada uno con funciones específicas (cf. 1 Co 12, 27-30).

El Apóstol admite como algo normal que en la comunidad cristiana la mujer pueda «profetizar» (1 Co 11, 5), es decir, hablar abiertamente bajo el influjo del Espíritu, a condición de que sea para la edificación de la comunidad y que se haga de modo digno. Por tanto, hay que relativizar la sucesiva y conocida exhortación: «Las mujeres cállense en las asambleas» (1 Co 14, 34).

Dejamos a los exegetas el consiguiente problema, muy discutido, sobre la relación entre la primera frase —las mujeres pueden profetizar en la asamblea—, y la otra —no pueden hablar—, es decir, la relación entre estas dos indicaciones, que aparentemente son contradictorias. No conviene discutirlo aquí. El miércoles pasado ya hablamos de Prisca o Priscila, esposa de Áquila, que en dos casos sorprendentemente es mencionada antes que su marido (cf. Hch 18, 18; Rm 16, 3); en cualquier caso, ambos son calificados explícitamente por san Pablo como sus «colaboradores» -sun-ergoús (Rm 16, 3).

Hay otras observaciones que no conviene descuidar. Por ejemplo, es preciso constatar que san Pablo dirige también a una mujer de nombre «Apfia» la breve carta a Filemón (cf. Flm 2). Traducciones latinas y sirias del texto griego añaden al nombre «Apfia» el calificativo de «soror carissima» (ib.) y conviene notar que en la comunidad de Colosas debía ocupar un puesto importante; en todo caso, es la única mujer mencionada por san Pablo entre los destinatarios de una carta suya.

En otros pasajes, el Apóstol menciona a una cierta «Febe», a la que llama diákonos de la Iglesia en Cencreas, pequeña localidad portuaria al este de Corinto (cf. Rm 16, 1-2). Aunque en aquel tiempo ese título todavía no tenía un valor ministerial específico de carácter jerárquico, demuestra que esa mujer ejercía verdaderamente un cargo de responsabilidad en favor de la comunidad cristiana. San Pablo pide que la reciban cordialmente y le ayuden «en cualquier cosa que necesite», y después añade: «pues ella ha sido protectora de muchos, incluso de mí mismo».

En el mismo contexto epistolar, el Apóstol, con gran delicadeza, recuerda otros nombres de mujeres: una cierta María, y después Trifena, Trifosa, Pérside, «muy querida», y Julia, de las que escribe abiertamente que «se han fatigado por vosotros» o «se han fatigado en el Señor» (Rm 16, 6. 12a. 12b. 15), subrayando así su intenso compromiso eclesial.

Asimismo, en la Iglesia de Filipos se distinguían dos mujeres llamadas Evodia y Síntique (Flp 4, 2): el llamamiento que san Pablo hace a la concordia mutua da a entender que estas dos mujeres desempeñaban una función importante dentro de esa comunidad.

En síntesis, la historia del cristianismo hubiera tenido un desarrollo muy diferente si no se hubiera contado con la aportación generosa de muchas mujeres. Por eso, como escribió mi venerado y querido predecesor Juan Pablo II en la carta apostólica Mulieris dignitatem, «la Iglesia da gracias por todas las mujeres y por cada una. (…) La Iglesia expresa su agradecimiento por todas las manifestaciones del «genio» femenino aparecidas a lo largo de la historia, en medio de los pueblos y de las naciones; da gracias por todos los carismas que el Espíritu Santo otorga a las mujeres en la historia del pueblo de Dios, por todas las victorias que debe a su fe, esperanza y caridad; manifiesta su gratitud por todos los frutos de santidad femenina» (n. 31).

Como se ve, el elogio se refiere a las mujeres en el transcurso de la historia de la Iglesia y se expresa en nombre de toda la comunidad eclesial. También nosotros nos unimos a este aprecio, dando gracias al Señor porque él guía a su Iglesia, de generación en generación, sirviéndose indistintamente de hombres y mujeres, que saben hacer fructificar su fe y su bautismo para el bien de todo el Cuerpo eclesial, para mayor gloria de Dios.

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Las mujeres al servicio del Evangelio

Santo Padre emérito Bendicto XVI

Audiencia General

Miércoles 14 de febrero de 2007

Conoce al Papa Francisco en cuatro minutos

Conoce al Papa Francisco en cuatro minutos

Con el fin de ayudar a los católicos de todo el mundo a conocer más y mejor al Papa Francisco, (antes, cardenal Jorge Mario Bergoglio), el equipo de Catholic Link ha realizado esta producción audiovisual animada para todos (se puede ver este vídeo en 15 idiomas), sobre todo para los niños.

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Conoce al Papa Francisco en cuatro minutos


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Fuente original: Catholic Link 

Catholic Link es un portal católico auspiciado por el Movimiento de Vida Cristiana


La Biblia más infantil: La Pasión de Jesús (I)

La Biblia más infantil: La Pasión de Jesús (I)

El domingo de Ramos

La noticia del gran milagro llegó a todas partes. Cuando Jesús entró en la Ciudad de Jerusalén montado en un borriquillo, la gente salió a recibirle con palmas y ramos, cantando: «¡Bendito el que viene en nombre del Señor!».



«¡Bendito seas, Señor!»

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La Última CenaLa Última Cena

El Jueves Santo, un día antes de morir, Jesús se reunió con los Apóstoles y les invitó a cenar. Sería la Última Cena. Jesús les dijo: «Tenía muchas ganas de estar con vosotros esta noche…». Y les enseñó muchas cosas, que sus amigos nunca olvidarán.




«¡Jesús: que tenga muchas ganas de estar contigo!»

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Jesús nos deja la EucaristíaJesús nos deja la Eucaristía

Después, Jesús, que nos quiere mucho, y todo lo puede, convirtió el pan y el vino en su Cuerpo y en su Sangre, y se los dio a sus discípulos. Los Apóstoles recibieron entonces su Primera Comunión. Jesús nos deja la Eucaristía para así quedarse siempre con nosotros. Él está en el Sagrario y podemos ir a visitarle.


«Jesús, gracias porque te has quedado en el Sagrario»

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Jesús nos da el Mandamiento NuevoJesús nos da el Mandamiento Nuevo

Después de hacer aquel gran milagro, Jesús quiere que aprendamos su última lección: «Un nuevo mandamiento os doy: amaos los unos a los otros como yo os he amado. En esto conocerán todos que sois mis discípulos». Todos los cristianos formamos una gran familia y hemos de querernos mucho, ayudándonos unos a otros, en especial a los más necesitados.


«Jesús, ayúdame a querer a todos»

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De La Biblia más infantil, Casals, 1999. Páginas 106 a 109

Coordinador: Pedro de la Herrán

Texto: Miguel Álvarez y Sagrario Fernández Díaz

Dibujos: José Ramón Sánchez y Javier Jerez


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Aprende y colorea la devoción a la Virgen del Carmelo (V)

Aprende y colorea la devoción a la Virgen del Carmelo (V)

Os presentamos estos textos y dibujos que exponen la historia de la devoción de la Virgen del Carmelo, Nuestra Señora del Carmen, así como la historia de la Orden de los Carmelitas.

Que disfrutéis con las maravillosas ilustraciones y textos del Hermano Roque Miguel Vernaz, religioso de la Congregación de los Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey.

Nota: podéis obtener las imágenes en tamaño real pulsando directamente sobre el título de cada capítulo.

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Devoción universalDevoción universal

Una vez recibida la Visión y la Promesa, la devoción a la Santísima Virgen del Carmen se extiende, se agiganta, toma carta de ciudadanía hasta en los más escondidos parajes del mundo.

La devoción del santo Escapulario se adueña de los corazones de papas y sacerdotes, de reyes y príncipes, de militares y marineros, de nobles y plebeyos, de ricos y pobres, de libres y esclavos… Todos desean custodiar su pecho con el santo Escapulario.

Un historiador del siglo XVI escribía: «En nuestros días florece en España la devoción a la Virgen del Carmen, donde no hay casa en la que no se lleve el hábito del Carmelo, con ele fin de disfrutar de las infinitas indulgencias carmelitas…».

El Cardenal Gomá escribía en 1940: «Nadie ignora lo extendida que está por todo el pueblo cristiano, en todas partes y con qué profundo arraigo, la devoción a la Santísima Virgen del Carmen; de tal forma que esta devoción podemos llamarla por antonomasia ‘devoción cristiana’ o mejor ‘católica’».


Junto a la Cruz de Jesús, estaba su madre, con su hermana María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo: «Mujer, aquí tienes a tu hijo». Luego dijo al discípulo: «Aquí tienes a tu madre». Y desde aquel momento, el discípulo la recibió en su casa.

Jn 19, 25-27

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La Iglesia lo bendice y lo propagaLa Iglesia lo bendice y lo propaga

Desde hace muchos siglos la Iglesia acepta el Escapulario como un sacramental, lo bendice y lo propaga con empeño. Es imposible recoger aquí los centenares y hasta millones de frases elogiosas de santos, papas y obispos sobre le santo Escapulario del Carmen. Baste recordar algunos como muestra:

De santos

San Antonio María Claret: «Estrella segura», «Vestido magnífico».

San Claudo de la Colombière: «Escudo invulnerable».

Beato Nuño Álvarez Pereira: «Doctrina sublime de la Madre de Dios».

De papas

Benedicto XV: «Mi escudo defensor».

Pío XI: «Don extraordinario», «Útil para todos».

Pío XII: «Espejo de humildad y castidad», «Compendio de modestia y candor», «Memoria de la Virgen», «Símbolo elocuente de la oración», «Librea Mariana», «Salud de los peligros».

De obispos

Episcopado de Italia: «Coloquio perenne con María», «Respuesta de María», «Un pacto de amor», «Un vínculo de santidad», «Instrumento sencillo y altamente significativo», «El medio más popular para vivir con fruto la devoción mariana», «El santo Hábito de María», «Vínculo de la nueva alianza», «Vigilante protección por parte de María».

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Las ilustraciones y los textos son autoría del Hermano Roque Miguel Vernaz, religioso de la Congregación de los Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey.


Aprende y colorea la devoción a la Virgen del Carmelo (V)

Aprende y colorea la devoción a la Virgen del Carmelo (III)

Os presentamos estos textos y dibujos que exponen la historia de la devoción de la Virgen del Carmelo, Nuestra Señora del Carmen, así como la historia de la Orden de los Carmelitas.

Que disfrutéis con las maravillosas ilustraciones y textos del Hermano Roque Miguel Vernaz, religioso de la Congregación de los Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey.

Nota: podéis obtener las imágenes en tamaño real pulsando directamente sobre el título de cada capítulo.

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San Simón Stock se hizo CarmelitaSan Simón Stock se hizo Carmelita

Cada hombre y mujer, cuando llega a la edad competente, debe elegir libremente el camino para toda la vida, donde piense que se podrá realizar mejor.

Es lógico que cada uno, usando de su libertad, abrace aquello para lo cual se siente más inclinado. Al enterarse el joven Simón que habían llegado a Inglaterra unos religiosos que se llamaban Carmelitas o «hermanos de la Virgen María», como él amaba tanto a María, pidió ser admitido en su Orden. Lleno de alegría, abrazó su género de vida. Vistió el hábito de los Carmelitas, hizo el Noviciado y emitió la Profesión.

Él se sentía dichoso de poderse llamar y ser «hermano de la Virgen María» y celoso apóstol de Nuestra Señora. Procuró desde entonces lo que todos deberíamos hacer: trató de leer muchos libros sobre Ella y se propuso tres cosas: amarla con todo su corazón, imitarla lo más fiel posible y ser apóstol de Ella siempre y en todas partes.


Su padre y su madre estaban admirados por lo que oían decir de él. Simeón, después de bendecirlos, dijo a María, la Madre: ‘Este niño será causa de caída y elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción, y a ti misma una espada te atravesará el corazón. Así se manifestarán claramente los pensamientos íntimos de muchos’.

Lc 2, 33-35

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La promesa de la VirgenLa promesa de la Virgen

Pronto los Carmelitas, al llegar a Europa, encontraron enemigos. Atacaban a la Orden de los Carmelitas, especialmente porque se llamaban «hermanos de la Virgen María».

Simón Stock llegó a ser General de la Orden. Oraba incesantemente para que librase a la Orden de sus enemigos. Una noche, mientras oraba, se le apareció la Virgen María y mostrándole el escapulario de la Orden le dijo con estas históricas palabras: «Este será el privilegio para ti y todos los Carmelitas: que quien muriese con él no padecerá el fuego del infierno, es decir, el que muriese con el escapulario se salvará».

Pronto se extendió esta devoción hasta llegar a ser devoción católica, universal. El Papa Pío XII publicó en 1950 una maravillosa carta sobre el escapulario del Carmen. Esta es la gran promesa de la perseverancia final. El escapulario no obra como algo mágico, sino que quien vista este sacramental de María, si lo lleva con dignidad, es decir, como una especie de «memorial» de sus virtudes y de la protección de María, le ayudará a vivir bien la fe y por lo tanto a alcanzar la salvación.


Como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén en busca de él. Al tercer día, lo hallaron en el Templo en medio de los doctores de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Y todos los que lo oían estaban asombrados de su inteligencia y sus respuestas.

Lc 2, 45-47

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Las ilustraciones y los textos son autoría del Hermano Roque Miguel Vernaz, religioso de la Congregación de los Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey.


Vídeo sobre Nuestra Señora del Carmen

Vídeo sobre Nuestra Señora del Carmen

Nuestra Señora del Monte Carmelo, referida comúnmente como Virgen del Carmen o Nuestra Señora del Carmen, es una de las diversas advocaciones de la Virgen María. Su denominación procede del llamado Monte Carmelo, en Israel. Nuestra Señora del Carmen es la patrona de Chile. En España es la patrona del mar y de la Armada española.

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Sobre Nuestra Señora del Carmen

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Aprende y colorea las Advocaciones de la Virgen María (VIII)

Aprende y colorea las Advocaciones de la Virgen María (VIII)

Os proponemos esta catequesis sobre las advocaciones a la Madre de Dios para que los niños conozcan mejor a Nuestra Señora.

La catequesis se realiza en tres pasos:

– El primero es el de explicar qué significa «advocación» para los católicos, de tal manera que los niños comprendan que, aunque nombramos de múltiples y diferentes maneras a la Virgen María (Virgen de Lourdes, Virgen de Fátima, Nuestra Señora de la Paz, Madre de la Eucaristía, etc.) siempre nos referimos a la misma y única Madre de Dios; y que esto constituye una de las mayores riquezas de la Iglesia.

– El segundo es el de explicar la «advocación» concreta que se vaya a tratar. Para ello, basta con utilizar los textos que acompañan a cada imagen.

– El tercero es el de imprimir los dibujos para que los niños coloreen cada «advocación».

Para tener bien preparada esta catequeis, y ante cualquier pregunta que pueda surgir, os recomendamos apoyaros en el artículo: Catecismo mariano: todo lo que has de saber sobre la Virgen María.

Os deseamos que disfrutéis con las maravillosas ilustraciones y textos del Hermano Roque Miguel Vernaz, religioso de la Congregación de los Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey.

Nota: podéis obtener las imágenes en tamaño real pulsando directamente sobre el título de cada advocación.

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Advocaciones de la Virgen María (VIII)

Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa

27 de noviembre

Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa

En 1830, la Santísima Virgen pidió a una misionera de la Caridad, Sor Catalina Labouré, que hiciese acuñar una medalla que tuviera en el frente la plegaria «Oh María, sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Ti», y que en el reverso hubiese una Cruz, la letra «M», dos corazones y dos estrellas.

La Inmaculada Concepción

8 de diciembre

La Inmaculada Concepción

Este dogma nos enseña que, por singular privilegio de Dios y por los méritos provistos de su Hijo, Jesucristo, María fue eximida del pecado original y de las concupiscencias que éste trae consigo. Es el día de la blancura espiritual y la imagen de la Purísima es paseada en devota procesión en las iglesias.

María Medianera de todas las gracias

7 de noviembre

María Medianera de todas las gracias

Esta devoción tiene su origen en una antigua iglesia de Alemania, donde fue pintada por un autor anónimo, alrededor del año 1700. En Argentina, sus estampas fueron conociéndose en 1984, y como el número de fieles crecía, se pintó una réplica en la Parroquia de San José del Talar. A la Virgen Desatanudos le pedimos que nos libere de las ataduras del maligno.

Nuestra Señora de Guadalupe

12 de diciembre

Nuestra Señora de Guadalupe

En 1531, en México, la Santísima Virgen se apareció a un piadoso indio, llamado Juan Diego, pidiendo que se construyese un templo en su honor. Para que el obispo del lugar se convenciera de su aparición, la imagen de la Virgen quedó estampada en la capa del indio. Nuestra Señora de Guadalupe es patrona de América.

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Las ilustraciones y los textos son autoría del Hermano Roque Miguel Vernaz, religioso de la Congregación de los Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey.


Evangelio del día: Instrucción a los doce

Evangelio del día: Instrucción a los doce

Mateo, 10, 7-15. Jueves de la 14.ª semana del Tiempo Ordinario. Estar en medio del mundo como levadura en la masa, sal de la tierra, luz del mundo.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus Apóstoles: «Id proclamando que el Reino de los Cielos está cerca. Curad enfermos, resucitad muertos, purificad leprosos, expulsad demonios. Gratis lo recibisteis; dadlo gratis. No os procuréis oro, ni plata, ni calderilla en vuestras fajas; ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; porque el obrero merece su sustento. En la ciudad o pueblo en que entréis, informaos de quién hay en él digno, y quedaos allí hasta que salgáis. Al entrar en la casa, saludadla. Si la casa es digna, llegue a ella vuestra paz; mas si no es digna, vuestra paz se vuelva a vosotros. Y si no se os recibe ni se escuchan vuestras palabras, salid de la casa o de la ciudad aquella sacudiendo el polvo de vuestros pies. Yo os aseguro: el día del Juicio habrá menos rigor para la tierra de Sodoma y Gomorra que para aquella ciudad».

Oración introductoria

Señor, ayúdame a dejar atrás mi pereza espiritual y mi indiferencia, para que esta oración me dé la luz y fuerza que tanto necesito para vivir tu mandamiento del amor. Tú me das a manos llenas mientras que yo soy mezquino y calculador, por eso te doy mi corazón en esta oración, para que lo transformes con el fuego de tu amor.

Petición

Señor, ayúdame a aprender a ser tu apóstol, a ser hoy mejor de lo que fui ayer.

Meditación del Papa emérito

Se siente el peso del ambiente secularizado y a menudo hostil a la fe cristiana. Otro desafío para la proclamación del Evangelio es el hedonismo, que ha ayudado a penetrar la crisis de valores en la vida cotidiana, en la estructura familiar, de la misma manera que interpreta el significado de la existencia. Síntoma de un grave malestar social es también la propagación de cosas tales como la pornografía y la prostitución.

Ustedes son muy conscientes de estos desafíos, que desafían a su conciencia pastoral y su sentido de responsabilidad. Esto no debe desalentarles, sino más bien que sea una ocasión para renovar el compromiso y la esperanza, la esperanza que proviene de saber que la noche está avanzada, el día está cerca, porque Cristo resucitado está siempre con nosotros. En las sociedades de África y de Europa no son pocas las fuerzas del bien, muchas de las cuales son parte de las parroquias y se distinguen por un compromiso a la santificación personal y al apostolado. Espero que, con su ayuda, puedan convertirse en células más vivas y vitales de la nueva evangelización.

Benedicto XVI, 16 de febrero de 2012

Reflexión

«Jesús, cuando leí por primera vez estas palabras, pensé que te referías sólo a los sacerdotes. Después me di cuenta de que no. También a mí me llamas para ser tu testigo. Me invitas a transmitir tu mensaje de esperanza. Me mandas a curar a los enfermos por el pecado, a resucitar la fe y la esperanza de los abatidos. Quizá no tenga la formación para ir de casa en casa o para dar grandes discursos en las plazas. Pero te propongo un plan. Yo me esforzaré por serte fiel, por vivir con coherencia mi cristianismo, por ser un testigo de tu resurrección como los grandes campeones de la fe. A cambio, te pido, por favor, la gracia de la generosidad, de dejar a un lado mi egoísmo y vanidad y tomar la cruz entre mis manos».

Lanzarse al apostolado del testimonio. Qué hermoso sería si alguno dijese lo que le escribieron a un tal Diogneto en los primeros años del cristianismo: «Los cristianos son en el mundo lo que el alma es en el cuerpo». Es decir, aquello que le da vida, lo que eleva al mundo.

Vivir en el mundo, sin ser del mundo. Estar en medio del mundo como levadura en la masa, sal de la tierra, luz del mundo. Es una misión difícil y por eso me atrae. Tú has dado tu vida por mí, porque me amas. Ahora me toca a mí.. Amor con amor se paga. Ayúdame a repetir con san Pablo con mis obras: no me avergüenzo del Evangelio.

Propósito

No dejarme influir por la indiferencia o la tibieza al renovar mi espíritu de generosidad.

Diálogo con Cristo

Las instrucciones son claras. Creer, confiar y amar me llevará a vivir en plenitud mi vocación cristiana, a vivirla con pasión y entrega generosa porque sólo tengo una vida y no debo perder el tiempo buscando placeres pasajeros y egoistas. Señor, quiero invertir todo mi tiempo y energia a llevar a cabo la misión que me has encomendado, con tu gracia lo puedo lograr.

Colorea a san Benito de Nursia, patrón de Europa

Colorea a san Benito de Nursia, patrón de Europa

Con motivo de la próxima fiesta de san Benito, patrono de Europa, que se celebra el 11 de julio, os ofrecemos la siguiente lámina para que los niños de la familia se diviertan coloreando a uno de los principales santos de la Iglesia católica.

Podéis acceder a las lámina en tamaño real pulsando sobre el título de la imagen.


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San Benito de Nursia, patrón de Europa

San Benito de Nursia
Colorea a san Benito de Nursia, patrón de Europa


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